Ruptura de la pared permitió el ingreso del lago a la boca del volcán que se encontraba a altas temperaturas.

Un sismo ocurrido en la madrugada de este martes provocó el colapso de la pared que separaba el lago del volcán Poás de la boca A, una de las cavidades activas del cráter. El agua se precipitó en la zona donde los gases alcanzaban temperaturas cercanas a los 800 grados Celsius y alteró de inmediato la dinámica interna del volcán.

Horas más tarde, a las 10:48 a.m., se registró una erupción que expulsó ceniza y fragmentos de roca hasta 500 metros de altura. Según el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI-UNA), se trata de la explosión más energética desde el 8 de mayo de este año.

Durante las semanas anteriores ya se habían reportado emisiones de ceniza coincidiendo con lluvias intensas en el cráter. El lunes 8 por la tarde, guardaparques registraron aguaceros acompañados de una emisión sostenida de ceniza que se prolongó por varias horas.

La madrugada del martes, a las 3:36 a.m., ocurrió el sismo que abrió paso al agua del lago hacia la boca A. El ingreso de líquido redujo la salida directa de gases calientes, pero aumentó la presión interna, lo que derivó en la explosión de la mañana.

El colapso de la pared que separaba el lago de la boca A del volcán, y la consecuente inundación de dicha boca quedó registrada en la cámara de la Red Sismológica Nacional de la Universidad de Costa Rica (RSN UCR).

El OVSICORI reportó seis sismos someros en la última semana en las cercanías del cráter, además de un ligero levantamiento del terreno en la zona, señales que refuerzan la inestabilidad del sistema.

Los estudios de gases también muestran una reducción marcada en las emisiones de dióxido de azufre (SO₂), que cayeron de 600 a 100 toneladas diarias entre el 6 y el 9 de septiembre. El observatorio explicó que el gas podría estar disolviéndose en el agua que ahora cubre la boca A o bien reflejar cambios más profundos en el volcán. Al mismo tiempo, se detectaron picos de emisiones de dióxido de carbono (CO₂).

Aunque el nivel de alerta se mantiene en categoría 2 (advertencia), los especialistas recordaron que cualquier visita al parque nacional implica riesgos. En particular, no se descartan explosiones súbitas con lanzamiento de material en áreas frecuentadas por turistas.

El OVSICORI reiteró que un volcán activo puede generar erupciones, deslizamientos o explosiones sin previo aviso.