Poder Ejecutivo aseguró que si la Municipalidad no atendía el problema el AyA conectaría el acueducto este viernes.

La Municipalidad de Naranjo defendió su posición frente al conflicto por el suministro de agua al proyecto habitacional La Esperanza, que el Poder Ejecutivo atribuye a la gestión del alcalde, Randall Vega Blanco.

El miércoles, la presidente ejecutiva del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA), Lourdes María Sáurez Barboza, y el presidente Rodrigo Chaves Robles advirtieron al gobierno local que debía resolver la situación a más tardar este viernes. En caso de incumplimiento, aseguraron, el AyA haría la conexión directamente con apoyo de la Fuerza Pública. Sáurez añadió que iniciarían “el proceso de revisión técnico para ver cómo se administra y se opera ese acueducto”.

El alcalde Vega sostuvo que siempre ha existido disposición de colaborar con las 120 familias beneficiarias, pero que las actuaciones deben ajustarse a la normativa. Explicó que la municipalidad presentó ante el Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda un proceso de lesividad y una solicitud de medida cautelar.

Blanco señaló:

Ante la situación que se está dando, desde la municipalidad se presentó la petición de pronto despacho (prioridad). La intención es que desde el Tribunal Contencioso se resuelva el proceso de fondo y la solicitud de medida cautelar proceder como se nos indique”.

El alcalde agregó que también se está a la espera de la resolución que emita la Sala Constitucional, ante el recurso de Amparo interpuesto por el Banco Hipotecario de la Vivienda, y añadió:

Si quiero dejar muy claro que seremos totalmente respetuosos de la resolución que brinden los jueces”.

La municipalidad destacó que el abastecimiento de agua no es la única carencia del proyecto: faltan las obras pluviales, el suministro eléctrico, la autorización de bomberos y el permiso de funcionamiento de la planta de tratamiento por parte del Ministerio de Salud.

En su comunicado, el gobierno local subrayó que comparte la preocupación de las familias, pero recalcó que la demanda “no puede atenderse a costa de poner en riesgo la continuidad, calidad y cantidad del servicio hídrico al resto de la comunidad (cerca de 12.000 habitantes usuarios del acueducto de Naranjo centro)”.

Antecedentes

El proyecto La Esperanza busca dar vivienda a familias en pobreza extrema y asentamientos informales, con financiamiento del Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi).

En abril de 2021 el Acueducto Municipal otorgó una disponibilidad de agua condicionada. Sin embargo, en 2022 el entonces alcalde Juan Luis Chaves Vargas firmó un nuevo oficio que concedió el permiso sin atender los criterios técnicos. La desarrolladora continuó las obras con ese aval.

El Consejo Municipal solicitó contratar un estudio de redes de distribución, que no se ejecutó en esa administración. Con la llegada de Vega, la gestión se retomó y el análisis técnico determinó que hacia 2034 el acueducto estaría en riesgo de desabastecimiento.

El estudio también indicó que, según la normativa del AyA, los proyectos deben garantizar abastecimiento por un mínimo de 25 años.

La Municipalidad aseguró haber invertido 216 millones de colones en mejoras de infraestructura, pero advirtió que se requieren alrededor de 550 millones adicionales para garantizar el caudal necesario, recursos que no dispone actualmente.