Antes de internet, nos enterábamos de la muerte de alguien por esquelas que aparecían en los periódicos. Dependiendo del alcance económico, se incluía apartado para enviar telegramas de pésame, la lista de familiares y, en algunas ocasiones, sus fieles servidores: trabajadores domésticos con tantos años de laborar para el fallecido, que se convirtieron en parte de ese círculo íntimo.
En los últimos años, esos fieles servidores empiezan a figurar en consultas legales de índole laboral. Quisiera dejar claro que no es la norma. La enorme mayoría de los trabajadores domésticos son personas honestas, que se ganan su salario con el sudor de su frente.
Tal vez por eso es que las excepciones de esos fieles servidores resultan tan chocantes. Se aprovechan de la condición de sus patronos, que ya son adultos mayores y:
- Toman decisiones unilaterales sobre la alimentación, vestimenta, medicamentos y cuidados en general del patrono, llevándolos a un estado de descuido físico, de higiene y de salud.
- Los alejan y aíslan de sus familiares cercanos, para que éstos no noten lo que ocurre.
- Convencen o engañan al patrono o para que les autorice el acceso a cuentas o el manejo de tarjetas de crédito o débito y así apropiarse del dinero.
- Disponen de la vivienda del patrono como si fuera la propia, invitando a sus amigos o familiares a vivir en ese lugar.
- Confunden o manipulan al patrono para que le done acciones, bienes, sociedades y propiedades o sea nombrado como único heredero, como supuesto agradecimiento por sus servicios
Y cuando todo esto se descubre:
- Interponen demandas laborales por años de servicio de los que, evidentemente, nadie de la familia tiene registros de pagos de salarios, vacaciones, aguinaldos, registro ante la CCSS, etc. Es usual que demanden además a familiares del patrono a los que identifica como supuestos jefes.
- Alegan que sus labores en realidad eran de cuidador de adulto mayor, y no de trabajador doméstico/chofer/. Aparte de todo lo que se le debe, además hay diferencias de salarios.
Los familiares del patrono:
- Dependiendo de la gravedad del caso, se ven obligados a interponer denuncias penales, de violencia doméstica y desahucios para liberarse del fiel servidor.
- Se enteran de repente que su papá o su mamá se quedaron sin los ahorros que tenían para su vejez.
El patrono:
- Su condición de salud, incluyendo sus funciones cognitivas, están más afectadas de lo que parecía. Puede ser que ahora requiera de cuidados especializados y supervisión constante.
- Ese adulto mayor funcional, con movilidad, con la capacidad de tomar decisiones claras, independiente, que aseguraba que no necesitaba a nadie cuidándolo; ya no está.
Hace unos días un interesante reportaje nos lo advertía: estamos envejeciendo más rápido de lo esperado. No es un destino que podamos evitar. Es una realidad que llega aunque tratemos de ignorarla o disimularla.
Tampoco es un tema solo de viejos o jubilados. Esos hijos que recién descubren lo ocurrido, suelen ser personas activas laboralmente, que necesitarán dedicar tiempo y dinero para poner las cosas en orden, atender los reclamos legales, llevar a sus papás a citas, turnarse incluso, para cuidarlos.
Además, echar para su saco, planear su vejez y poner en orden las relaciones laborales, por más confianza que exista.
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