
La joven liberiana y madre de dos niñas dejó atrás la incertidumbre del alquiler gracias a un subsidio del BANHVI.
Hasta hace pocas semanas, el día a día de Kristel Díjeres Matarrita estaba marcado por una preocupación constante: llegar a la quincena con el dinero suficiente para pagar el alquiler. En Liberia, cuenta, las rentas son altas y cualquier gasto extra podía desequilibrar el presupuesto familiar. Como madre soltera de dos niñas, Nía e Isabela, no solo debía administrar con cuidado cada colón, sino también garantizarles un lugar seguro donde crecer.
Esa incertidumbre quedó atrás cuando recibió la noticia de que había sido seleccionada para obtener una vivienda propia en el proyecto Veredas del Río Etapa I, construido con fondos del Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI).
Para nadie es un secreto que en Liberia el alquiler es un poco costoso y a veces hay que ver cómo llegar a la quincena, pero gracias a Dios ya tenemos nuestra casa y muchas otras familias también. El hecho de que ya no alquile para mí es un alivio muy grande, vamos a poder respirar más económicamente".
Para Kristel, tener su propia casa significa estabilidad y la oportunidad de organizar mejor su vida y la de sus hijas, dejando atrás la presión constante de pagar renta.
Su historia es una entre miles en todo el país. Desde la creación del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda hasta el 5 de agosto de 2025, 191.657 mujeres jefas de hogar han recibido el bono de vivienda. Más de la mitad de ellas (56 %), como Kristel, son menores de 35 años.
El 73% de las viviendas otorgadas a jefaturas femeninas ha ido a parar a hogares con menores ingresos —aquellos cuyo salario bruto mensual es inferior a 476.874 colones—, por lo que el subsidio llega principalmente a quienes más lo necesitan.
La distribución de estos recursos es nacional: San José lidera con 37.973 bonos para mujeres, seguida de Alajuela (37.251), Limón (31.740) y Puntarenas (30.103).
En lo que va de 2025, del 1 de enero al 5 de agosto, se han entregado 5716 subsidios, y el 64% (3.668) se destinó a jefas de hogar, manteniendo la tendencia de priorizar a este grupo en las políticas de vivienda.
Para Dagoberto Hidalgo, gerente general del BANHVI, la entrega de estas viviendas va más allá de cumplir con una meta institucional:
Ellas son sinónimo de fortaleza, lucha diaria y versatilidad, pues realizan múltiples tareas tanto fuera como dentro del hogar. Dotarlas de una vivienda para que vivan seguras junto a sus hijos e hijas nos reconforta y nos insta a hacer cada vez mejor nuestro trabajo".