Victimas eran traídas con engaños desde Venezuela y forzadas a ejercer la prostitución bajo amenazas y deudas impagables.

A solicitud de la Fiscalía Adjunta contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, el Juzgado Penal del I Circuito Judicial de San José ordenó este miércoles prisión preventiva contra diez personas imputadas por integrar, presuntamente, una red criminal dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual, vinculada al Tren de Aragua.

Nueve de los sospechosos son hombres de nacionalidad venezolana, identificados como Escobar Gómez, Velásquez Mendoza (dos con este apellido), Lima Vizcaíno, García Grateron, Bogado Bank, Uriel Barrios y Granado Rodríguez. Todos cumplirán un año de prisión preventiva. A una mujer de nacionalidad nicaragüense, de apellido López Carraza, se le impuso la medida por seis meses.

Otro sospechoso, de apellidos Ferrer Vera, quedó sujeto a medidas cautelares menos gravosas: deberá firmar cada 15 días, no podrá salir del país ni comunicarse con las víctimas.

Las detenciones ocurrieron el martes durante una operación coordinada por la Fiscalía en conjunto con cuerpos policiales, mediante siete allanamientos en Barrio México y el Distrito Merced, en San José; Jacó, en Garabito; y en el cantón central de Alajuela, bajo el expediente 24-000064-1321-PE.

Durante los operativos, las autoridades ubicaron a unas 200 personas, incluidos menores de edad. Al menos 20 mujeres adultas fueron identificadas como víctimas del delito de trata de personas, según informó el Ministerio Público. Tres de ellas presentaron denuncias formales.

“La organización captaba mujeres en situación de vulnerabilidad, las traía desde Venezuela bajo engaños y luego las forzaba a ejercer la prostitución para saldar supuestas deudas. Estas eran impagables por un sistema de multas, además de que eran sometidas a amenazas, maltrato psicológico y restricciones de comunicación con sus familias”, detalló la Fiscalía.

Según las autoridades, el grupo replicaba el esquema operativo del Tren de Aragua, identificado en países como Chile, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia. La estructura criminal trabajaba bajo una modalidad conocida como exprés, en la que distintas personas asumían roles específicos: unos publicaban anuncios sexuales en sitios web, otros coordinaban las citas con los clientes y gestionaban el transporte de las mujeres.

Una vez en el lugar pactado, un miembro de la organización acompañaba a la víctima, esperaba afuera mientras ocurría el encuentro sexual y luego la trasladaba al sitio donde estaba retenida.

La Fiscalía destacó que este modo de operar coincide con patrones usados por el Tren de Aragua, organización criminal transnacional originada en Venezuela y considerada una de las más violentas de América Latina. A este grupo se le atribuyen delitos como trata de personas, tráfico ilícito de migrantes, extorsión, secuestros, homicidios y narcotráfico.