Poco más de siete meses nos separan de las elecciones. Miramos con asombro un mundo cada vez más convulso, un planeta agitado por guerras arancelarias, conflictos militares, conflagraciones migratorias, ataques criminales y rencillas ideológicas.

El cambio climático es una extendida y poderosa realidad. La economía mundial - y nacional - presenta síntomas de un ya crónico enfriamiento y nuestra tasa de natalidad declina. Mientras tanto, los políticos de turno se empeñan en montar una absurda tragicomedia, un eterno “show de variedades” con episodio de estreno cada miércoles.

La política ha degenerado en pura distracción, poses y burla. Pero… ¿de qué deberíamos estar conversando? ¿Cuáles son esos temas, esos puntos de dolor que deberían ventilar los candidatos en conjunto con sus propuestas de solución? Dejemos el toreo improvisado para Zapote (me refiero a Casa Presidencial, no al Redondel, aunque ambas sedes se dediquen últimamente a lo mismo) y reflexionemos sobre el “qué”. Los “cómo”, “cuándo” y “quién” serán tarea para los candidatos. Postulamos los siguientes puntos mínimos:

Infraestructura

  1. Terminar la Ruta 1 y la Interamericana Norte.
  2. Expansión de Caldera.
  3. Carretera a San Carlos, Ruta 27, Ruta 32.
  4. Trenes tanto de pasajeros como de carga.
  5. Resiliencia climática.

Educación:

  1. Pensamiento crítico.
  2. Computación e Inteligencia Artificial.
  3. Capacitación a personal del MEP.
  4. Retención en las aulas: red de Cuido, bonos, apoyos extracurriculares.

Seguridad

  1. Equipamiento de la policía.
  2. Incremento de la planilla policial.
  3. Presupuesto del OIJ.

Salud:

  1. Listas de espera.
  2. Médicos especialistas.
  3. Tasa de natalidad y pensiones.

Economía:

  1. Tipo de cambio y tasa de política monetaria.
  2. Apoyo al Régimen definitivo y a las PYMES.
  3. Inversión extranjera.
  4. Diversificación de los destinos de las exportaciones.

Alguien podría criticar esta enumeración y eso está bien. Este listado no pretende ser integral o taxativo, una suerte de “tablas de la ley” compilatoria de los problemas nacionales. Ni por lejos: son solo algunos temas medulares por considerar.

Alguien más podría argumentar que referirse a estos temas no sirve para nada pues los políticos mientan y las circunstancias son muy cambiantes. La respuesta a tal noción la brindó el General Dwight “Ike” Eisenhower hace ya décadas, y cito:

En la preparación para la batalla, siempre he encontrado que los planes son inútiles, pero la planificación es indispensable.”

Lleva razón: es el análisis sereno, la discusión, el examen, la priorización lo que nos brindará algún tipo guía para navegar el futuro con mayor éxito. Y ya que estamos con aforismos, “El fallar en el planificar es planificar para fallar”, dijo alguien más.

Entonces, dejémonos de matonerías, de insultos, desplantes y burlas: lo que nos estamos jugando es el futuro de la patria. Pongámonos serios, no más broncas, lo que necesitamos son soluciones.

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