Últimamente el tema caliente el proyecto de ley 24.290, popularmente "jornada excepcional 4x3". Una propuesta tentadora: trabajar cuatro días, descansar tres. Yo misma me entusiasmo con tres días libres consecutivos por lo que quise compartir algunas reflexiones.
Ley voluntaria
El texto de la propuesta de ley dice explícitamente que la jornada excepcional es voluntaria, opcional y por mutuo acuerdo, con salvaguardas contra represalias. ¡Excelente! Ahora, si alguna empresa infringiera esas promesas, ¿qué procedería? La ley no ofrece un marco, por lo que procedería lo de siempre: denunciar ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). ¿Tiene el Ministerio esa capacidad de fiscalización?
Las estadísticas muestran que, por ejemplo, menos del 5% denuncia acoso laboral, aunque más del 50% lo sufre. El MTSS solo puede visitar al 60% de trabajadores del sector privado. ¿Recuerdan el video de las empleadas de tiendas SYR en noviembre del 22? A SYR la intervinieron hasta mayo del 25 y por muchas más infracciones que esa. ¿Trabajaban ahí "voluntariamente" esas muchachas? ¿Qué significa realmente “voluntario” cuando la necesidad limita ese lujo?
La CEPAL ha documentado claramente cómo la vulnerabilidad económica limita significativamente la verdadera libertad de elección de las personas trabajadoras.
¡Tres días libres!
Tres días libres seguidos es fabuloso para Raymundo y todo el mundo. Ese tiempo se puede invertir en capacitación (dice el INS), dormir o explorar. Los beneficios observados en semanas laborales de 4 días incluyen: mejor balance vida-trabajo, reducción de estrés, mayor satisfacción laboral y mejor salud mental y física. ¡Lindísimo!
Pero esa evidencia se basa en días laborales de 8 horas. No 12 como plantea este proyecto.
La OIT muestra consistentemente cómo los horarios extendidos afectan negativamente la salud física y mental de los trabajadores.
Una jornada de 12 horas significa mínimo 14 fuera de casa, y en un país donde el transporte público no es continuo ni eficiente, menos en zonas alejadas. Donde casi la mitad de los hogares están encabezados por mujeres con responsabilidades de cuido que no pueden delegar ni apoyarse en servicios públicos durante esas 14 horas. Evidencia global muestra que las mujeres trabajan 18 horas semanales más que los hombres por trabajo no remunerado. Con estos horarios, muchas tendrían que trabajar hasta 15 al día por 4 días seguidos, sin sumarle las horas de traslado. ¿Cuándo descansarían?
Independientemente del género, las jornadas prolongadas se asocian con mayores riesgos cardiovasculares, trastornos del sueño, depresión, debilidad inmunológica, errores humanos y accidentes. Y desde la lógica de productividad, la evidencia indica que más horas no significan más producción.
He escuchado gerentes que apoyan el proyecto argumentar que ellos frecuentemente trabajan 12 horas diarios. Me identifico, yo igual. Pero yo lo hago desde un lugar de privilegio: salario bien remunerado, automóvil, barrio seguro y teletrabajo; contextos muy diferentes.
Beneficios
Tengo que reconocer que este proyecto aporta altos beneficios económicos. Las empresas que la implementen obtienen reducción en costos laborales del 23% al 28%, promedio 25%. Esto favorece enormemente su estructura financiera, permitiéndoles incrementar su utilidad operativa hasta 37.5%. Beneficio significativo para propietarios y accionistas.
Las empresas aumentarían márgenes operativos y generarían mayor flujo de caja, pudiendo invertir en expansión. También reduce riesgo financiero al disminuir costos fijos y elevar rentabilidad sobre inversión, en Costa Rica, mayormente extranjera.
En teoría, podrían usar estas reducciones para bajar tarifas y ser más competitivas, pero en la práctica suelen fortalecer utilidades. La evidencia sugiere que entre el 80 y el 90% de las reducciones de costos laborales lo que producen son mayores márgenes de ganancias.
Estudios de Cepal muestran que, en América Latina, reducciones agresivas de costos laborales generan empleos precarios y temporales, no necesariamente estables o dignos. Según Cinde, empresas atraídas por bajos costos salariales fácilmente se relocalizan, sin contribuir a prosperidad sostenible. ¿Me pregunto por qué quitaron a Cinde y pusieron a Procomer?
México y Colombia tienen menores costos laborales que Costa Rica, pero mantienen tasas de informalidad y desempleo superiores, reflejando que el sacrificio salarial no se traduce en bienestar generalizado.
Los grandes beneficios de esta Ley no parecen ser para quienes se sacrifican. Los empleados ganarían 23-28% menos en ingresos netos por eliminación de horas extras. ¿Sabías que mucha gente llega a fin de mes gracias al pago de horas extras? Un trabajador no calificado que hoy ganaría ₡19.879 por 12 horas, recibiría ₡14.317. Esa diferencia diaria de ₡5.562 es ahorro directo empresarial.
La CCSS también pierde: menos contribuciones y mayores costos de atención por deterioro físico y mental de jornadas extendidas. Si cada trabajador bajo este esquema aporta 25% menos, pero requiere más atención médica por los riesgos asociados a jornadas de 12 horas, la matemática no cuadra. ¿Quién absorbe ese déficit?
Sí, Costa Rica presenta costos laborales más altos que vecinos centroamericanos. Nuestro salario promedio mensual está muy por encima de El Salvador u Honduras. Pero esto se compensa con estabilidad política, mano de obra calificada y entorno legal seguro. ¿Queremos mantener eso o destruirlo?
No me gusta
No puedo evitar preguntarme por qué quienes gobiernan y legislan están empeñados en aprobar una ley que afectará al 6% de la población, imponiendo jornadas prolongadas y reducciones salariales con repercusiones sobre miles de familias. Me preocupa que las razones sean una de dos: creen ingenuamente en las promesas atractivas de esta ley, o saben que apoyar políticas que abaratan costos empresariales les resulta más rentable política y financieramente que proteger derechos laborales.
Costa Rica tiene mejores alternativas que no implican sacrificar derechos, salud y seguridad social. Nuestro país y su gente tienen mucho potencial, démosle el valor que se merecen.
Referencias
- CEPAL (2023). Panorama Social de América Latina 2023: la igualdad laboral en el centro del desarrollo sostenible. Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
- OIT (2022). Tiempo de trabajo y salud: Una revisión de la evidencia. Organización Internacional del Trabajo.
- OIT (2023). Las mujeres en el trabajo: Tendencias 2023. Organización Internacional del Trabajo
- INEC Costa Rica (2023). Encuesta Continua de Empleo - Cuarto Trimestre 2023. Instituto Nacional de Estadística y Censos.
- CINDE (2022). Inversión Extranjera Directa y su impacto en el empleo en Costa Rica. Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo.
- Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (2023). Estadísticas del Observatorio del Mercado Laboral. MTSS Costa Rica.
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