El 56% del arbolado requiere atención inmediata o monitoreo constante debido a su estado de deterioro.

Un estudio técnico-científico elaborado por la Universidad Nacional (UNA) reveló que al menos el 56% del arbolado urbano en la calle Vía de los Cipreses, en el residencial El Tirol de San Rafael de Heredia, requiere atención inmediata o monitoreo constante debido a su estado de deterioro y riesgo potencial de caída.

El análisis fue solicitado por el proyecto Transición hacia una Economía Verde Urbana (Tevu) y servirá como insumo técnico para la municipalidad local, tras años de inquietudes vecinales y procesos judiciales relacionados con la condición de los árboles.

La evaluación, desarrollada por el Instituto de Investigación y Servicios Forestales (Inisefor-UNA), abarcó un tramo de 650 metros y se centró principalmente en árboles de ciprés (Cupressus lusitanica), plantados en la zona en las décadas de 1950 y 1960 como cortina rompevientos para actividades agropecuarias. Con el crecimiento urbano, estos árboles comenzaron a interactuar estrechamente con viviendas, vehículos, cableado eléctrico y peatones, lo que motivó una revisión técnica especializada.

El estudio clasificó un total de 967 árboles con más de 10 centímetros de diámetro a la altura del pecho (DAP), de los cuales un 33% están muertos y un 15% presentan condiciones que implican riesgos estructurales o sanitarios importantes. Una muestra representativa de 45 árboles fue analizada con tomografía forestal, tecnología que permite detectar daños internos no visibles.

Los resultados confirmaron defectos estructurales severos en varias especies, especialmente entre aquellas categorizadas en condiciones como “rojas” y “amarillas”.

“La valoración del riesgo no busca justificar la tala, sino proponer un manejo responsable y técnicamente fundamentado que priorice la seguridad sin perder los beneficios ambientales de los árboles”, señala el informe. Según el equipo del Inisefor, el origen del problema radica en la alta densidad de siembra y la edad avanzada de los cipreses, muchos de ellos con más de 80 años.

Henry Sánchez, investigador de la UNA, explicó que las condiciones actuales hacen inviable la permanencia de algunos árboles sin intervención, mientras que otros deben ser monitoreados a largo plazo. Por su parte, Isaac Meneses, ingeniero forestal de la institución, indicó que el estudio permitirá establecer planes de manejo y regeneración con especies adecuadas para el entorno urbano.

El proyecto Tevu acompañó técnicamente la investigación, en coordinación con la Municipalidad de San Rafael de Heredia. Fabricio Ballestero, ingeniero forestal del proyecto, subrayó que el objetivo es contar con insumos científicos que orienten las decisiones del gobierno local y reduzcan el margen de discrecionalidad, en medio de un contexto social sensible y con alto valor paisajístico para los vecinos.

Tras su estudio, la UNA reiteró su disposición para brindar asesoría continua en la gestión del arbolado urbano en otros cantones del país que enfrenten situaciones similares.

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