Vivimos en una era de oportunidades sin precedentes, y también de distracciones ilimitadas. En este escenario, la eficacia es un raro superpoder al alcance de toda persona. Pensemos en ella como la acción para obtener resultados, y también como la capacidad de generar un impacto positivo.
Adam Smith, a quien muchos conocen como el padre de la economía, primero fue un profundo filósofo social. Diez años antes de "La Riqueza de las Naciones", escribió "La Teoría de los Sentimientos Morales", donde explicaba que el propósito de una empresa es crear valor para la comunidad. O sea, la utilidad es un beneficio mutuo: la empresa provee valor, y la comunidad paga un precio por ese servicio. La verdadera prosperidad surge de esta reciprocidad, de la capacidad de generar beneficios para todos.
La eficacia es el diferenciador entre el movimiento y la acción. El movimiento puede mantenerte dando vueltas en círculo, pero la acción, que exige resultados, nos lleva a nuestras metas. Es ese talento para la acción lo que estimula el aprendizaje y el mejoramiento continuos y nuestra capacidad de gestión en cualquier ámbito de tu vida, aunque sea un poquito cada día.
Nunca ha sido más fácil tener éxito. Paradójicamente, nunca ha sido más fácil estar distraído. Aquí es donde entra el filo de la eficacia: ese punto crítico donde tomamos decisiones. Cada decisión nos empuja a crecer en la dirección de la eficacia o a regalar nuestro tiempo a lo que nos distrae.
Ejemplos como Suiza, Noruega o Japón demuestran que, a mayor riqueza socioeconómica, mayor seguridad ciudadana. Esto contrasta con la manifestación latinoamericana de que más dinero trae más inseguridad. La clave está en cómo esa riqueza se gestiona, en la eficacia de sus sistemas y en el valor que aportan a su comunidad.
Podemos y debemos reconfigurar nuestra fórmula de productividad. Que el éxito no signifique que alguien más sea dueño de nuestras vidas, sino que se equipare con la libertad. Escoger la eficacia es preferir la autonomía, el impacto y un escenario futuro donde seamos nosotros quienes dirijamos nuestro propio destino y el de nuestra comunidad.
Escuche el episodio 267 de Diálogos con Álvaro Cedeño titulado “Utilidad eficaz”.
Suscríbase y síganos en nuestro canal de YouTube, en LinkedIn y en nuestra página web para recibir actualizaciones y entregas adicionales.
Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.