Denunciantes señalaron que mina Bellavista es objeto de señalamientos por irregularidades y daños ambientales.
El pasado fin de semana, vecinas y vecinos de Miramar de Puntarenas detectaron la muerte de una gran cantidad de peces, camarones, cangrejos y otras especies en el río Ciruelas, desde el sector conocido como El Salto, a la salida de la mina Bellavista.
El programa Kioscos Socioambientales de la Universidad de Costa Rica detalló que, según testimonios de la comunidad, se contactaron con el Ministerio de Ambiente y Energía, Fuerza Pública y el Ministerio de Salud sobre el incidente, pero se desconoce si se realizaron muestreos o denuncias.
Las personas denunciantes tienen gran preocupación, ya que este es un sitio frecuentado por visitantes, especialmente durante la Semana Santa.
Si bien aún se desconoce la causa exacta de la muerte, señalaron que la mina Bellavista es objeto de múltiples denuncias por presuntas irregularidades en su administración y posibles daños ambientales desde 2007.
Dayana Rojas de la Asociación Civil Pro Natura de Miramar, aseguró que les informaron que:
Esta situación se origina a partir del punto conocido como “El Salto” donde se observa una importante descarga de sedimentos en el río, pero aguas arriba a escasos 50 metros se puede ver que el río mantiene su fauna normal… Además, los vecinos aseguran que pudieron mapear el fenómeno por más de 6 kilómetros recorriendo la cuenca del río, hasta llegar al Puente Negro”.
El programa de la UCR recordó que el diputado socialcristiano, Carlos Andrés Robles, expresó su preocupación por la gestión de la mina y solicitó al Ministerio de Salud una inspección exhaustiva para evaluar sus operaciones y determinar si se cumplen las normativas ambientales y de seguridad.
Las preocupaciones se basan en denuncias previas sobre el depósito de residuos en áreas sin la debida impermeabilización, lo que podría provocar contaminación del agua subterránea. Además, recordaron que una alerta presentada por Diego Leonardo García, exsupervisor del Proyecto Minero Bellavista, señaló que las piletas de emergencia carecen de sistemas adecuados de detección de fugas y que las descargas de la planta podrían estar afectando negativamente al río Ciruelas.
Comunidad espera que se realicen las investigaciones del caso.
La presidenta de Pro Natura detalló que también hay una inexistencia de actas de la Comisión Mixta de Monitoreo y Control Ambiental (COMIMA) desde hace más de 10 años, que permita garantizar el control y el seguimiento ambiental de las actividades del proyecto minero.
Finalmente aseguró que:
Lamentablemente a pesar de las múltiples denuncias las autoridades locales e instituciones estatales han sido omisas para dar seguimiento al tema de aseguramiento de la calidad del recurso hídrico en nuestro cantón, así como el derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado".
Y continuó:
Tras el colapso de una mina clandestina hace pocas semanas donde se cobró la vida de un trabajador y otro resultó gravemente herido, la comunidad espera que como mínimo se tomen las muestras de agua para los análisis físico-químicos correspondientes y se desarrollen investigaciones rigurosas”.
La minería en Miramar, en sus diversas formas (legal, ilegal, a cielo abierto o subterránea), genera impactos socioambientales profundos y acumulativos.
Además, una investigación del Proyecto Geografía y Diálogo de Saberes (ED-3526) de la Escuela de Geografía y el programa Kioscos reveló la existencia de un enjambre de minería subterránea de oro en Costa Rica, con al menos 59 solicitudes de concesión que abarcan 779,52 km² (1,52 % del territorio nacional). Entre los cantones más afectados se encuentra Miramar, donde más del 31,86 % de su superficie está solicitada para exploración minera, incluyendo su área urbana.