El indicador se mantendrá en 4%, valor en el que se ubica desde el pasado 18 de octubre.
En su tercera reunión del año, la junta directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) decidió mantener sin cambios su Tasa de Política Monetaria (TPM), en un nivel del 4%. Este indicador es clave para influir en las tasas de interés de la economía y guiar la inflación hacia su objetivo, que es de 3%, con un rango de tolerancia de ±1 punto porcentual, es decir, entre 2 y 4%.
La Tasa de Política Monetaria es la tasa de interés que el Banco Central usa como referencia cuando inyecta o recoge recursos en el Mercado Integrado de Liquidez (MIL). Se trata del principal instrumento de política monetaria que tiene el Central en su esquema de metas de inflación, y es el que define el corredor de tasas de crédito y depósitos que tiene la institución.
Cuando los bancos solicitan préstamos al Banco Central, una reducción en la Tasa de Política Monetaria (TPM) disminuye los costos que deben pagar por acceder a esos recursos, lo que se traduce en una baja en las tasas de interés que ofrecen a sus clientes.
Por otro lado, cuando existe un exceso de liquidez y se reduce la TPM, los bancos que colocan recursos a corto plazo en el Mercado Integrado de Liquidez (MIL) obtienen menores rendimientos por esos fondos. Esto los incentiva a otorgar más créditos y a reducir las tasas de interés para impulsar ese tipo de operaciones.
De este modo, con una TPM más alta, es más caro para las personas adquirir préstamos, desistirán de hacerlo y sus bancos también dejarán de pedirle recursos al Central, limitando la circulación de dinero y por ende la inflación. Los ajustes en la TPM suelen verse reflejados en la Tasa Básica Pasiva unos seis meses después de aplicados.
El Banco Central comenzó a aumentar la TPM a finales del 2021 para contener la inflación y la llevó hasta un 9% en menos de un año. Tras la caída de la inflación desde marzo de 2023 comenzó a reducir la TPM gradualmente hasta llevarla al 4% donde se ubica actualmente desde el 18 de octubre del año anterior.
Entre las justificaciones para mantener la TPM sin variación, el BCCR destacó:
- El crecimiento de la economía costarricense a febrero (+4,1% interanualmente según el IMAE) supera lo registrado en el periodo 2010-2019 (3,8%), así como el estimado para los principales socios comerciales para el 2024 (2,6%).
- La inflación general a marzo pasado, medida con la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor, se ubicó en 1,21% por tercer mes consecutivo, en tanto que el promedio de los indicadores de inflación subyacente se situó en 0,7%.
- Los modelos de proyección del BCCR desplazan el ingreso de la inflación subyacente al rango de tolerancia hacia el cuarto trimestre del año en curso y el de la inflación general al primero del 2026.
Dato D+: La inflación se mantiene desde mayo de 2023 fuera del rango de tolerancia del BCCR.
Adicionalmente, el informe señala entre los riesgos que podrían presionar a la baja la trayectoria proyectada de la inflación un eventual crecimiento económico mundial para el 2025 inferior al esperado, particularmente el de los principales socios comerciales del país; así como una modificación en la trayectoria en precios de materias primas, principalmente de petróleo (que sea inferior a la estimada).
Mientras que entre los factores que podrían desviar la inflación al alza, el Central destacó el riesgo de que se den choques de oferta asociados con la fragmentación del comercio global, con una escalada de los conflictos geopolíticos actuales y, con fenómenos climatológicos extremos tanto locales como externos, así como el riesgo de una posible recomposición no ordenada en el portafolio de instrumentos financieros, ante una diferencia persistente entre las tasas de interés por monedas, que ocasione un incremento en las expectativas cambiarias y, consecuentemente en las de inflación.