Información fue revelada en exclusiva por el medio estadounidense NBC News.
La Casa Blanca ordenó al Ejército de Estados Unidos que elabore planes para aumentar su presencia militar en Panamá como parte de la estrategia del presidente Donald Trump para “reclamar” el Canal de Panamá, según reportó en exclusiva el medio estadounidense NBC News, citando a dos funcionarios estadounidenses familiarizados con la planificación.
Durante su discurso ante el Congreso la semana pasada, Trump reiteró su intención de que Estados Unidos retome el control del canal, aunque su administración no ha aclarado qué implica exactamente esa afirmación. Funcionarios del Comando Sur de Estados Unidos están diseñando estrategias que van desde una mayor cooperación con las fuerzas de seguridad panameñas hasta la posibilidad de tomar el canal por la fuerza.
El objetivo del gobierno de Trump es "reducir la influencia china en la región", en particular su acceso al canal, dijeron los funcionarios. Tanto Panamá como China han rechazado las acusaciones de injerencia extranjera, y el gobierno chino ha acusado a Washington de presionar a las autoridades panameñas para frenar proyectos de inversión chinos.
Según los funcionarios, el comandante del Comando Sur, almirante Alvin Holsey, presentó esta semana estrategias preliminares al secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien planea visitar Panamá el próximo mes. Aunque una intervención militar es poco probable, la administración estadounidense evaluaría esa opción si un aumento de la presencia militar en Panamá no logra los objetivos de Trump.
La estrategia de Estados Unidos también incluye reforzar la seguridad en los puertos panameños, construir nuevas infraestructuras y utilizar el Cuerpo de Ingenieros del Ejército para operar las esclusas del canal. Además, se estudia la posibilidad de reabrir escuelas de entrenamiento en la selva panameña, similares a las que existían antes de que Washington transfiriera el canal a Panamá en 1999.
Funcionarios de Estados Unidos han advertido que China tiene una presencia “excesiva” en Panamá y que, en caso de un conflicto, Pekín podría bloquear el paso de barcos estadounidenses, incluidas embarcaciones militares. Durante una visita a Panamá el mes pasado, el secretario de Estado Marco Rubio afirmó al presidente panameño José Raúl Mulino que la influencia china en la región era “inaceptable”.
China ha negado las afirmaciones de EE.UU. y ha defendido sus inversiones en Panamá como parte de su iniciativa de la Franja y la Ruta. “Nos oponemos firmemente a los intentos de EE.UU. de difamar y socavar nuestra cooperación económica mediante presiones y coerción”, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jian.
Por su parte, el gobierno panameño ha insistido en que la administración del canal sigue bajo su control total y que no ha cedido su operación a China.
El Canal de Panamá, construido por Estados Unidos entre 1904 y 1914, fue transferido a Panamá en virtud de un tratado firmado en 1977 por el presidente Jimmy Carter. En 1989, el gobierno de George H.W. Bush ordenó la invasión de Panamá para derrocar al entonces líder Manuel Noriega.
En su discurso ante el Congreso, Trump aseguró que EE.UU. ya está tomando medidas para reducir la influencia china en el canal. Como parte de esa estrategia, el grupo de inversión estadounidense BlackRock lidera la compra de una participación del 90% en la empresa Panama Ports Company, operadora de los puertos de Balboa y Cristóbal. La adquisición, por un valor de 22.800 millones de dólares, implica la salida de la firma hongkonesa CK Hutchinson, que hasta ahora controlaba la concesión.