Indicador se situó en 86,8%, el más bajo desde el año 2015.
La producción de electricidad con fuentes renovables durante el año 2024 fue, en términos porcentuales, la más baja de los últimos 10 años. Así se desprende del informe de producción y demanda elaborado por la División de Operación y Control del Sistema Eléctrico (DOCSE) del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) revisado por Delfino.cr.
Según dicho documento, la demanda de electricidad del país durante el año pasado superó los 12.79 millones de megavatios-hora (MWh), un crecimiento del 4,06% respecto a los 12.29 millones del año 2023.
Del total de esa demanda de energía, el 64.7% fue cubierta con plantas hidroeléctricas, el 11,7% con la generación de las plantas geotérmicas y de tercero en importancia se situó, con 10.4%, la generación eléctrica mediante fuentes contaminantes, particularmente el uso de búnker. En menor porcentaje se encuentra la energía eólica con 9,7%, las compras de energía en el Mercado Eléctrico Regional (MER) con 2,8%, el bagazo con 0,5% y la energía solar con 0,2%.
De este modo la atención de la demanda con fuentes renovables se situó en 86,8%, el valor porcentual más bajo desde que en el año 2015 el ICE, como operador del Sistema Eléctrico Nacional, transparenta ese indicador.
El año con la cobertura de la demanda con fuentes limpias más alto es el 2021, cuando apenas el 0,08% debió cubrirse con fuentes contaminantes. Desde ese año el porcentaje país de demanda cubierta con energía renovable ha caído. En 2022 cerró en 98,72% y en el 2023 cayó hasta el 91,30%.
El ICE cuenta con siete plantas térmicas de generación de electricidad: Moín Gas, Moín Gas-CNFL, Guápiles, Orotina, Garabito, PTA Moín y PTA Garabito. Esta última fue la que mayor cantidad de electricidad produjo de entre las de su tipo durante el año pasado, excediendo los 785.732 MWh, muy por delante de los 213.403 producidos por la planta de Moín Gas y los 147.031 MWh de la planta PTA Moín.
Según el informe de diciembre del DOCSE, la producción de electricidad a partir de las plantas hidroeléctricas creció en 1,02% respecto al año previo; la energía geotérmica produjo 1,27% más que el 2023 y el bagazo produjo 8,57%. La energía solar produjo 188,84% más, y la energía eólica tuvo una caída en la energía generada del 15,18%.
La magnitud de la crisis energética que el país experimentó durante el año 2024 se ve reflejada en el porcentaje de crecimiento de la electricidad producida mediante fuentes contaminantes. Mientras que en 2023 ese valor fue de 608.066.7 MWh, en el 2024 se disparó un 118.8% hasta llegar a los 1.33 millones de megavatios-hora.
La mayor cantidad de energía producida por las plantas térmicas se dio durante los meses de enero a mayo, en todos los casos superando los 150.000 MWh mensuales, y en mayo llegando casi a rozar los 300.000 MWh. Desde junio, con la entrada de la época lluviosa, la producción con hidrocarburos cayó y fluctuó en el rango de los 50.000 MWh mensuales, hasta que en los meses de noviembre y diciembre esas plantas dejaron de aportar al Sistema Eléctrico Nacional.
Asimismo el informe señala que durante el 2024 el país terminó con un saldo negativo en el balance entre importaciones y exportaciones de electricidad, debido a que se debió comprar energía en el mercado regional para suplir la demanda nacional. La brecha fue de 223.930 MWh, de modo que mientras el país vendió 844.496,01 MWh al mercado, las compras ascendieron a casi 1.07 millones de MWh.
Crisis del 2024
En mayo del año pasado el ICE, por primera vez en 17 años, activó la alerta nacional por posibles racionamientos eléctricos.
Debido a ello todas las empresas distribuidoras de electricidad debieron elaborar cronogramas de los sectores y horarios en los que no habría suministro de energía, aunque finalmente estos no llegaron a implementarse, a excepción del 9 de mayo cuando se registró una situación crítica en el Sistema Eléctrico Nacional que forzó a dejar sin servicio a decenas de miles de personas en localidades como La Sabana, Curridabat, Guadalupe, Pavas, Dulce Nombre de Tres Ríos, Granadilla, La Betania, Alajuela, San Joaquín de Flores cerca de las seis de la tarde.
Aunque ese día tras el apagón el gerente de electricidad del ICE, Roberto Quirós Balma envió un audio a los medios indicando que había ocurrido "una falla" en una de las unidades generadoras del Proyecto Hidroeléctrico Reventazón y que esa era la causa del corte, el informe diario del DOCSE sobre la operación de las plantas generadoras no consignó que hubiese ocurrido falla alguna en esa planta.
El documento del DOCSE, fechado el 22 de mayo, reveló que el apagón de ese día estaba previsto al menos desde la 1 p. m. y se debió a la acumulación de factores que llevaron el sistema eléctrico a un nivel crítico: la producción de energía eólica, térmica y con bagazo por debajo de lo que se tenía previsto ese día, y el hecho de que las hidroeléctricas de Prirrís, Cachí y Reventazón estaban operando con sus embalses cerca de sus niveles mínimos de operación.
La situación se normalizó casi al mismo tiempo del audio enviado por Quirós Balma a la prensa y fue porque, según el informe del DOCSE, el ICE recibió la orden de bajar el nivel mínimo de operación del embalse del proyecto Pirrís, lo que aumentó las reservas de energía disponibles para los días subsiguientes. Aunque el Instituto reconoció que operar la planta por debajo de su nivel mínimo no era una condición regular de operación, determinó que sí era factible de manera transitoria.
No se esperan racionamientos para este 2025
Las autoridades del ICE han indicado que para este año no se esperan racionamientos de electricidad como los que se previó para el año previo.
El pasado 17 de enero el Instituto señaló que el nivel del embalse Arenal, el espejo de agua más grande que tiene el país para cubrir la demanda eléctrica durante la época seca, había llegado a su nivel más alto en los últimos 20 años.
Las precipitaciones registradas durante diciembre y enero en las cuencas que alimentan ese embalse fueron de tal magnitud que los excesos del embalse empezaron a drenarse mediante el vertedero (o aliviadero) que existe para evitar que el lago se desborde y cause inundaciones en las comunidades circundantes.
Según el Boletín Intra-Diario del DOCSE-ICE los embalses de las plantas de Cachí, Pirrís y Arenal se encuentran por encima de los niveles previstos según la programación anual.