El contrato de trabajo es un acuerdo en el que una persona se compromete a prestar sus servicios a otra bajo su dirección y dependencia, a cambio de una remuneración. Este contrato debe cumplirse conforme a lo pactado y en apego a la buena fe. Sin embargo, si el empleador tiene conocimiento de que un trabajador padece un trastorno de salud mental, esto podría influir en el ejercicio de sus facultades patronales dentro de la relación laboral.

El entorno laboral no es ajeno al aumento de casos relacionados con trastornos en la salud mental. A nivel práctico, es común que los trabajadores manifiesten tener padecimientos tales como depresión, ansiedad o estrés. Esto puede generar dos situaciones:

  1. Limitación a la potestad de libre despido: En el año 2021, la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia señaló que, ante la acreditación con prueba documental de que el trastorno era de conocimiento del patrono, su potestad de libre despido se encuentra limitada “temporalmente” e, inclusive, se podría justificar el bajo desempeño ante “la disminución en su capacidad de cumplir cabalmente la prestación contratada”.
  2. Posibilidad de que se solicite un ajuste en el puesto o funciones: Asimismo, la misma Sala Segunda señaló en 2024, que pese a que la Sala Constitucional estableció que no es arbitrario ni lesivo de ningún derecho fundamental el hecho de que se requieran las revisiones periódicas del estado de salud (dictamen médico), si existe un criterio médico que concluye que la condición de salud es permanente y limitante para ejercer las labores para las que la persona trabajadora fue contratada, se debería buscar un puesto que se ajuste a lo solicitado por el médico.

Para contrarrestar esta situación, a partir de lo anterior se evidencia la necesidad de abordar el tema de la salud mental desde un enfoque preventivo, máxime que en Costa Rica se ha reconocido como derecho humano y laboral fundamental el tener un entorno de trabajo seguro y saludable.

No obstante, además del enfoque preventivo mediante la capacitación, un aspecto que se puede fortalecer en relación con la salud mental es el del salario emocional, el cual se puede definir como todos aquellos beneficios no económicos que permiten satisfacer necesidades personales y  mejora la calidad de vida tales como la conciliación de la vida laboral con la familiar, el bienestar físico y emocional, entre otros.

Esto no solamente puede servir para prevenir situaciones de salud mental, sino, además, puede hacer que la empresa sea más atractiva, y, por ende, sirva para retener talento. Dentro de los beneficios que se pueden considerar dentro del salario emocional con la finalidad de prevenir trastornos de salud mental, se encuentran los siguientes:

  • La flexibilidad: su principal objetivo es que el trabajador tenga mayor autonomía para cumplir con sus funciones y organizar su tiempo según tus necesidades. Para ello, se puede disponer de opciones como trabajo híbrido u horarios flexibles de inicio y finalización de jornada.
  • Medidas para la conciliación: se pueden establecer servicios de comedor, transporte, gimnasio, entre otros, con la finalidad de facilitar tareas cotidianas, o bien, evitar el estrés que puede generar los desplazamientos.
  • Planes de formación: al brindar la posibilidad de aprender y reforzar conocimientos para mejorar el perfil profesional, el trabajador se siente valorado mientras que al patrono le puede funcionar eventualmente esta estrategia para cubrir eventuales vacantes.
  • Promoción de estilos de vida saludable: se puede disponer de campañas de información y capacitación en temas de salud, actividad física, atención nutricional o médica. Adicionalmente, se pueden establecer días personales, adicionales al tiempo de vacaciones, para que el trabajador pueda tener más tiempo de descanso en el año.
  • Cuidar el clima laboral: se logra fomentando un buen clima corporativo, con actividades de team building, programas de voluntariado o actividades sociales.

Las iniciativas de salario emocional tienen un efecto positivo dentro de las relaciones laborales; si bien se pueden establecer para prevenir situaciones relacionadas con la salud mental, pueden servir también para lograr que los trabajadores se sienten valorados, motivados y comprometidos.

Finalmente, el patrono puede implementar estas medidas por medio de sus profesionales de Recursos Humanos; sin embargo, recomiendo que sean revisadas por un especialista en derecho laboral con la finalidad de que los beneficios que se brinden no vayan a generar contingencias futuras por ser considerados como salario en especie o derechos adquiridos.

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