Balance primario (ingresos menos gastos, sin intereses) fue positivo, del 1,1% del PIB.

Costa Rica logró reducir su relación deuda-PIB a 59,8% al cierre de 2024, una caída de 1,4 puntos porcentuales respecto al 61,1% registrado en 2023, según informó el Ministerio de Hacienda. Se trata de la primera vez en cuatro años que el indicador cae por debajo del 60%.

El saldo de la deuda del Gobierno Central creció un 2,0% en comparación con 2023, un aumento inferior al del PIB nominal, que registró una expansión del 4,4% según el Banco Central de Costa Rica. Adicionalmente, el país generó una reserva de liquidez cercana al 1,0% del PIB, con fondos en colones y dólares.

El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, atribuyó los resultados a la "disciplina fiscal" y destacó la importancia de mantener una gestión prudente de la deuda. "Por tercer año consecutivo, alcanzamos un superávit primario, lo que significa que en promedio dejamos de endeudar al país en 725.933 millones por año", señaló Acosta.

El superávit primario de 2024 fue de 520.696 millones de colones (1,1% del PIB), impulsado por ingresos totales de 7.41 billones y un gasto primario de 6.89 billones. Sin embargo, el balance primario se redujo en 209.016 millones con respecto a 2023, debido a una menor recaudación tributaria y un aumento en el gasto en remuneraciones, transferencias y capital.

A pesar del superávit primario, el déficit financiero, que incluye el pago de intereses de la deuda, se situó en 1.85 billones de colones (3,8% del PIB), un aumento de 0,5 puntos porcentuales con respecto a 2023. El gasto total creció un 6,3% anual, con incrementos en remuneraciones (6,5%), transferencias corrientes (4,1%), pago de intereses (5,0%) y gasto de capital (17,1%).

El Ministerio de Hacienda también destacó una mejora en la percepción de riesgo de Costa Rica en los mercados internacionales. El Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI) del país cerró en 198 puntos base, muy por debajo del EMBI LATAM (461 puntos) y el EMBI GLOBAL (297 puntos).

Variación en la recaudación tributaria

Los ingresos tributarios alcanzaron 6.57 billones, con un crecimiento anual del 2,4%, superior al 1,8% de 2023, pero inferior al crecimiento nominal de la economía (4,4%). Esto redujo la relación ingresos tributarios-PIB de 13,6% en 2023 a 13,4% en 2024.

El Impuesto al Valor Agregado (IVA) creció un 5,8%, mientras que el impuesto a los combustibles se desaceleró a un 7,6% tras haber crecido un 8,7% en 2023. El impuesto selectivo de consumo aumentó un 17,1%, por debajo del 26,3% registrado el año previo, y el impuesto a las importaciones repuntó con un alza del 10,7%, revirtiendo la caída del 1,1% en 2023.

En contraste, el impuesto sobre los ingresos y utilidades cayó un 2,6%, afectado por la reducción del 8,2% en el tributo sobre personas jurídicas. Entre los sectores con mayor disminución en su aporte al impuesto sobre la renta estuvieron actividades financieras y de seguros (45.187 millones menos), transporte y almacenamiento (34.821 millones menos) y comercio al por mayor y menor (11.738 millones menos).

Asimismo, la recaudación del impuesto a la propiedad de vehículos bajó un 15,9%, lo que representó una caída de 31.594 millones respecto a 2023.