Relatos de mujeres que alzan sus voces fuera de la Gran Área Metropolitana y un listado de servicios para mujeres sobrevivientes de violencia.
En 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. La fecha fue elegida en memoria del asesinato de las hermanas Mirabal (Minerva, María Teresa y Patria) durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana. Por tanto, cada año se conmemora por todo el mundo este día en aras de generar conciencia y encaminar acciones orientadas al cambio.
En el caso de Costa Rica, el país ha ido avanzando gradualmente en estos temas. Un ejemplo destacable es la Ley de Penalización de Violencia contra la Mujer, que se aprobó en el 2007 con el objetivo de salvaguardar los derechos de las víctimas de violencia, así como sancionar sus distintas manifestaciones (física, psicológica, sexual y patrimonial). Pero, ¿cuál es el contexto actual de la violencia de género?
ONU Mujeres estima que al 2023, a nivel global, 736 millones de mujeres –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja, de violencia sexual fuera de la pareja, o de ambas, al menos una vez en su vida (el 30% de las mujeres de 15 años o más). Asimismo, el día de hoy reveló que cada diez minutos, una mujer o niña muere a manos de su pareja u otro miembro de la familia.
A nivel nacional, datos del Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia del Poder Judicial, indican que durante 2022, los delitos sexuales representaron el 6% (12.038) de la totalidad de las denuncias interpuestas ante el Ministerio Público contra personas mayores de edad (194.557).
Con respecto a la violencia doméstica, el Observatorio señala que entre el 1 de enero de 2018 y el 31 de diciembre de 2023, fueron solicitadas un total de 259.002 medidas de protección, esto equivale a un promedio de 142 medidas de protección por día.
En la mayoría de los casos, son mujeres las que solicitan la protección en contra de hombres (pareja sentimental, cónyuge, hermano, padre, tío, abuelo, novio, primo, entre otros). Aunque cabe destacar que no todas las medidas de protección son solicitadas en el contexto de relaciones de pareja.
En cuanto a femicidios registrados, se agrega el siguiente gráfico con datos del 2007 al 2024:
Historias de mujeres que alzan sus voces en contra de la violencia machista
Las mujeres enfrentan cotidianamente diferentes barreras y obstáculos impuestos por la sociedad, y simultáneamente, van rompiendo techos de cristales en las áreas en las cuales se desarrollan. Una tarea para nada sencilla, ya que implica ir en contra del orden establecido y predominante; uno donde los derechos de la población femenina en su amplia diversidad continúan siendo relegados.
Sin embargo, historias de mujeres como la de Mariana y las pescadoras de Isla Venado, de Mirna y las trabajadoras del sexo, y de Samantha y sus compañeras esparzanas, permiten ver desde la óptica de la violencia de género, sus repercusiones, pero más allá de eso, también evidencian la resiliencia de las mujeres para salir adelante pese a toda la violencia que les atraviesa por el cuerpo.
Asimismo, se visibiliza el valor de tejer redes de apoyo para luchar juntas en contra de la huella patriarcal que trata de silenciarlas. Un ejemplo destacable corresponde a Tardes de Café, pueden leer más sobre esta iniciativa en esta nota.
La fuerza de las pescadoras en Isla Venado
Mariana Barrios Martínez es una mujer de 43 años, lideresa y activista en Isla Venado. Además, fue pescadora por mucho tiempo hasta que decidió retirarse hace tres años. Actualmente, es parte de la Red de Mujeres Emprendedoras, Productoras y Pescadoras de Isla Venado, la cual está conformada por aproximadamente 50 mujeres.
Esta lideresa trabaja especialmente con jóvenes, pescadoras y mujeres en general. Indicó que desde los 14 años ha sido activista. Le compartió a Delfino.cr que como parte de la lucha de la defensa de los derechos de las mujeres, han buscado tener más incidencia, voz y voto en los espacios de toma de decisiones.
Por supuesto que hemos vivido en carne propia la violencia las mujeres pescadoras y costeras. Imagínate, somos mujeres, solo por eso nos discriminan de entrada. Es violencia también por el hecho de que somos una comunidad rural y tras de eso, somos costeras, porque a las zonas costeras se nos ha impedido un montón el desarrollo de nuestras comunidades. Y claro, el machismo que siempre ha existido acá [...] La lucha no ha sido fácil, seguimos, las mujeres pescadoras han sido violentadas, pero ahí vamos, es un poco complejo [...] Muchas veces las instituciones no nos dan acompañamiento, incluso nos invisibilizan ellos mismos o bien, no estamos mapeadas”.
“No les gusta ver a las mujeres rebelándose en contra de la violencia”, expresó Mariana, mientras narraba el abandono por parte de algunas instituciones a las pescadoras, no solo en momentos de veda, sino que es algo que sucede de manera habitual. Estas mujeres realizan las mismas labores que los hombres en la pesca, según afirmó Mariana, no obstante, han enfrentado discriminación, bullying y estereotipos de género.
Desde la Red, se aspira a empoderar a las mujeres con el fin de que logren su desarrollo personal y consoliden su autonomía económica más allá de la pesca. Asimismo, acompañan a mujeres que sufren de violencia a manos de sus parejas, papás u otros hombres. Como parte de su trabajo, han capacitado y acompañado a mujeres, así como que demandan constantemente tanto el acceso a los servicios básicos como los derechos de las mujeres en Isla Venado, los cuales conforman deudas pendientes por saldar.
Somos lideresas, estamos muy apropiadas de nuestra isla, de nuestra identidad, el problema de una es de todas. Las instituciones no conocen la realidad de las mujeres costeras e isleñas desde la diversidad y complejidad. Todas somos tan diversas desde diferentes situaciones socioeconómicas, culturales, productivas… Tenemos nuestros propios retos, miedos, desafíos, luchas internas que vivimos desde nuestra realidad y son de todos los días. No nos cansaremos de pedir lo que por Derecho nos merecemos”.
Desmitificando el trabajo sexual
Mirna Brenes Anchia es una mujer de 48 años que vive en Puntarenas. Desde los 15 años, se dedica al trabajo sexual y a raíz de diferentes situaciones que tuvo que atravesar en su pasado, decidió convertirse en activista por los derechos de las mujeres trabajadoras del sexo.
Mirna le comentó a Delfino.cr que a pesar de que constantemente intenta acompañar y guiar a las mujeres trabajadoras del sexo, es una tarea ardua al contemplar que “se necesitan muchos recursos, porque somos una de las poblaciones más impactadas por la violencia y discriminación [...] He tratado de, poco a poco, aportar un granito de arena para ayudar y acercarlas a las instituciones”.
Asimismo, añadió que ha impulsado a algunas mujeres a que continúen estudiando o bien, se acerquen a las aulas para aumentar su empoderamiento, pero para ella, la situación del desempleo, la pobreza, así como otros factores estructurales, dificulta esa meta. Como parte de los desafíos que enfrentan se ubican los mitos en torno al trabajo sexual. Subrayó que las mujeres que se dedican a esta actividad no lo hacen por “vagancia” y que además, son personas con derecho a una vida digna, lo que implica acceso a condiciones laborales seguras, protección legal, atención médica, y el derecho a vivir libres de estigmatización y violencia.
“La sociedad nos invisibiliza. Quiero contribuir a quitar los estigmas que nos rodean. Somos mujeres muy competentes”, comentó Mirna. Además, compartió que en ocasiones funge el rol de “puente” entre la institucionalidad y las mujeres trabajadoras del sexo que son migrantes, transgénero, en condición de pobreza, entre otras. Una de sus metas es contar con representación legal para las mujeres que se dedican al trabajo sexual con el propósito de que sus derechos avancen en materia laboral, social, económica y cultural.
Mujeres de Esparzas tejiendo redes en contra de la violencia
Samantha María Fuentes Romero es una joven de 29 años, profesional en Trabajo Social y oriunda del cantón de Esparza. En el 2019, se incorporó a la Red de Prevención de la Violencia de Esparza, en donde fue coordinadora y representante de la sociedad civil.
Actualmente, como parte del ejercicio de su carrera, se dedica a realizar grupos socioeducativos de autocuidado, capacitaciones sobre hostigamiento sexual laboral, talleres socioeducativos sobre la Ley N° 9406, entre otros temas. Además, forma parte de la Asociación de Mujeres Esparzanas en Acción (ASMEA), en donde están elaborando reglamentos y un plan de trabajo que les permita “acercarse más a la utopía de vivir en una sociedad libre de violencia”.
ASMEA nació en el 2022 como una organización dedicada a mejorar la calidad de vida de las mujeres en Esparza y de la “necesidad de las mujeres esparzanas de contar con un espacio físico que les permita encontrarse, capacitarse y hacer alianzas para volverse las protagonistas de su propia vida, es así como estas mujeres se vuelven promotoras del proyecto Casa Municipal de la Mujer, gracias a esto, Esparza hoy cuenta con la segunda casa de la mujer del país”, detalló Samantha mientras comentaba que todas las mujeres del cantón, así como de otros aledaños, siempre son bien recibidas en este espacio.
Con respecto a si la violencia de género ataca de manera diferenciada a las mujeres que viven en zonas rurales y costeras en comparación a las urbanas, Samantha expresó:
Las mujeres de zonas costeras, -como todas- enfrentamos múltiples violencias desde que somos pequeñas, sin embargo, parte de esa violencia diferenciada, se encuentra en el desigual acceso a oportunidades de desarrollo, así como las intersecciones que atraviesan a mujeres, como por ejemplo la clase social, etnia, situación de discapacidad, orientación sexual. Lo cual profundiza las ya existentes desigualdades de género [...] Las mujeres en zonas costeras y rurales suelen tener menores oportunidades laborales, ingresos más bajos y mayor precariedad en el empleo. Esta situación nos vuelve más vulnerables a diversas formas de violencia, ya que dependemos económicamente de nuestras parejas o de trabajos mal remunerados.
¿Dónde se puede acudir en situaciones de violencia de género?
Existen diversas organizaciones, asociaciones, colectivas feministas e instituciones que se encargan de brindar atención, asesoramiento, compañía, capacitaciones y demás acciones en el marco de la erradicación de la violencia de género. Se agregan algunas, así como sus medios de contacto.
Inamu como ente rector y promotor de los derechos de las mujeres
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) posee el servicio de atención inmediata y especializado, el Centro Operativo de Atención a la Violencia Intrafamiliar (COAVIF), el cual opera las 24 horas del día, todos los días del año, por medio del Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1.
Asimismo, como parte de los servicios que la institución ha brindado históricamente, esta dispone de un equipo de trabajo en servicios de atención a la violencia contra las mujeres en cada una de las cinco Unidades Regionales ubicadas fuera de la Gran Área Metropolitana. El equipo está compuesto por dos psicólogas y dos abogadas. En el caso de la Unidad Regional Central, ubicada en Los Yoses, solamente hay una psicóloga que atiende consultas referidas internamente y de mujeres de Alajuela. Sin embargo, se complementa con los servicios que ofrece la Delegación de la Mujer, para toda la GAM, ubicada 75 metros al sur del Museo Nacional. En esta además de psicólogas y de abogadas, hay trabajadoras sociales.
Otro de los servicios de atención es el de protección en Centros Especializados de Atención y Albergue Temporal para mujeres en riesgo de femicidio, sus hijas e hijos. El ingreso es voluntario, sin embargo, se sigue un protocolo para ello. Los Centros de Atención y Albergue tienen domicilio protegido.
Mujeres Alerta CR
Mujeres Alerta CR es una organización que posee diversos proyectos basados en el acompañamiento y guía a mujeres sobrevivientes de violencia de género, doméstica, intrafamiliar, entre otras. Asimismo, ofrecen apoyo con psicólogas expertas en temas de violencia desde un enfoque de género.
Y adicionalmente, tienen como proyecto una tienda virtual para ayudar a mujeres (mayores y menores de edad) en estado de vulnerabilidad. Dicha organización utiliza sus redes sociales como un medio informativo para concientizar sobre la violencia de género.
En caso de necesitar este tipo de apoyo, las mujeres pueden enviar su caso a las cuentas de la organización, ya sea por medio de Facebook o Instagram.
Mujeres Unidas en Salud y Desarrollo (Musade)
Organización de base comunitaria, autónoma y sin fines de lucro, ubicada en San Ramón de Alajuela, que fomenta la igualdad y autogestión de las mujeres. Nació con el fin de empoderar a las mujeres y brindarles herramientas para mejorar su calidad de vida, promoviendo el acceso a la salud, la educación y la justicia.
El enfoque inicial estaba dirigido a la atención integral de mujeres en situación de vulnerabilidad, especialmente aquellas afectadas por la violencia doméstica. A lo largo de los años, han ido ampliando su alcance.
En la actualidad, proporcionan servicios de salud, asesoría legal y apoyo emocional, así como capacitaciones, campañas de prevención, entre otras acciones.
Además, poseen un proyecto que se llama Red por los derechos de las mujeres, el cual consiste en reuniones mensuales en diferentes zonas de Costa Rica:
- Palmares.
- Naranjo.
- Sarchí.
- La Suiza de Turrialba.
- Peñas Blancas de San Ramón.
- Limón.
- Coto Brus.
- Barranca de Puntarenas.
- Sardinal de Puntarenas.
Adicionalmente, cuentan con convenios de atención presencial en Sarchí y en Palmares. De igual manera, atienden de forma virtual en cualquier zona del país.
Entre los medios de contacto, está el correo: [email protected], la página web, las cuentas de Facebook e Instagram, el teléfono 2445-4885 y el Whatsapp 8543-3777.
Centro Feminista de Información y Acción (Cefemina)
Organización No Gubernamental (ONG) de carácter feminista cuyo objetivo es la lucha por los derechos de las mujeres. Como parte del programa Mujer No Estás Sola, ofrecen atención personal presencial, telefónica y vía WhatsApp. Además, cuentan con grupos de autoayuda para mujeres que están viviendo alguna situación de violencia.
Casa de la Mujer
Organización sin fines de lucro, la cual se ha consolidado como un espacio para el trabajo multidisciplinario, enfocado en dar una respuesta positiva y oportuna a mujeres que luchan por su desarrollo integral. Se ubica en Pérez Zeledón, San Isidro del General, costado oeste del Estadio Municipal, altos de Impresos Elimar S.A.
Ofrecen atención psicológica individual para mujeres mayores de edad y talleres psicológicos gratuitos. Entre estos talleres destaca Reconstruyendo mi vida, diseñado como un proceso psicoterapéutico que se enfoca en las sobrevivientes de violencia de género, brindándoles herramientas para su recuperación y fortalecimiento emocional.
Para contactarse con esta organización, pueden hacerlo a través del correo electrónico: [email protected], o por medio de los teléfonos: 2770-1856 / 8813-0525 / 8315-4016.
Para profundizar en estos temas, se recomiendan leer las investigaciones que se han realizado desde el CIEM-UCR, el IEM-UNA, la Red Feminista contra la Violencia hacia las Mujeres CR, PNUD Costa Rica, entre otros. Asimismo, las personas que sean familiares de una mujer que fue víctima de femicidio, pueden unirse al grupo Familias Sobreviviendo al Femicidio - Costa Rica, en donde podrán obtener compañía y apoyo mutuo.