La OCDE destaca los retos y avances del sistema educativo costarricense en su más reciente reporte, comparando al país con sus pares internacionales.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó su informe “Education at a Glance 2024”, iniciativa descrita como "la guía definitiva sobre el estado de la educación en el mundo".

En el estudio se ubican distintos datos, indicadores, gráficos y tablas que contienen información de interés tanto para la ciudadanía en general como para las personas involucradas en procesos de toma de decisiones a escala local, nacional y global.

OCDE afirma que las condiciones generales en torno a los logros educativos y los resultados en el mercado laboral han mejorado para las personas adultas jóvenes, pero que todavía pueden adaptarse los sistemas educativos para optimizar estos resultados para todos los grupos, incluidas las niñas, las mujeres y los estudiantes de bajos ingresos.

Costa Rica se convirtió en 2021 en el 38º Estado miembro de esta organización internacional y multilateral. Por tanto, los datos que arroja este informe resultan de gran valor para el país. A continuación, se agregan algunos puntos a destacar.

Primero, se resalta la importancia de que haya un incremento de la población adulta joven que posee un título de educación secundaria superior. La proporción de personas que no tienen este título ha disminuido entre 2016 y 2023 en la mayoría de países OCDE, incluyendo a Costa Rica. Su proporción de personas de entre 25 y 34 años sin educación secundaria superior disminuyó en 11 puntos porcentuales entre 2016 y 2023. Sin embargo, con un 38%, Costa Rica está 24 puntos porcentuales por encima del promedio de la OCDE en 2023 (14%).

Segundo, en el país el 65% de las personas entre 25 y 34 años que no poseen un título de secundaria superior están empleadas. En la mayoría de los países OCDE, la consolidación de mercados laborales fuertes en conjunto a la creciente participación en la educación ha generado una disminución en la proporción de jóvenes entre los 18 y 24 años que no trabajan ni estudian y tampoco reciben capacitación. Sin embargo, en Costa Rica la proporción de este tipo de personas aumentó del 24,7% al 27,9%.

Tercero, en casi todas las medidas disponibles, las niñas y las mujeres obtienen mejores resultados educativos que los niños y los hombres, y en muchos de los casos, la brecha se está ampliando. En todos los países miembros de la OCDE, las mujeres de entre 25 y 34 años poseen tantas o más probabilidades que sus pares masculinos de tener una calificación terciaria (54% en comparación con el 41% en promedio en los países de la OCDE).

No obstante, está la otra cara de la moneda: Aunque las niñas y las mujeres superen a los niños y los hombres en educación, ese panorama se invierte cuando ingresan al mercado laboral. Las mujeres de entre 25 y 34 años tienen menos probabilidades de estar empleadas en comparación con los hombres, especialmente entre aquellas con un nivel educativo inferior a la secundaria superior, donde la brecha es más amplia. En cambio, la diferencia se reduce entre quienes han alcanzado un nivel de educación terciaria.

En Costa Rica, solo el 43% de las mujeres jóvenes con un nivel educativo inferior a la secundaria superior están empleadas, frente al 84% de los hombres en la misma situación (los promedios de la OCDE son 47% y 72%, respectivamente). Por otro lado, el 75% de las mujeres jóvenes con educación terciaria tienen empleo, comparado con el 83% de los hombres (los promedios de la OCDE son 84% y 90%). Entre las personas con educación secundaria superior o postsecundaria no terciaria, las mujeres jóvenes ganan en promedio el 84% del salario de sus pares masculinos en la OCDE y el 95% en Costa Rica.

Cuarto, entre 2015 y 2021, la inversión en educación temprana, como porcentaje del PIB, se redujo un 14%, mientras que en la OCDE aumentó en promedio un 9%. Y por último, con respecto al trabajo de las personas docentes, el número de horas que están obligadas contractualmente a enseñar varía mucho entre países. En Costa Rica, los profesores deben impartir 1267 horas al año. Dato que se encuentra muy por encima del promedio de la OCDE, que es de 706 horas por año.