Se nos ha enseñado que un diploma universitario es la meta. Es cierto que es un gran logro, pero debe pensarse en él como lo que realmente es: una licencia para aprender haciendo. Es el punto de partida, no el destino final. Es vital que nos tomemos un tiempo para integrar cada logro, sí, pero sin estancarnos. La persecución de nuestros sueños requiere movimiento constante.
Muchos profesionales, sin haber estudiado emprendimiento, inician sus propias aventuras. Se especializan en nichos de mercado o técnicas específicas dentro de su área de estudio, demostrando que la capacidad de emprender a menudo nace de la pasión y la experiencia práctica, no solo de un aula. La importancia de perseguir nuestros sueños desde jóvenes radica en que el tiempo vuela. Los sueños no se materializan solos; exigen acción. A veces, incluso, debemos aprender a quitarnos de nuestro propio camino para que el universo, o las oportunidades que surgen, realicen su magia.
En esta era digital, cada uno de nosotros, como usuarios de redes sociales, somos potenciales fundadores de empresas de comunicación digital. La huella digital que creamos a lo largo de los años se convierte en un valioso crédito social, asociado a nuestra reputación o marca personal. Es una plataforma única para impulsar nuestros proyectos y conectar con el mundo.
La inspiración puede llegar en cualquier momento. Hay quienes inician la persecución de sus sueños a los 60 años, cuando sus hijos han crecido y los nietos están por llegar. La verdad es que nunca es tarde para empezar. Esta afirmación cobra una profundidad y veracidad aún mayor a medida que pasan los años y se acumulan las experiencias. La vida nos enseña que siempre hay un nuevo comienzo posible.
La procrastinación, aunque parezca un enemigo, puede ser un mecanismo muy útil. Nos obliga a acortar el tiempo disponible para un proyecto, revelando que algo que pensábamos que tomaría años, en realidad puede ejecutarse en meses o incluso menos. Propongámonos el hábito de ver cuánto podemos lograr en dirección a nuestros sueños con solo 20 minutos de trabajo enfocado y sin distracciones, con papel y lápiz en mano. Se sorprenderán de lo mucho que se puede avanzar.
Escuche el episodio 273 de Diálogos con Álvaro Cedeño titulado “Perseguir sueños”.
Suscríbase y síganos en nuestro canal de YouTube, en LinkedIn y en nuestra página web para recibir actualizaciones y entregas adicionales.
Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.