Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos llamó a extremar las medidas de diagnóstico y prevención.
El Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos emitió un comunicado en el que señaló que la reaparición del Gusano Barrenador en Costa Rica "constituye un serio problema para la salud humana y animal".
Luego de 20 años de erradicación, durante las últimas semanas, se ha generado en el país gran preocupación, por la aparición de infestaciones, denominadas miasis, asociadas con la mosca Cochliomyia hominivorax (gusano barrenador) en animales y humanos.
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Las miasis genera cuadros clínicos que comúnmente se identifican como gusaneras, ya que las lesiones presentan cientos de larvas que comprometen de forma importante la salud de los pacientes. En ese contexto el colegio profesional llamó a extremar las medidas de diagnóstico y prevención, para salvaguardar la salud ante este tipo de casos.
Adriana Troyo, vocera del Colegio de Microbiólogos y Químicos Clínicos y de la Sección de Entomología Médica de la Universidad de Costa Rica (UCR), detalló que los grupos más vulnerables están representados por niños pequeños, personas en situación de calle, ancianos, pacientes encamados, con procesos patológicos en orificios naturales o con problemas neuromotores.
También, deben agregarse las personas con heridas quirúrgicas, intubadas y pacientes que presentan exudados o supuraciones.
Estos grupos son especialmente vulnerables, porque las moscas depositan sus huevos en la boca o sobre lesiones sanas en la piel, y es necesario que las personas, quienes están a cargo de estas, puedan tener la capacidad de estar alerta”.
El colegio señaló que además del gusano barrenador, existen muchas otras especies de moscas que pueden provocar cuadros similares. Estos cuadros han sido frecuentes durante el periodo en que el gusano barrenador estuvo ausente, por lo que las miasis deben ser abordadas bajo una perspectiva integral.
Además, destacaron que las larvas del gusano barrenador son parásitos obligados, por lo que las moscas siempre buscan un animal o una persona donde colocar sus huevos. Esto difiere de otras especies de moscas que habitualmente se observan en las casas, o en cercanía a animales, las cuales, utilizan los residuos orgánicos para colocar sus huevos, puntualizaron.
Agregaron que el pronóstico de los casos de miasis por gusano barrenador depende del sitio anatómico que se vea comprometido y de la cantidad de larvas. Las miasis predisponen a otro tipo de problemas sistémicos, como infecciones por bacterias.
Olger Calderón, vocero del colegio y de la Sección de Entomología Médica de la UCR, amplió:
“Las miasis, a lo largo de la historia, han sido cuadros proclives a la estigmatización por lo que no siempre se les da la atención requerida. Por esto, es importante que tanto los cuidadores, personal asistencial, cuerpo médico y personal de apoyo psicológico, se sensibilice con el problema”.
La institución enfatizó que para la prevención de las miasis, es prioritaria la utilización de barreras como los toldos, los cuales, minimizan el contacto del paciente con las moscas. Además, las heridas deben estar debidamente cubiertas y sometidas a vigilancia periódica. En caso de que se advierta la presencia de larvas, se debe contactar inmediatamente al personal médico.
Desde la perspectiva diagnóstica, la identificación de las larvas, a nivel de especie, es fundamental para precisar las condiciones asociadas con ocurrencia de los respectivos cuadros clínicos y plantear las acciones de prevención y control correspondientes, mencionaron.
Entre otras recomendaciones citaron controlar los sitios de acceso que puedan tener las moscas, con respecto a los lugares donde se ubican los pacientes. Por esto, la utilización de cedazos o el cierre de puertas y ventanas, se recomienda en aquellas situaciones en que se encuentren personas en riesgo. Además, la disposición adecuada de los desechos orgánicos representa una medida preventiva que evita la atracción de ciertos tipos de moscas, que también tienen la potencialidad de producir miasis.