El 26 de marzo se conmemorará el Día de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino.
El virus del papiloma humano (VPH) es una infección común de transmisión sexual que puede afectar a la piel, la zona genital y la garganta de la persona infectada.
El virus es una de las causas principales del cáncer cervicouterino, el cuarto tipo de mayor prevalencia entre las mujeres y se estima que, cada año, 625.600 mujeres y 69.400 hombres contraen un tipo de cáncer relacionado con el VPH.
En Costa Rica, la incidencia bruta de cáncer cervicouterino en 2020 fue de 14.4 por cada 100,000 mujeres. Además, en 2019 se registraron 160 muertes a causa de este tipo de cáncer.
Por eso, y en el marco del Día de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, que se conmemora cada 26 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desmitificó los principales mitos asociados al virus.
Mitos y realidades
Al ser el VPH un virus de alta incidencia, es importante que la población esté informada acerca de sus causas y de sus formas de contagio:
Existen dos métodos para la prevención del cáncer de cuello uterino: el primero es vacunarse contra el VPH. Una de las ventajas de la vacunación es que estimula al cuerpo para producir anticuerpos.
Por lo tanto, cuando el cuerpo se infecta, los anticuerpos se unen al virus e impiden que afecte las células, disminuyendo así el riesgo de presentar cánceres, por el VPH, en otras partes del cuerpo.
Así lo señaló Carmela Oranges, directora ejecutiva de Medical Affairs para MSD.
El cáncer de cuello uterino puede ser prevenible a través de la vacunación temprana. En Costa Rica la vacuna está disponible en el Programa Ampliado de Inmunización para niñas de 10 años y es una herramienta fundamental para protegerlas de esta y otras enfermedades asociadas al VPH”.
Por su parte, el segundo método para prevenir el cáncer de cuello uterino es la realización de las pruebas de tamizaje o pesquisa. Estas pruebas otorgan un diagnóstico temprano y más efectivo.
Dato D+: Lea más detalles en la nota Especialistas: "El cáncer de cérvix es el único cáncer que es 100% prevenible".
Asimismo, aunque la infección puede detectarse por medio de una prueba de VPH, esta solo se realiza en mujeres mayores de 30 años para detectar las infecciones persistentes y de alto riesgo para cáncer cervicouterino. Por su parte, en mujeres más jóvenes, la infección por VPH suele desaparecer sola.