El tradicional papanicolau será reemplazado por la prueba VPH, el cual detecta la presencia del virus que produce el cáncer.
El Ministerio de Salud anunció, este miércoles, que cambiará la prueba de prevención del cáncer de cérvix que se realiza a las mujeres en el país.
Actualmente se utiliza la prueba del papanicolau, disponible en todas las áreas de salud, pero cuya efectividad es de aproximadamente el 40% de los casos, además de que detecta las lesiones del cuello uterino hasta que estas ya se produjeron. Ahora, y con la actualización de la Norma Nacional para la Prevención y El Manejo del Cáncer Cervicouterino en Costa Rica, los establecimientos de salud pasarán a hacer la prueba del virus del papiloma humano (VPH) cuya efectividad es del 98%.
Así, esta prueba, que ya está disponible en el país a nivel privado y cuyo costo asciende a los 40 mil colones, estará también disponible para acceso de todas las mujeres en los centros médicos de la seguridad social.
Según indicó el viceministro de Salud, Mario Urcuyo Solórzano:
Con esta actualización se realizará una prueba de mayor rendimiento con un porcentaje de efectividad de un 98%. Se trata de la prueba de VPH, una prueba que no es dolorosa, tiene mayor posibilidad para detectar la enfermedad y por si fuera poco requiere de menos chequeos. Esta nueva prueba se le aplicará a mujeres con un rango de edad de 30 a 64 años, las pacientes entre 20 y 30 años se deberán seguir realizando la citología y el papanicolau".
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 99% de los cánceres de cuello uterino son causados por el virus del papiloma humano (VPH). ¿Qué es el VPH? Es un virus que provoca la infección más común del aparato reproductor y cuya presencia, que se encuentra tanto en mujeres como en hombres, podría desarrollar lesiones pre y cancerígenas si no se tratan a tiempo.
Por su parte, en el mundo hay más de 200 tipos de virus del papiloma humano; de estos 200, hay 40 que afectan a nivel genital y de esos 40, a su vez hay 14 de alto riesgo que son los que provocan las lesiones precancerosas, o displasias como se les conoce comúnmente. De estos 14 hay 2, además, que son más peligrosos para elevar el riesgo del cáncer: el 16 y el 18.
Si esas lesiones provocadas por esos tipos de virus no se tratan a tiempo entonces ahí sí se podría desarrollar un cáncer en el cuello uterino.
El viceministro Urcuyo señaló que las pacientes que tengan un resultado negativo a la prueba, es decir aquellas donde el virus no esté presente, deberán volvérsela a realizar cada cinco años y no cada dos, como sucede actualmente con el papanicolau. Por su parte, las pacientes a las que la prueba les resulte positiva deberán realizarse otros exámenes para confirmar la existencia de la enfermedad, pues como señalamos arriba la presencia del virus no significa que ya tengan lesiones precancerígenas, si no que depende de cada caso.
Según Urcuyo:
Esta reducción de chequeos impactará económicamente y las mujeres no deberán aplicarse este examen con tanta regularidad".
El pasado mes de marzo la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) reportó que el estudio ESTAMPA, el cual usó la prueba de papilomavirus humano en lugar del papanicolau como medida de prevención del cáncer del cuello uterino, mostró una efectividad del 96% en comparación con el 40% que da la primera prueba.
El objetivo de las autoridades nacionales en este tema es implementar la estrategia 90/70/90 para que el país se alinee con las metas trazadas por la OMS para la erradicación de este tipo de cáncer, las cuales piden que para el 2030 la mortalidad del cáncer de cérvix disminuya un 30% para, a largo plazo, lograr que se elimine la enfermedad por completo (lo que se traduce en menos de 4 casos por cada 100 000).
Dicha estrategia significa que el 90% de mujeres estén vacunadas con la vacuna contra el VPH; que el 70% de mujeres de 35 a 45 años se hagan el estudio de tamizaje para VPH; y que el 90% de las mujeres identificadas con enfermedad cervical sean tratadas a tiempo.
El proceso de vacunación contra el VPH en Costa Rica inició en el 2019 en niñas de diez años, alcanzando una exitosa cobertura inicial del 98% y por ello las autoridades de salud también reforzaron el llamado, este miércoles, para que los padres vacunen a las niñas cuando cumplan 10 años, según establece actualmente el programa nacional de inmunizaciones.
Los datos de mortalidad por esta enfermedad señalan que en Costa Rica de cada 100 mil mujeres, 14 de ellas son diagnosticadas con la enfermedad y 4 fallecen.