TSE aseguró que de aprobarse los tres proyectos “su resultado sería muy perjudicial”.

El pleno del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) envió un oficio al presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias Sánchez, advirtiendo las consecuencias que tendría para la institucionalidad costarricense la aprobación de tres iniciativas de ley cuya discusión avanzó en el Congreso durante los últimos días.

En el mensaje el alto tribunal electoral expuso una serie de consideraciones en las que se basaron para advertir el impacto negativo que tendría la aprobación de los proyectos:

  • Expediente 23.229: Ley para Unificar las Elecciones Nacionales y Municipales.
  • Expediente 21.067: Reducción del Plazo entre la Primera y la Segunda Ronda Electoral, reforma del artículo 138 de la Constitución Política.
  • Expediente 23.201: Ley para el Fortalecimiento del Reconteo Electoral.

En el oficio el TSE recordó que en marzo del año pasado entregó a la Asamblea Legislativa cuatro proyectos de reformas electorales, los cuales “atienden las necesidades más urgentes del sistema electoral costarricense, señaladas, entre otros, por las misiones de observación internacional que ha recibido el país”, y añadieron:

Trascurrido un año desde entonces, debemos manifestar nuestra honda preocupación. No solo por el escaso avance de las apremiantes reformas que propusimos, sino, sobre todo, porque otras iniciativas de reforma son las que se están perfilando como prioritarias en la Asamblea Legislativa. Iniciativas que, no obstante legítimas, o son en sí mismas regresivas o en su conjunto ponen en grave riesgo el proceso electoral costarricense”.

Sobre los proyectos que la Comisión de Reformas Electorales de la Asamblea ha priorizado, desde el TSE señalaron que en relación al del proyecto 23.229, para unificar las elecciones municipales con las nacionales:

Defendemos la autonomía de las elecciones municipales porque estamos convencidos de que los costarricenses tienen el derecho, no solo de votar, sino de votar de manera informada. Es decir, teniendo el tiempo para discutir los desafíos específicos de cada cantón y para valorar a las personas y las propuestas que tienen para asumir esos cargos. Así se construye democracia. Desde abajo, desde la comunidad cantonal, basamento de la gran comunidad nacional que es el país”.

El TSE señaló que es falso que el unir las elecciones reduciría el abstencionismo, y que la ciudadanía esté cansada por votar cada dos años, y añadió que “la razón principal de su abstención es que no les atraen las propuestas, de ideas y personas”.

Mientras que el Tribunal reconoció que los otros dos proyectos persiguen “finalidades positivas”, aclararon que, en su conjunto y en relación con el anterior, “tienen el defecto de no ser coherentes y, por eso, afectarían gravemente la lógica del sistema electoral costarricense, imprescindible para su funcionamiento”.

Sobre la reforma constitucional para reducir el plazo entre la primera y la segunda vuelta, el TSE ha manifestado su anuencia con esa reducción siempre que esta no obligue a sacrificar las excepcionales medidas de protección de la pureza del sufragio que tenemos en Costa Rica, como el escrutinio definitivo a cargo de las magistradas y magistrados.

Pero, señalaron que esa reducción en el plazo sería “imposible en un esquema de elecciones nacionales y municipales unificadas, pues al concluir el escrutinio de las papeletas presidencial y diputadil, los mismos funcionarios que deberían dedicarse a la organización de la segunda ronda electoral, tendrían que continuar con el escrutinio de las papeletas para las alcaldías, regidurías, concejalías de distrito y sindicaturas, e intendencias”.

Desde el TSE añadieron que sería aún más inviable reducir el plazo entre primera y segunda ronda, si se aprobara la propuesta 23.201 que aumenta las razones por las que, durante el escrutinio, deba darse el recuento de todas las papeletas de las mesas.

Sobre dicha iniciativa de ley, el TSE la calificó deincoherente con las dos anteriores” y “desfasada respecto de la cantidad de electores, de partidos, de circunscripciones y de papeletas que hoy conforman el proceso electoral costarricense, muy superiores a los de mediados del siglo pasado, cuando se definieron los plazos para llevar a cabo recuentos generales durante los escrutinios”.

Desde el TSE aseguraron que no dudan de las buenas intenciones de quienes impulsan o respaldan estas reformas, pero recalcaron que “su resultado sería muy perjudicial” y advirtieron que de aprobarse se “comprometería la estabilidad institucional que, durante setenta y cinco años, ha asegurado ejemplares dinámicas electivas, estabilidad política y paz social a nuestra patria”.

El TSE enfatizó en que no están cuestionando la potestad de la Asamblea Legislativa para aprobar dichas reformas señalando que “la competencia es suya, pero, como toda potestad, debe ejercerse con sabiduría”, pero finalizaron el oficio señalando:

merecemos ser escuchados y que nuestras observaciones, realizadas desde nuestra experticia demostrada y en el ejercicio de nuestra función constitucional, sean analizadas. Y por eso, también, sentimos la obligación de advertir las graves consecuencias que para nuestro probado sistema electoral tendría la aprobación de estos proyectos”.

El proyecto para unificar las Elecciones Nacionales y Municipales (expediente 23.229) fue dictaminado afirmativamente el miércoles de esta semana, por lo que está por pasar al Plenario Legislativo para su trámite de mociones 137, mientras que el proyecto para aumentar las causales de reconteo electoral (expediente 23.201), recibió una dispensa de trámites este jueves, aprobada por la unanimidad del Plenario (40 presentes). Por su parte, el proyecto de reforma constitucional para reducir el plazo entre la primera y segunda ronda electoral (expediente 21.067) ya se encuentra en el Plenario Legislativo a la espera de su votación en primer debate de primera legislatura.