Parte del dinero estafado fue enviado a cuentas bancarias en Costa Rica
El fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, desclasificó el lunes una denuncia contra el costarricense Federico Hernández Gamboa acusándolo de conspiración para cometer fraude electrónico, conspiración para cometer fraude bancario, fraude bancario y robo de identidad agravado.
Según informó el Departamento de Justicia de los Estados Unidos en un comunicado de prensa, Hernández de 51 años y oriundo de Goicoechea fue partícipe de un plan para estafar a adultos mayores haciéndoles creer que habían ganado millones de dólares en una lotería de sorteos que solo podían cobrar después de pagar millones en impuestos y tarifas supuestamente legales.
Hernández fue arrestado el 10 de febrero anterior en el Aeropuerto Intercontinental George Bush en Houston, Texas y fue presentado el lunes ante la jueza magistrada Dena Hanovice Palermo en el Distrito Sur de Texas. Su estado legal a este martes es desconocido.
El fiscal Williams detalló:
Federico Hernández Gamboa estafó a numerosas víctimas ancianas que fueron engañadas al pensar que habían ganado premios que cambiarían sus vidas en una lotería de sorteos de millones de dólares. Al suplantar presuntamente a altos funcionarios del gobierno federal, Hernández y otros convencieron a las víctimas de que debían pagar impuestos y tarifas supuestamente adeudadas para poder reclamar sus ganancias. Estafadores de hombres y mujeres ancianos vulnerables para llenar sus propios bolsillos, tomen nota: enfrentarán las consecuencias.
Según la denuncia presentada en el tribunal federal de Manhattan, desde al menos agosto de 2020 hasta al menos mayo de 2023, Hernández y otros contactaron a personas adultas mayores haciéndose pasar por altos funcionarios del gobierno federal (incluido el Jefe de la División Criminal de la Fiscalía de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, el Director Adjunto de la Red de Cumplimiento de Delitos Financieros, entre otros) para convencer a las víctimas de que habían ganado grandes premios en efectivo como parte de una lotería de sorteos.
Hernández y otros indujeron a las víctimas a transferir millones de dólares en impuestos y tarifas supuestamente asociados con sus ganancias de la lotería a cuentas bancarias controladas por miembros del plan fraudulento. Luego, Hernández y otros transfirieron la mayor parte del dinero a cuentas bancarias en Costa Rica.
Los miembros del plan fraudulento también indujeron a las víctimas a enviar su información personal, que Hernández y otros utilizaron para crear tarjetas de identificación falsas. También falsificaron los nombres de las víctimas en acuerdos de préstamos que presentaron a instituciones financieras para persuadir a esas instituciones de que los fondos obtenidos fraudulentamente les pertenecían.
Las víctimas enviaron, aproximadamente, 4.3 millones de dólares en ganancias fraudulentas a cuentas bancarias controladas por miembros del plan delictivo, de los cuales aproximadamente 664.000 dólares fueron enviados directamente a cuentas bancarias controladas por Hernández.
Las penas que enfrenta Hernández por los delitos imputados son: 20 años máximo por el delito de cometer fraude electrónico; 30 años máximo por el cargo de conspiración para cometer fraude bancario; 30 años máximo por el cargo de fraude bancario; y dos años máximo por el delito de robo de identidad agravado; esta última de ser acreditada tendría que cumplirla consecutivamente a cualquier otra pena de prisión que se le imponga.
El caso contra Hernández fue construido por el trabajo de investigación de los Agentes Especiales y Analistas de la Fiscalía de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos. Asimismo, el caso está siendo manejado por la Unidad de Delitos Generales y la fiscal adjunta Amanda C. Weingarten está a cargo de la acusación.