Víctor Manuel Rocha, exembajador de los Estados Unidos en varios países de Latinoamérica fue arrestado y será juzgado en un tribunal de Miami acusado de espiar para el Gobierno de Cuba durante cuatro décadas, informó este lunes el Departamento de Estado.
Rocha, de 73 años y residente en Miami es un antiguo funcionario del Departamento de Estado quien participó en el Consejo de Seguridad Nacional de 1994 a 1995 y posteriormente se desempeñó como embajador de Estados Unidos en Bolivia de 2000 a 2002. Está acusado de cometer múltiples delitos federales al actuar clandestinamente como agente del Gobierno de la República de Cuba durante décadas.
El fiscal general Merrick B. Garland destacó que esta acción revela una de las infiltraciones de mayor nivel y duración en el Gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero. Afirmó que Rocha, durante más de 40 años, habría actuado como agente del gobierno cubano, ocupando puestos en el Gobierno de Estados Unidos que le proporcionaban acceso a información no pública y la capacidad de influir en la política exterior estadounidense.
El director del FBI, Christopher Wray, subrayó que los diplomáticos estadounidenses prestan juramento para apoyar y defender la Constitución de Estados Unidos, y actuar como agente para un gobierno hostil constituye una violación flagrante de ese juramento. Wray afirmó que el FBI seguirá defendiendo a Estados Unidos contra acciones de gobiernos extranjeros y asegurándose de que quienes violen su juramento rindan cuentas.
Según la acusación, desde 1981 hasta la fecha actual, Rocha, ciudadano estadounidense naturalizado originario de Colombia, habría respaldado en secreto la misión de inteligencia de Cuba contra Estados Unidos al actuar como agente encubierto de la Dirección General de Inteligencia de Cuba. Durante su empleo en el Departamento de Estado (1981-2002) y como asesor del Comando Sur de Estados Unidos (2006-2012), habría obtenido acceso a información clasificada y afectado la política exterior estadounidense.
La acusación detalla que Rocha mantuvo en secreto su condición de agente cubano, proporcionó información falsa a Estados Unidos, se reunió con agentes de inteligencia cubanos en el extranjero y utilizó declaraciones falsas para obtener documentos de viaje.
Rocha enfrenta cargos por conspirar para actuar como agente de un gobierno extranjero, actuar como agente de un gobierno extranjero y utilizar un pasaporte obtenido mediante declaración falsa.
La investigación está a cargo del FBI en Miami, con colaboración del Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado y la oficina del FBI en Washington. Los fiscales federales del Distrito Sur de Florida llevarán adelante la acción penal.