Es un discurso (min 7:50 a min 40:05) que cuenta algunas verdades. Podría haber sido más elegante, pero bueno: “es lo que hay”. Es muy cínico decir todo eso fuera de la casa y luego conducirse de la forma en que se hace internamente. Es hipócrita e insultante para con los ciudadanos del país.
La investidura presidencial no es para cualquier persona. La figura del presidente debe ser una inspiración, un modelo, una guía. Hablo del rol, de la investidura. Ese rol necesita de una persona con carácter, humildad y temple. Esa persona, ¿qué necesita? De un entorno que le pueda dar las herramientas, recursos, delimitaciones y guía. Si, estoy refiriendo a los partidos políticos. Los partidos políticos, ¿qué necesitan? De una ciudadanía que los nutra y los presione. Tanto los propios militantes de los partidos como la sociedad civil.
Es insultante, denigrante y una falta de respeto que quienes lleven las riendas del país piensen que la ciudadanía es tonta. Las acciones hablan más que las palabras. Alguien puede decir: “Es que sí, así nos quieren. Le dan a uno atolillo con el dedo”.
Mi pregunta es: nosotros como sociedad, ¿qué es lo queremos? ¿Acaso hemos olvidado que tenemos voz y voto? Esas son las herramientas, pero el uso correcto y apropiado de la herramienta depende de la habilidad y conocimiento de la persona que las utilice. Es nuestro deber, como sociedad, ayudar y enseñar a quienes no entienden cómo esas herramientas funcionan y como pueden ser usadas para construir un mejor país para las próximas generaciones. ¿Cómo llevamos ese conocimiento a quienes no lo tienen? ¿Cómo hacemos para exigir más que lo básico? ¿Acaso queremos quedarnos en una cultura de “cumplir los mínimos” porque todo lo demás es muy complicado? De aceptar, sin cuestionar. Tenemos el derecho de exigir calidad. Ahora bien, cumplir con o aceptar un mínimo no es malo; siempre y cuando sea de calidad. No el típico: “peor es nada”.
Ciertamente, soy bastante escéptico con los sindicatos. El punto es que, gracias a YouTube, descubrí que también intentan tener espacios de conversación. Todo el intercambio es interesante. Sin embargo, lo que más llamativo me resultó fue la idea expuesta por David Díaz (min 13:13 a min 17:29).
Seamos sinceros, en este país hay cuatro partidos políticos serios y formales. A saber: FA, PLN, PUSC y PAC. Y uno que parece que viene en camino, pero... que todavía le falta algo. Así que démosle el beneficio de la duda al PLP.
El más fácil de identificar, el FA. Es el único partido político que se comporta como tal. Con estructura, pensamiento e identidad definida. Y no, no son comunistas (fuera el drama). Ahora, PLN y PUSC pues, es cierto… la verdad es que nunca he entendido que diferencia el uno del otro. ¿Cuál es la identidad de cada uno? El PAC por su parte, tiene que volver a la escena. Sé que muchos no concordarán en esto. Pero, necesitamos de todos los adultos en el escenario; el PAC es uno de ellos. Y esperemos que el PLP pueda madurar y convertirse en adulto serio y formal.
Quiero hacer una mención puntual en el PAC: siento que de alguna forma la gente tenía noción de que era el PAC y lo podía identificar. Ahora, el candidato presentado y las posturas, como que no hacían match con lo que uno entendía por PAC. Resultado, confusión. El PAC está pagando el precio por haber tomado decisiones duras durante su gobierno. Eso es normal, está bien. Por eso es importante que los partidos políticos sean instituciones serias y formales, para que trasciendan esos momentos que son parte del oficio. Pero ¿cuánto de ese precio corresponde a la toma de decisiones duras y cuánto corresponde a la confusión de los votantes? Comparemos con el PLN: aunque uno no sepa, no entienda lo que es el PLN; el candidato presentado como que si hacía match con eso que uno veía, pero que no entendía. Y bueno, no hubo confusión, pero eso no le gustó a la ciudadanía. Eso es normal, está bien.
¿Porque hago este breve repaso por los partidos políticos? Porque, siempre tendemos a hablar y expresar: “es que los políticos esto”, “los políticos aquello”. Pero un momento, un político no es político en el vacío.
Quienes lleven las riendas del país, necesitan de una estructura de soporte. De guía. Para eso es importante definir la identidad propia. ¿Qué son los partidos políticos? ¿Cuál es su identidad? Y no, no podemos salir con que la gente. Una institución (sí, los partidos políticos son una institución) tiene que ser más que las personas, porque las personas pasamos. Pero las instituciones, sus valores, sus símbolos, sus creencias, eso trasciende generaciones. Por eso me llamó tanto la atención lo expresado por el historiador.
En términos simples, un partido político representa las diferentes opiniones de la gente en cuanto a cómo la sociedad debería estar organizada – no recuerdo donde leí eso, pero se me quedó grabado.
La sociedad es el foco de atención de los partidos políticos. Y resulta que las sociedades son entes que tienden al caos. Entonces, el trabajo de los partidos políticos es darles el soporte necesario a los líderes políticos para mantener el orden, organizar las cosas y, como si fuera poco, hacer que la sociedad avance mientras evita el caos. Es complicado, complejo, sí. ¿Lo puede hacer una persona sola? No.
Partidos políticos: la oferta ha sido escasa y de calidad casi nula. ¿Cómo los identificamos? Despierten. ¿Nos pueden dar candidatos de calidad?
Sociedad civil: conversemos. Usemos nuestra voz para hablar de estos temas. Ánimo, hablemos y escuchemos. Discutamos ideas. En palabras de Constantino Urcuyo:
La política importa porque es el medio y el escenario para mejorar nuestra sociedad”.
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