A la denuncia, que se presentó ante el Tribunal Contencioso Administrativo, se une una propuesta de proyecto de ley para "cerrar portillos a los bancos para evadir su responsabilidad".
El movimiento Gente Estafada en los Bancos en Costa Rica ha presentando ya dos denuncias en contra de las entidades bancarias de nuestro país, alegando que los protocolos con las que estas manejan sus casos, los llevan a "evadir su responsabilidad y revictimizarnos".
Las denuncias fueron presentadas en contra del Banco Nacional de Costa Rica y del Banco Popular y de Desarrollo Comunal y se interpusieron ante el Tribunal Contencioso Administrativo.
En el primer caso, el de la denuncia contra el Banco Nacional, la querella se presentó por un monto de 400 millones de colones y fue interpuesta por 17 personas estafadas; a su vez, la demanda en contra del Popular fue por ₡160 millones y contó con 11 víctimas denunciantes.
Según indicó en una entrevista concedida a Delfino.cr una de las fundadoras de la agrupación, María del Carmen Rojas Guzmán:
Estas demandas son en la vía contencioso administrativa, lo que quiere decir que nosotros estamos demandando directamente a los bancos porque su protocolo de atención para estos casos lo que les sirve es para evadir su responsabilidad y para revictimizarnos aún más".
Rojas Guzmán fue víctima de una de estas estafas bancaria en mayo del año pasado y su caso, que fue de los más mediáticos, también sirvió como base para la fundación del movimiento en pro de las personas que han sufrido por estos crímenes.
Según comentó la mujer en una entrevista con este medio el año anterior, el grupo surgió como un espacio abierto en redes sociales, en el que sus miembros buscan sensibilizar a la sociedad de la existencia de lo que denominan "la epidemia" de las estafas bancarias pues, señalan, esta es "una situación de estrés y de vulnerabilidad que afecta a miles de familias costarricenses".
El movimiento ha crecido desde entonces y ahora tiene sus objetivos claros: el apoyar a las víctimas para hacerles ver que no están solas, brindándoles asesoría legal; y presentar, a su vez, un proyecto de ley en la Asamblea Legislativa que cierre los "portillos" que Rojas Guzmán denuncia.
Según había señalado la Rojas Guzmán el año anterior a este medio:
Es necesario que los bancos se hagan responsables. También que el poder legislativo entienda que este es un tema que se volvió social y que son miles de personas afectadas, no pueden seguir ignorándolo".
En esta nueva entrevista y en esa línea, Rojas lo que denuncia es que no se quiere admitir que hay una red de crimen organizado detrás de estos crímenes, por lo que acusó de "cortina de humo" a las comunicaciones que señalan que todas las estafas se realizan desde las cárceles.
Para el grupo, detrás de estos casos hay personas "muy profesionales que tienen toda la información de las víctimas" y que son quienes comandan toda la red:
En las estafas grandes que se están dando hay un comportamiento absolutamente diferente: es impresionante todo lo que saben de cada una de las víctimas, porque ellos saben a quién están llamando y por qué. Ya sea porque en ese momento le entró una cantidad fuerte de dinero o porque se le venció un certificado, entre otras. Esta gente selecciona a las víctimas y ya es hora de que eso se acepte, porque la única manera de cambiar la realidad y de combatir esto es aceptar que tenemos una red de crimen organizado detrás".
A su vez, la agrupación denuncia que las entidades bancarias ponen toda su atención en la responsabilidad ciudadana, cuando son estas las que, señalan, deberían tener más controles para garantizar el resguardo de los dineros que en su cuidado se deposita.
Según Rojas:
Cómo es posible que si uno, como cliente de cualquier banco, intenta manejar o mover algún dinero que le supere el monto diario que establece la entidad no lo pueda hacer, pero que estos estafadores sí puedan moverlo todo. Por ahí es por donde vamos: estamos demandando a los bancos porque son los bancos los que tienen que responder ante las víctimas. La intermediación financiera es un negocio lucrativo y ellos deberían de dar la debida custodia a los dineros de los clientes que están ahí depositados".
Por lo anterior, la agrupación elevó las denuncias antes mencionadas solicitando que se condene por la afectación material a las entidades querelladas y por el daño moral y psicológico sufrido por las víctimas tras las estafas.
A su vez, se pide que se exija a las entidades la elaboración de un protocolo de actuación exclusivo para estos casos, en el que que se definan los pasos a seguir para enfrentar los reclamos administrativos que se presenten sobre el tema, una vez que las estafas estén consumadas.
Rojas agregó que la demanda no se presentará por la vía penal porque, además de que están seguros de que sus dineros ya no están en el país, "son tantos los casos que a un año de mi estafa yo no he recibido ni una sola llamada del OIJ. Esto tiene que cambiar desde otras esferas".
La agrupación, además, ya elaboró el proyecto de ley que se presentará "como iniciativa de un movimiento ciudadano" y que tiene como objetivo "cerrar los portillos que utilizan los bancos para evadir su responsabilidad".
Según Rojas:
El proyecto de ley ya está listo y lo estamos circulando entre jefes de fracción de la Asamblea Legislativa para valorar cómo será presentado".
Estar alertas: no queda de otra
Mientras estos cambios legales se definen en las instancias correspondientes, lo cierto es que en Costa Rica se siguen presentando miles de estafas bancarias al año.
Solo durante el 2021, y según reportaron las entidades el año pasado, el Organismo de Investigación Judicial recibió más de 3 mil denuncias por casos de este tipo.
Por ello y según las recomendaciones de las entidades bancarias, los clientes deben estar alertas a correos cuyas terminaciones sean @gmail.com, @hotmail.com, @outlook.com y @yahoo.com, entre otros, pues estos nunca vendrán desde los sitios oficiales, aunque digan "[email protected]", por ejemplo. Estos correos falsos tienen enlaces que llevarán a la víctima a ingresar datos sensibles de su cuenta, sin que se percate de ello, y que provocarán que los delincuentes copien la data marcada para ingresar con ella a las cuentas y de ahí sacar el dinero.
A su vez, los bancos piden a las personas que tengan cuidado con modalidades como la del falso empleador, donde los sospechosos postean anuncios falsos sobre empleos en redes sociales par, una vez que la persona envíe su currículum, empezar con un proceso de ingeniería social en el que llaman a las víctimas de números enmascarados o líneas IP, para indicar que la persona está contratada pero que tiene que obtener la firma digital para firmar el contrato, proceso que le abre la puerta a la estafa.
La otra modalidad es la de falso funcionario bancario y en ella los estafadores utilizan teléfonos enmascarados para contactar a la víctima, a la que le indican que de sus cuentas están transfiriendo dinero sin su autorización y que por ello debe bloquearlas. Luego usan segundo medio de contacto como WhatsApp o correo electrónico para que la persona, mediante varios links, "frene" esos movimientos y para eso, nuevamente, piden poner la firma digital.
En la modalidad de falso funcionario del gobierno para SICOP o para el MEIC, los sospechosos obtienen datos de personas que se están inscribiendo en estas páginas y les llaman a decir que la data que proporcionaron está incompleta y que para seguir el proceso deben completar un nuevo formulario y luego envían, ya sea por WhatsApp o por correo electrónico, varios links que parecen reales y entre los que se encuentra otro que hace referencia a la “Firma Digital”.
Esta misma estrategia aplica para la estafa de falso funcionario municipal en la que los delincuentes contactan a sus víctimas haciéndose pasar por funcionarios reales de las diferentes municipalidades del país, indicándoles que se les hará una devolución de impuestos a la propiedad del año anterior o que les van a hacer una exoneración de tributos pero que para ello necesitan que ingresen varios datos en diversos links y, además, pongan su firma digital.
Las entidades bancarias también recordaron que ninguna institución va a contactar a ningún cliente para que, vía telefónica, WhatsApp o correo, realice algún trámite pendiente; al tiempo que piden a los clientes que accedan a la página del banco únicamente digitándola en la barra de navegación la dirección completa. Algunos estafadores clonan las páginas de los bancos, les pagan publicidad en Google y por eso sus links de estafa salen de primeros en el buscador.
Las autoridades también solicitan que no se ingrese nunca a enlaces compartidos por terceras personas sin verificar que sean los sitios reales y que nunca se digiten datos sensibles en páginas no oficiales.
Finalmente, se pide utilizar contraseñas robustas y un doble factor de autenticación antes de ingresar a las páginas bancarias y se reitera que si se necesita sacar la firma digital se consulte directamente al banco, pues este trámite es únicamente presencial.
Los interesados en conocer más sobre el movimiento ciudadano pueden ingresar a su perfil de Facebook, a su página web oficial o escribir a [email protected].