Muchos bancos centrales están explorando y experimentando con alguna forma de moneda digital del banco central. El ‘Sand Dollar’ de las Bahamas fue la primera moneda digital completamente implementada en 2020. En este artículo, analizamos las lecciones que se pueden aprender de la implementación de la moneda digital en las Bahamas.
En los últimos años, el debate sobre el diseño del sistema monetario se ha vuelto cada vez más frecuente. Un tema importante dentro de este debate es la moneda digital del banco central. Una encuesta del Banco de Pagos Internacionales (BPI) muestra que para 2022, nueve de cada diez bancos centrales (BC) explorarán una variante digital de su propia moneda (Kosse & Mattei, 2022). En la zona del euro, el Banco Central Europeo (BCE) está realizando un amplio estudio de los pros y los contras de una moneda digital del Banco Central, en forma de euro digital. Dentro de la eurozona, El Banco Central del Reino de los Países Bajos, está desempeñando un papel de liderazgo en la investigación sobre el euro digital (Pijpers & Elsinga, 2020). Otros bancos centrales se encuentran en diferentes etapas del ciclo de investigación. El Banco Central Chino está experimentando mucho con su e-CNY y ha estado investigando desde 2014 (Luo, 2022; Prasad, 2021). El “Riksbank” sueco publicó su primer informe sobre los posibles diseños y efectos de la “e-krona” en septiembre de 2017 (Sveriges Riksbank, 2017).
En contra de todos estos diversos estudios y experimentos, está el Sand Dollar de las Bahamas, la primera moneda digital de un Banco Central del mundo, para 2020, completamente implementada. Las Bahamas no es el único país; en 2022, Jamaica introdujo por completo el JAM-DEX (CBDC Tracker, 2023). Dado que las monedas digitales del bancos centrales son un fenómeno relativamente nuevo, lógicamente, hay pocos datos empíricos que respalden las posibles ventajas y desventajas. El Sand Dollar completamente implementado puede confirmar o refutar algunas de las ventajas y desventajas teóricas alegadas, y se pueden extraer lecciones de este caso para la introducción de otras monedas digitales del banco central.
Este documento analiza primero la motivación (teórica) para implementar el Sand Dollar, luego analiza su operación y las bajas tasas de adaptación actuales. Finalmente, extrae lecciones que pueden usarse en otros casos de CBDC.
Motivación
El Banco Central de las Bahamas (BCB, 2023) cita cuatro motivaciones para la implementación del Sand Dollar:
- Aumentar la eficiencia de los sistemas de pago de las Bahamas a través de transacciones más seguras y una velocidad de liquidación más rápida.
- Proporcionar acceso no discriminatorio a los sistemas de pago sin tener en cuenta la edad, el estatus migratorio o de residencia.
- Lograr una mayor inclusión financiera, rentabilidad y proporcionar un mayor acceso a los servicios financieros en todas las Bahamas.
- Fortalecer nuestras defensas nacionales contra el lavado de dinero, la falsificación y otros fines ilícitos al reducir los efectos nocivos del uso de efectivo.
Las motivaciones para el Sand Dollar son limitadas cuando se consideran los objetivos citados en la literatura. La implementación de una moneda digital desde un banco central puede, potencialmente, lograr efectos sistémicos y contribuir a resolver problemas sistémicos, argumentan el Consejo Científico para Políticas Gubernamentales (WRR, 2019), Prasad (2021) y Van der Linden (2022), entre otros. El WRR (2019) enfatiza el efecto disciplinario que unas monedas digitales de bancos centrales podría tener en los bancos.
Una alternativa segura obligaría a los bancos a financiarse de manera más responsable (con más deuda y capital a largo plazo) e inhibiría la creación de dinero y deuda. Van der Linden (2022: 248–9) entrevistó a 29 expertos e identificó ocho objetivos para la introducción del dinero digital público, incluido el logro de un efecto disciplinario en los bancos, una política monetaria más eficaz y una moneda digital del banco central como requisito previo para la desregulación y/o liberalización de los bancos. Prasad (2021) argumenta que una moneda digital del banco central puede mejorar la soberanía monetaria de los bancos centrales y también cree que una moneda digital del banco central conduce a una política monetaria más efectiva al hacer que una herramienta más directa esté disponible en la caja de herramientas de los bancos centrales. En comparación con estos objetivos, las motivaciones citadas por el Banco Central de las Bahamas son relativamente limitadas.
El funcionamiento del Sand Dollar
Las Bahamas es un estado insular que consta de más de tres mil islas, treinta de las cuales están habitadas, y tiene más de cuatrocientos mil habitantes. El tamaño de la economía es de 13,7 mil millones de dólares estadounidenses y el ingreso per cápita es de 35,5 mil dólares estadounidenses por año (FMI, 2022). El dólar bahameño (B$) es la moneda oficial de las Bahamas y está vinculado al dólar estadounidense (US$). Dado que el Sand Dollar es la representación digital del dólar de las Bahamas, el tipo de cambio del Sand Dollar está vinculado uno a uno al valor del dólar estadounidense.
El 94,3% de los residentes tiene acceso a una facilidad de depósito (cuenta bancaria o cooperativa de crédito) (BCB, 2021). Un problema persistente dentro del archipiélago es que algunos grupos remotos tienen dificultades para acceder a los servicios financieros. La dispersión de la población en varias islas hace que la gestión de la oferta monetaria física suponga un coste significativo para el BCB (FMI, 2022). El Sand Dollar podría mejorar significativamente la eficiencia del sistema de pago (Objetivo 1).
Después de varios planes piloto, el Sand Dollar se convirtió en la primera moneda de curso legal de monedas digitales del banco central en 2020. El primer plan piloto tuvo lugar en la isla de Exuma en diciembre de 2019. El gobierno central de las Bahamas amplió el piloto a las Islas Ábaco en febrero de 2020 cuando fueron azotadas por el huracán Dorian y el tráfico de pago regular se vieron gravemente obstaculizados. La implementación del Sand Dollar fue parte de un programa de apoyo a las zonas afectadas (FMI, 2020). El Sand Dollar demostró ser una alternativa útil y que funciona bien para las transacciones financieras en el área afectada por el huracán (Robards, 2020). Luego de los resultados positivos de estos planes pilotos, el gobierno decidió lanzar el Sand Dollar a nivel nacional (Prasad, 2021). Cualquier ciudadano o empresa de las Bahamas puede descargar una billetera digital (eWallet) desde octubre de 2020, lo que les permite acceder a una cuenta de depósito en el BCB y servicios de pago.
El Sand Dollar es una moneda digital del banco central "basada en una cuenta", lo que significa que se debe verificar la identidad del pagador, a diferencia de una moneda digital del banco central "basada en fichas" en la que se debe verificar el objeto utilizado para pagar (Garratt, Lee, Malone, & Martin, 2020) (van der Linden 2022: 51–61). Un ejemplo de sistema basado en “tokens” es el dinero físico actual, aquí se determina si el objeto (billete o moneda) es auténtico. En un sistema basado en cuentas, las transacciones solo se pueden realizar desde cuentas verificadas, por lo que hay un paso de verificación integrado en el sistema en el que se debe emitir la verificación a una parte central.
El BCB no cobra una tarifa por tener una billetera electrónica o por usar el Sand Dollar y no paga intereses. Debido a que el Sand Dollar es una moneda de curso legal, los ciudadanos de las Bahamas pueden pagar sus impuestos a través de su billetera electrónica (Knight, 2022).
Actualmente, el Sand Dollar solo se puede usar dentro de las Bahamas. Sin embargo, los proveedores de servicios de pago de los miembros están autorizados a cambiar moneda extranjera por Sand Dollars y viceversa (BCB, 2023). Toda la infraestructura del Sand Dollar se basa en una estructura de cadena de bloques o "tecnología de contabilidad distribuida" (TCD). Esto significa mantener un libro de contabilidad digital en "tiempo real" de activos y transacciones en Sand Dollars. El libro mayor es administrado y financiado por el BCB (FMI, 2022). Así, a través de este sistema, el BCB pretende reducir el costo total de las transacciones de pago (Objetivo 1).
Para evitar las corridas bancarias digitales y garantizar la privacidad, el BCB ha desarrollado un sistema escalonado que consta de dos niveles. El Nivel 1 tiene un límite de $500 y un límite de transacción mensual de $1,500, enfocándose en “bancarizar a los no bancarizados” (Objetivos 2 y 3). No hay requisitos de identificación y no es posible vincular a una cuenta bancaria comercial. Esto hace que el umbral para unirse a la red sea bajo. El único paso a seguir es descargar la billetera electrónica digital en un teléfono inteligente. La billetera electrónica de nivel 1 también es adecuada para los turistas que visitan las Bahamas (BCB, 2023). El Nivel 2 difiere del Nivel 1 en que los límites son más altos: límite de tenencia de $8,000 y límite de transacción de $10,000 por mes. Esto incluye un requisito de legitimidad y la capacidad de vincularse a una cuenta bancaria (BCB, 2023). Si una transacción entrante hace que el monto total dentro de la billetera electrónica supere los $ 8,000, el monto excedente se transfiere a la cuenta bancaria vinculada. Si se elige la opción de Nivel 2, el usuario acepta menos privacidad pero mayores opciones de pago y ahorro.
Actualmente existen nueve “Instituciones Financieras Autorizadas” (IFA) autorizadas por el BCB para ofrecer productos y servicios afiliados al Sand Dollar. Por ejemplo, estas empresas pueden ofrecer una billetera electrónica, facilitar los pagos en tiendas web en línea en Sand Dollars y pueden desarrollar pagos internacionales en Sand Dollars. A fines de 2020, había 80,000 Sand Dollars en circulación; a fines de 2021, esta cantidad había aumentado a 304 000 Sand Dollars (BCB, 2022). A febrero de 2023, están en circulación 1 025 892 Sand Dollars, un aumento de más del 300 por ciento desde finales de 2021 (BCB, 2023). Al observar el número de Sand Dollars en circulación en relación con todos los dólares de las Bahamas en circulación (8,01 mil millones), se puede decir que el papel desempeñado por el Sand Dollar es marginal. Solo el 0,013% de la oferta monetaria consiste en Sand Dollars.
¿Por qué la tasa de adopción es tan baja?
Reconociendo la baja tasa de adopción, el BCB cita dos razones. En primer lugar, se dio prioridad al crecimiento y la mejora de la red Sand Dollar al permitir la incorporación de nuevas IFA. Se les dio el espacio para desarrollar nuevas aplicaciones y agregarlas al Sand Dollar. Por lo tanto, hasta la fecha, se ha dado menos prioridad al aumento de las tasas de adaptación entre la población de las Bahamas (usuarios). En segundo lugar, las restricciones de COVID-19 han obstaculizado el lanzamiento del Sand Dollar. Simplemente, apenas hubo oportunidades para desplegar el Sand Dollar durante los eventos (BCB, 2022).
El BCB lanzó una campaña en 2021 para atraer más usuarios a la red (Robards, 2021). Por ejemplo, en los eventos se fomenta su uso. Durante el “Festival Internacional de la Cultura, el Vino y la Comida” en octubre de 2022, el Sand Dollar fue incluso el único medio de pago aceptado. Esto provocó un aumento de 200.000 Sand Dollars (Robards, 2022). El BCB ha anunciado más iniciativas de este tipo para hacer crecer la red.
La tasa relativamente baja de adaptación también tiene otras causas. Cualquier nueva forma de dinero necesita tiempo para generar confianza entre el público en general: habrá que experimentar los beneficios del Sand Dollar. Además, ya existen métodos de pago que funcionan bien en las Bahamas y en la mayoría de los demás países, por lo que las personas no sienten la necesidad de cambiar. Además, la falta de confianza en las instituciones públicas detrás del Sand Dollar complica la adaptación. Algunos residentes de las Bahamas están preocupados por su privacidad y la confiabilidad y autenticidad del Sand Dollar (FMI 2022). En varios otros países, la falta de confianza en las instituciones también puede dificultar la adaptación a una moneda digital del banco central.
Lecciones
Con base en el estudio de caso del Sand Dollar, se pueden extraer cuatro lecciones para mejorar el éxito de las monedas digitales del banco central.
Desarrollar la moneda digital del banco central más atractiva posible para usuarios individuales.
Paradójicamente, los beneficios de una moneda digital del banco central que citan los bancos centrales y otras agencias gubernamentales a veces son en realidad razones para que las personas no usen una moneda digital del banco central. Considere la posibilidad de introducir tasas de interés negativas o hacer que la economía no oficial sea visible para las autoridades (Objetivo 4 del BCB). Los beneficios de una moneda digital del banco central a menudo se argumentan desde la perspectiva del interés colectivo. Sin embargo, el interés colectivo choca regularmente con el interés individual, y este choque afecta negativamente a la adopción individual.
Una primera lección es que una nueva moneda digital del banco central también, y posiblemente especialmente, debe diseñarse a partir del interés individual, donde las características de los personajes deben ser lo más atractivas posible para el usuario individual. Si la moneda digital del banco central es más rápida, más segura, más barata, más fácil de usar y ofrece más privacidad que el dinero bancario, entonces la tasa de adopción aumentará rápidamente. El público en general espera que las instituciones públicas, como los bancos centrales, pongan a disposición los servicios y productos más atractivos.
Formular metas que sean lo suficientemente grandes
Como se explicó, el BCB ha definido objetivos relativamente pequeños. Si un banco central no define objetivos sistémicos más amplios, existe el peligro de que los especialistas y el público no comprendan los beneficios. Los críticos en varios países en los últimos años han llamado a moneda digital del banco central “una solución en busca de un problema”. Por ejemplo, el Comité de Asuntos Económicos Británico (2022) publicó un informe titulado "Monedas digitales de bancos centrales: ¿una solución en busca de un problema?" Esta falta de claridad complica la adaptación.
La lección dos para los bancos centrales es no establecer metas demasiado pequeñas. Una moneda digital del banco central ampliamente implementada puede tener efectos positivos en todo el sistema y ayudar a resolver problemas sistémicos. Estos efectos positivos deben indicarse explícitamente, de lo contrario, existe el peligro de no entender para qué es una solución una moneda digital del banco central.
Aumentar el conocimiento entre el público en general a través de la educación.
Según la BCB, el Sand Dollar ofrece ventajas a particulares y empresas frente al sistema actual basado en dinero público y dinero de bancos privados. Sin embargo, las diferencias fundamentales entre el dinero público y el privado no están claras para el público en general. La mayoría de la gente no sabe quién crea qué forma de dinero y el dinero de los bancos privados es intrínsecamente frágil y solo puede funcionar como dinero a gran escala gracias a las redes de seguridad públicas, algo que volvió a quedar claro durante la reciente crisis bancaria en los EE. UU. y Suiza. Solo cuando la diferencia entre las formas de dinero es clara, las personas pueden tomar una decisión considerada.
Además, si se eligen límites y umbrales, es esencial explicarlos. Un ejemplo de un umbral en el caso del Sand Dollar es el requisito de identificación en el Nivel 2. Debe explicarse explícitamente por qué se requiere identificación en el Nivel 2 y por qué no se requiere en el Nivel 1. Solo cuando esta información esté disponible para el público en general pueden tomar decisiones específicas y comprender la consideración del banco central. En un sentido general, los umbrales y límites hacen que una moneda digital del banco central sea menos atractiva y aumentan la necesidad de información.
La provisión de información es siempre esencial. Mientras tanto, incluso el CBOB tiene la intención de proporcionar más y mejor información al público sobre los beneficios percibidos del Sand Dollar (CBOB, 2022). Una lección para otros OC es lanzar una campaña de información de manera oportuna para preparar al público en general para la implementación de la CBDC. La conciencia del público en general sobre las diferencias fundamentales entre las formas monetarias afecta el éxito de una CBDC. El conocimiento crucial se refiere a las ventajas de una CBDC sobre las opciones preexistentes (especialmente la estabilidad inherente de una CBDC como el efectivo físico) y los efectos positivos a nivel del sistema en caso de una gran adaptación de la nueva CBDC.
Observar un amplio horizonte temporal
Debido a que el uso del dinero se basa en el acuerdo, el hábito y la confianza, tiene sentido que la adaptación amplia de una CBDC lleve mucho tiempo. Los efectos de red son esenciales para cualquier forma de dinero, y establecer una red en torno a una nueva forma de dinero lleva tiempo. El CBOB ahora ha comenzado a construir activamente la red al asociarse con organizaciones que organizan eventos donde el Sand Dollar es el único medio de pago. Con una “mano suave”, los residentes se ven obligados a participar en la red. El CBOB, en cooperación con el gobierno de las Bahamas, podría optar por fomentar aún más el uso del Sand Dollar, por ejemplo, permitiendo que los pagos al gobierno se realicen solo en Sand Dollars. Sin embargo, esta ruta de “mano dura” también podría resultar contraproducente.
En resumen, los OC tendrán que elegir un camino a largo plazo y desarrollar un plan a largo plazo además de un plan de implementación a corto plazo. A largo plazo, también se pueden lograr objetivos más grandes. Por ejemplo, cuando las CBDC más estables están en circulación, las protecciones públicas para los bancos de los depósitos se pueden eliminar gradualmente, y cuando casi todo el mundo posee una cuenta de CBDC, se puede utilizar como instrumento monetario.
Este trabajo se realizó con la colaboración de: Martijn Jeroen van der Linden; Daniela Castillo Esquivel y Omar Gabriel Alfaro Solano. Ver aquí las referencias bibliográficas.
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