Científicos costarricense estudian un “jardín de pulpos” descubierto en 2013 y poco visto en el mundo.

A poco más de 200 kilómetros al suroeste de la costa de la Península de Nicoya, ocho costarricenses se encuentran involucrados en una expedición llamada Octopus Odyssey, que se lleva a cabo en un moderno barco de aproximadamente 100 metros de largo.

Del 1 de junio al 22 junio, expertos explorarán los montes submarinos del país en los que, hace una década, se encontraron extensas congregaciones de pulpos que estaban incubando huevos en áreas de difusión de agua ligeramente calientes (12 °C) del fondo marino, a casi 3000 mil metros de profundidad.

Conocer el fondo marino

En el 2013 un equipo de investigadores, dirigido por la actual co-jefe científica de la expedición, Beth Orcutt, comenzó a explorar una zona marítima no protegida del país, que bautizaron como El Dorado, para hallar pruebas de la ventilación de fluidos a baja temperatura.

En el lugar, que es del tamaño aproximado de un campo de fútbol, los investigadores se sorprendieron al descubrir que los pulpos de aguas profundas cuidan sus huevos en los espacios donde estos fluidos salían del fondo marino.

Dato D+ En la investigación están involucradas la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Universidad Nacional (UNA). Del exterior participan el Schmidt Ocean Institute, Bigelow Laboratory, Woods Hole Oceanographic Institution, Temple University, University of Calgary, SpeSeas, Field Museum, CAL State LA y Scripps Research. Nacionales comparten con profesionales de países como Estados Unidos, Brasil, Canadá, Portugal, Trinidad y Tobago, entre otros.

En esta ocasión las personas investigadores vuelven para conocer si el agua más caliente es una ventaja para el desarrollo de los huevos. El equipo también explorará otros montes submarinos de la región para ver si se encuentran campos con temperaturas un poco más altas que la ambiental que es de 1,8 a 2,0 ºC, y si los pulpos se encuentran en estos sitios.

En caso de que los pulpos estén contenidos al área de agua más cálida, podría significar una característica digna de protección.

En la expedición captaron la imagen de una especie de pulpo desconocida que empolla su huevo en un afloramiento rocoso. Cortesía: Schmidt Ocean Institute.

Además, desean estudiar la conexión de los animales del fondo marino y los microorganismos, con los fluidos, rocas y sedimentos presentes. Al igual que observar las especies de otros animales presentes. Así como la conexión entre la columna de agua y el fondo.

El biólogo del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) y co director de la investigación, Jorge Cortés Nuñez, conversó con Delfino.cr al respecto de detalles del estudio que llevan a cabo.

Recordó que Costa Rica es un 92 % mar y que este tipo de trabajos son importantes porque se han encontrado con una cantidad de organismos considerables que nunca habían sido vistos en el país. Indicó que se trata de variedad animal, incluidos cientos de pulpos que empollan sus huevos, buscan pareja y viven sus vidas en las profundidades del mar.

Crías de pulpo registradas durante una inmersión del ROV SuBastian. Cortesía: Schmidt Ocean Institute

En la embarcación está presente la autoridad mundial de pulpos, Janet Voigt, del Museo Field de Chicago en los Estados Unidos, y les han mencionado que algunos tienen características poco observadas en el mundo o son nuevas. El co director de la investigación resaltó:

Es muy significativo que en esta expedición participa un grupo grande de costarricenses. Investigadoras de la Universidad de Costa Rica, Odalisca Breedy, María Isabel Sandoval, Celeste Sánchez, Beatriz Naranjo y Wendy Matamoros, Sergio Cambronero de la Universidad Nacional y además un artista, Carlos Hiller".

Destacó que registraron especies poco comunes como pez trípode, octocorales, erizos y pepinos de mar que no conocían, entre otras. 

Todo está conectado en la vida. Estos pulpos pasan a ser alimento de otros organismos, que a su vez se conectan con lo que está en superficie y hay todo una conexión entre lo que vemos aquí en la superficie y lo que comemos con lo que está en aguas profundas... parece como muy desconectado, pero hay toda una conexión". 

Cortés Nuñez del CIMAR detalló que lo que se recolectará irá al museo de Zoología de la Universidad de Costa Rica. En ese sitio estudiarán a profundidad los especímenes y serán colecciones en que pueden venir especialistas de cualquier parte del mundo a examinarlas.

El científico destacó la importancia de la expedición para crear conciencia en Costa Rica sobre nuestros mares y la necesidad de generar estudios de forma más constante.

Estamos descubriendo especies que no se conocían y redescubriendo especies, algunas de las cuales fueron descritas hace muchos años y nunca se volvieron a ver. Estos trabajo son muy relevantes ya que salen publicaciones a nivel mundial, generando nuevos conocimientos".

Y continuó:

Eso pone a Costa Rica en el mapa de la ciencia y yo siempre he dicho que que no es casualidad que venga tantísimo turista Costa Rica es porque aquí se hace ciencia y se publica. Costa Rica está en revistas, documentales de la BBC, de NatGeo... figura más que cualquier otro país de la región". 

Para la labor de recolección y toma de muestras cuentan con un robot. Se trata del ROV SuBastian, un vehículo remoto capaz de adentrarse en las profundidades marinas, que utiliza fibra óptica para documentar las imagénes y que se conecta con un cable al barco por el cual se le envía energía.

En el barco tienen un cuarto de control lleno de pantallas donde un científico dirige, un piloto que maneja el dispositivo, otro los brazos y succionadores para recolectas, y otra persona encargada de transmitir toda la inmersión y contestar preguntas.

Cuando llegan a un lugar donde desean recolectar algo, el robot utiliza sus succionadores y los brazos para recolectar muestras hasta a 4.500 metros de profundidad.

El barco tiene varios laboratorios donde los científicos pueden examinar las evidencias recolectadas. Cortesía: Schmidt Ocean Institute.

En el pasado, para labores similares, se utilizaron métodos como el dragado para recolectar indiscriminadamente grandes cantidades de material del fondo marino para su estudio, pero hoy en día la tecnología permite una mayor selectividad con las recolecciones científicas de organismos. En el sitio web de la investigación enfatizaron:

Podemos identificar individuos específicos que nos permitirán responder preguntas importantes y recolectar cuidadosamente sin perturbar comunidades o ecosistemas enteros". 

Cuidar el patrimonio cultural

Campos similares a los que se analizan son pocos conocidos en el mundo. Solamente se tiene registro de uno similar en la bahía de Monterrey en California. De ahí que este estudio es importante ya que, lo que se vaya a generar, servirá para conocer el patrimonio con el fin de protegerlo y conservarlo, puntualizó Cortés Núñez.

Aquí estamos viendo algunos organismos, que no están en otro lado, lo que significa es que sí desaparecen de aquí, desaparecen del planeta".

La iniciativa también evaluará las interacciones entre los microbios y los metales en aguas profundas, para ver si hay efectos tóxicos para los microbios.

Al respecto, el académico explicó que desean comprender las posibles repercusiones de industrias que generan mucha presión como la minería, la extracción de combustibles y la pesca en aguas profundas.

Por tal razón, para el equipo es relevante tener información sobre estos lugares. Datos que, adicionalmente, servirán para estudios internacionales. Comentó que hay un investigador de Portugal a bordo que está haciendo experimentos similares donde se evalúa como se afectarían microbiológicas si se raspa el fondo del mar.

Estos estudios nos permiten ver si realmente hay algo ahí abajo y conocerlo antes de que a alguien se le ocurra aplicar estas prácticas y comiencen a hacer daño sin sin saber siquiera lo que hay". 

El científico costarricense reflexionó sobre la necesidad de adentrarse científicamente en los mares, pues alrededor del 71% de la superficie de la Tierra está cubierta por agua, y los océanos albergan alrededor del 96,5% de todo ese volumen.

Necesitamos conocer lo que tenemos. Si no conocemos lo que hay en el fondo del mar en este planeta no vamos a saber si se extingue o no, o qué función cumplía en el ambiente. Necesitamos saber para proteger, conservar y asegurarnos que siga funcionando el planeta". 

Las personas interesadas pueden seguir la acción diaria de la misión en el canal de youtube del barco Schmidt Ocean. Además la cuenta de la red social instagram @marprofundo_ucr, donde se mantienen actualizaciones diarias de la expedición.

Los costarricenses a bordo son:

  • Jorge Cortés Núñez, científico del CIMAR y co director.
  • Odalisca Breedy Shadid, profesora de biología e investigadora del CIMAR.
  • María Isabel Sandoval, geóloga de la UCR.
  • Celeste Sánchez Noguera, bióloga de la UCR.
  • Beatriz Naranjo, bióloga e investigadora de la UCR.
  • Wendolyn Matamoros Calderón, investigadora del Centro de Investigación de Estructuras Microscópicas de la UCR.
  • Sergio Cambronero, profesor del departamento de física de la UNA.
  • Carlos Hiller, pintor argentino-costarricense invitado para ilustrar los paisajes que se encuentran.