Hablando desde el punto vista de una mujer que se graduó de una carrera de la rama del STEM (siglas en inglés de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemática) y ha visto la poca participación de las mujeres en estas áreas desde la universidad —ya que en muchos cursos era la única mujer— hasta actualmente en el área laboral —siendo la única mujer en el equipo de trabajo—. Considero que es necesario reforzar la participación de la mujer en Costa Rica desde etapas tempranas de la educación en carreras relacionadas con la Ciencia y la Tecnología.

Según los datos de la OCDE, en Costa Rica, los graduados de la universidad no están satisfaciendo la creciente demanda laboral, especialmente en áreas de ingeniería y tecnología. Y se recalca que la participación de las estudiantes de género femenino, tienen menos participación en los campos de la educación en ciencia y tecnología. Se menciona que el sistema educativo actual sigue un enfoque tradicional de enseñanza y no promueve el aprendizaje desde la resolución de problemas, ya que esto favorece la creatividad y la innovación, así como fomenta el espíritu emprendedor. Este punto de la enseñanza de Costa Rica debe ser puesto en análisis por parte de los entes encargados de la educación en el país, porque hay que buscar mecanismos que ayuden a obtener mejores resultados sin importar el género de los futuros profesionales de nuestra nación.

Hace unos años el INAMU realizó un estudio con un grupo de niñas con edades entre los 13 y 14 años, donde las ponían a dibujar cómo se verían en el futuro y la mayoría se inclinó por carreras de las ciencias sociales, y en lo personal no es que esté mal, pero si queremos ver más mujeres en las carreras STEM, se debe fomentar desde la infancia este tipo de profesiones. Continuando con el experimento se muestran algunas carreras del área de ingeniería y la mayoría dice que no porque son consideradas para hombres, ya que pueden llegar a ser trabajos fuertes. Al final se llega a la reflexión que si una mujer se lo propone puede conseguir ser una profesional en algunas de esas áreas. El experimento completo sobre las brechas de género en los sectores de tecnología, ingeniería, ciencias y matemáticas se puede encontrar aquí.

En Costa Rica existe el Consenso de Santo Domingo (2013) impulsado por el INAMU que reconoce que “La autonomía de las mujeres es un factor esencial para garantizar el ejercicio de sus derechos humanos en un contexto de plena igualdad” (p.2). Pero en el país la brecha entre hombres y mujeres sigue siendo elevada, según los datos del INEC al IV trimestre del 2022 el porcentaje de hombres con empleo formal era de 64.9% mientras que las mujeres era de 40.5%. Estos indicadores realmente deben cambiar a futuro y la inclusión de las mujeres en las carreras no tradicionales puede ser parte del cambio. Para esto se requiere una profunda evaluación en la educación STEM, es por esto que, desde el INAMU en conjunto con otras instituciones se trabaja con el objetivo de motivar a niñas y jóvenes para que aspiren a carreras no tradicionales.  También el Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) en conjunto con instituciones y organizaciones aliadas buscan fomentar la igualdad de género en la formación, el empleo y el disfrute de los productos de la ciencia, la tecnología, las telecomunicaciones y la innovación, según los datos obtenidos de su sitio web.

Es importante mostrar a las estudiantes, en especial a las que se encuentran en edades de selección de una carrera, sobre casos exitosos de mujeres en la ingeniería, el HIPATIA (portal interactivo del Programa Estado de la Nación que atiende las necesidades del país en Ciencia, Tecnología e Innovación) muestra una Infografía sobre las mujeres de la diáspora científica costarricense, donde un 84% posee un posgrado, 77% están formadas en Ciencias Exactas y Naturales o Ingenierías y Tecnologías, de las cuales el 55% trabaja, esto representan el 33% de la diáspora y estas están dispersas en 27 países a lo largo de todo el mundo.  De estos totales 125 son mentoras de startups de base tecnológica del país, esta red de mentoras cuenta con especialistas formadas en 33 áreas y 63 especialidades en Ciencia y Tecnología.

En conclusión, Costa Rica necesita a más mujeres en carreras de Ciencia y Tecnología. Desde las primeras etapas de la educación se deben ir rompiendo los estereotipos de que existen carreras según el género, para esto es necesario buscar el apoyo de las instituciones que están especializadas en esto, pero en especial instruir a profesionales del MEP para inculcar un cambio pronto y oportuno. Para ir fomentando estos cambios es importante mostrar los casos de científicas exitosas ya sea a nivel nacional o en el extranjero, con el fin de fomentar a que más jóvenes escojan carreras del STEM. Con el paso de los años se ha demostrado la capacidad que tienen las mujeres para poder ejercer altos puestos en las empresas, entonces ¿Por qué no acortar la brecha sobre la participación de la mujer en la Ciencia y la Tecnología?

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