Seguramente en los últimos años han escuchado hablar de la comunicación no violenta que no es más que un enfoque de comunicación basado en la empatía y la comprensión emocional. Se trata de escuchar con atención y responder con compasión en lugar de reaccionar con ira o defensa. Esta técnica de comunicación ha demostrado ser efectiva en la resolución de conflictos y en la construcción de relaciones más fuertes y actualmente es tendencia en la lista de las habilidades blandas que deben tener quienes hoy día quieren conquistar el éxito profesional.

Pero, ¿qué tan buenos somos como receptores cuando se trata de comunicación no violenta? ¿Qué es un receptor? Volvamos por un momento la memoria, a tercer o cuarto grado cuando nuestra maestra nos enseñó el ciclo de la comunicación, claro, en otra columna vamos a ahondar en los elementos del ciclo básico de la comunicación para refrescarlos, pero volviendo a la pregunta… ¿Cómo podemos definirnos como receptores? Posibles respuestas pueden ser, activos, pasivos, indiferentes, emocionales, etc. Para saberlo podemos ir al email y verificar si tenemos correos pendientes sin leer, si dejamos “en visto” mensajes en el chat, etc.

La respuesta más puntual sería que depende. Algunos de nosotros somos naturalmente buenos receptores y otros necesitan más práctica y desarrollo en habilidades de escucha activa. Una de las claves para ser un buen receptor en la comunicación no violenta es estar presente y atento en el día a día, esto es todo un reto. Esto significa poner a un lado cualquier distracción y concentrarse en la persona que está hablando. También es importante practicar la empatía, tratando de comprender las emociones y perspectivas de la otra persona.

Otro aspecto importante para ser un buen receptor en la comunicación no violenta es ser consciente de nuestras propias emociones y reacciones. Si sentimos que nos estamos poniendo defensivos o irascibles, es importante tomar un paso atrás y tratar de mantener la calma antes de responder. La práctica de la meditación y la respiración profunda pueden ayudarnos a controlar nuestras emociones y mantenernos en un estado mental más equilibrado durante las conversaciones.

Marshall Rosenberg psicólogo estadounidense, es conocido por haber desarrollo la técnica de la comunicación no violenta (CNV), y como ya lo mencioné la comunicación empática, él asegura que es parte del ser humano y una necesidad, conectar con otros cuando nos comunicamos para mejorar nuestras relaciones y calidad de vida.

En resumen, ser un buen receptor en la comunicación no violenta requiere práctica y desarrollo de habilidades emocionales y de escucha. Sin embargo, los beneficios anteriormente no son pasos simples para todos, cuando se trata de puestos de trabajo, ego de por medio y posición en la escala organizacional, no cualquiera estará dispuesto o dispuesta a mejorar su efectividad como receptor y fortalecer sus relaciones interpersonales, si eso de alguna forma le resta autoridad y eso para algunos es motivo de inseguridad.

En mi experiencia, me he topado con quien en pleno 2023, aún piensan que decir “aquí mando yo”, es lo correcto para generar éxito y hacer que las personas cumplan con sus funciones. Parece cosa de otro siglo, pero pasa muy a menudo. En todos los niveles y tipos de empresas, grandes, medianas, de venta de tangibles e intangibles, en todas las áreas y todo momento.

En conclusión, la comunicación no violenta es un enfoque efectivo para la resolución de conflictos y la construcción de relaciones más fuertes, y ser un buen receptor es esencial para el éxito, cualquiera que sea su concepto.

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