La Semana Mundial de Lactancia Materna es una conmemoración que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) instauraron en 1992 para que se celebre durante la primera semana de agosto, con el fin de concientizar respecto a los beneficios de esta alimentación en los recién nacidos y menores de edad.

Por ello y en ese contexto, expertos de la OMS, UNICEF, el Ministerio de Salud costarricense y Kimberly-Clark enviaron un mensaje en el que recomendaron que la leche materna sea "el alimento exclusivo de los bebés hasta los 6 meses de edad", al tiempo que en lo posible se extienda a, al menos, hasta los 2 años en combinación con otros alimentos.

Según un comunicado enviado por Kimberly-Clark y UNICEF esta semana:

Aunque a veces puede resultar todo un desafío, amamantar es una forma de amar y brindarle todos los nutrientes necesarios al bebé para su correcto desarrollo".

En el comunicado, Kimberly-Clark y UNICEF resaltaron, a partir de estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que "la leche materna cuenta con todos los anticuerpos necesarios contra las enfermedades más comunes, por ejemplo, neumonía o diarrea".

Además, las niñas y los niños que son alimentados con leche materna tienen menor riesgo de mortalidad en el primer año de vida".

Por su parte, las organizaciones señalaron que la lactancia no es beneficiosa solo para los bebés, sino también a las madres, pues "a corto plazo ayuda a su recuperación física" disminuyendo el riesgo de hemorragia después del nacimiento y reduciendo el riesgo de depresión post-parto. Además agregaron que:

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres que amamantan tienen un 32% menos de riesgo de tener diabetes tipo 2, un 26% menos de riesgo de tener cáncer de mama y un 37% menos riesgo de tener cáncer de ovarios".

Las organizaciones también agregaron que cada proceso de lactancia es único y que algunas veces se requiere apoyo pues la labor requiere práctica "tanto para las madres como para los bebés", al tiempo que "se necesita un espacio tranquilo y el apoyo del entorno de la familia y del lugar de trabajo son claves".

Por su parte, señalaron que al inicio del proceso es "normal" que la madre experimente molestias y hasta dolor y que por ello es necesario contar con un apoyo adecuado que permita posicionar el bebé y asegurar que esté correctamente agarrado al seno para evitar el dolor en los pezones.

A su vez, los expertos señalaron que no es necesario lavar los pezones previo al amamantamiento pues "cuando los bebés nacen ya están familiarizados con los olores y sonidos de su madre" y "los pezones tienen un aceite o grasa natural que los hidrata y protege", al tiempo que "las bacterias presentes en la piel de la madre pueden ayudar a desarrollar un sistema inmunológico saludable". Por ello "higienizar los pechos diariamente es suficiente".

Las organizaciones también recomendaron a las madres mantener una dieta balanceada durante el proceso y agregaron que hay varios factores que pueden afectar la producción de leche materna, por lo que la recomendación es que para una mayor producción de leche, el amamantamiento se inicie dentro de la primera hora del nacimiento, se mantenga contacto piel a piel entre la madre y el bebé, y se ponga de manera frecuente el bebé al pecho para amamantar.

Entre mayor sea la frecuencia de amamantamiento, será mayor la producción de leche", agregaron.  

Las organizaciones recordaron que cada país tiene regulaciones específicas para garantizar la lactancia materna de las mujeres trabajadoras y por eso, si la madre tiene derecho a un horario y un lugar para amamantar durante las horas de trabajo o si es posible poder ir a casa y amamantar, así como si se puede pedir a un familiar o amigo que traiga al bebé o que se extraiga la leche y se la lleve a casa, es necesario mantener la práctica:

Si no tiene la opción de amamantar durante las horas de trabajo, busque momentos durante el día para extraerse la leche y luego alimente a su bebé directamente cuando esté en casa. Aunque no pueda amamantar directamente, siempre es bueno continuar amamantando cuando esté con el bebé".

El hecho de que existan mamás que no amamanten no significa que sea algo negativo, cada caso es único. Es importante asesorarse con algún experto en lactancia y también considerar las circunstancias en cada caso. Amamantar es una experiencia singular y única para cada mamá; el contacto piel a piel, intercambiar miradas y abrazar a su bebé fortalecerá el vínculo afectivo y le dará mayor seguridad emocional. No a todas las mujeres les resulta igual y hay otros factores que pueden incidir. En el caso de sentir que no se está produciendo suficiente leche para el bebé recomendamos pedir ayuda a un profesional", finalizaron.

Este 2022, Kimberly-Clark, a través su marca Huggies, y UNICEF celebran el tercer aniversario de su alianza enfocada en apoyar el desarrollo de la primera infancia en América Latina y el Caribe (ALC).

Gracias a ella, y desde 2019, la empresa ha contribuido a que el Fondo llegue a casi 3 millones de personas a través de sus programas.

Lactancia materna en Costa Rica

En Costa Rica el Código de Trabajo establece, en su artículo 95, que las mujeres madres tienen el derecho a, por lo menos, los tres meses siguientes a la fecha de su parto como período mínimo de lactancia materna.

Además, en el 2021 el Estado lanzó las Guías Alimentarias Basadas en Alimentos para la población de los primeros mil días de vida de Costa Rica que abarca a madres embarazadas, madres en periodo de lactancia y niñas y niños menores de 2 años y en ellas se señaló que:

Este periodo de vida es una ventana de oportunidad para garantizar una buena salud a lo largo de la vida y una nutrición óptima".

Por ello la doctora Priscilla Umaña Rojas, presidenta de la Comisión Nacional de Lactancia Materna del Ministerio de Salud, hizo un llamado para defender los espacios para esta práctica y para proteger este derecho en situaciones de emergencia.

A su vez, la asesora en la Alimentación del Recién Nacido, Mariana Valverde Jenkins, reiteró la importancia de la lactancia debido a los componentes que nutren al bebé y que vienen de la leche materna:

La leche materna es un fluido vivo, complejo, dinámico y personal que cambia su composición adaptándose a las necesidades del bebé que va creciendo. Podemos ver inclusive cambios en la composición entre mamás y poblaciones pero su composición central se mantiene relativamente estable como un oro líquido, compuesto en casi un 88% de agua, de grasas y ácidos grasos de cadena larga como el DHA que promueven el desarrollo del cerebro y la vista del bebé; de proteínas como lactoferrina que ayuda al niño a desarrollar su sistema inmunológico; de hidratos de carbono como la lactosa, que favorece la microbiota intestinal del bebé; de vitaminas como la vitamina D, C y E; de minerales como el hierro y el calcio; de componentes bioactivos y de sustancias inmunológicas".