Personal de los poderes judiciales de Centroamérica, junto con activistas de la sociedad civil se reunieron para aprender y diseñar rutas para recabar más y mejores datos sobre las comunidades LGBTIQ+, que permitan incidir en la política pública y el acceso a la justicia de estas poblaciones.
La intención del “Taller participativo sobre justicia abierta y datos abiertos funcionariado judicial y de sociedad civil de Centroamérica, desde un enfoque de género y diversidad” fue asegurar la sensibilización, formación y participación activa de los operadores de justicia de Centroamérica para mejorar los datos de personas LGBTIQ+ en el ámbito de la justicia, desde un enfoque de la justicia abierta.
El espacio, que se realizó el 5 y 6 de octubre, también responde a la necesidad de un cambio de paradigma que ponga a las personas, en particular a las poblaciones excluidas en el centro, y que priorice sus necesidades jurídicas, identificada durante la construcción del proyecto Libre de Ser, de Hivos América Latina.
La directora ejecutiva de la Comisión Nacional para el Mejoramiento de la Administración de Justicia (Conamaj) del Poder Judicial costarricense, Sara Castillo, dijo que estos espacios son importantes pues es necesario que “la justicia deje de ser ciega y que deje de tratar como igual lo distinto”.
Castillo comento que el reconocimiento de las diferencias y desigualdades, no sólo en las orientaciones o identidades de las personas, sino del acceso, las experiencias y discriminaciones que les afectan, es indispensable para mejorar la administración de la justicia.
Es que lo que no se visibiliza, lo que no reconocemos, no existe y así seguiremos atropellando personas, dignidades y no tendremos acceso a ser libres hasta que decidamos hacerlo”.
El activista guatemalteco Daniel Villatoro, director de Visibles y periodista, enfatizó en que los datos son indispensables para la toma de decisiones de política pública.
Señaló además que la poca disponibilidad de estos datos sobre las comunidades LGBTIQ+ perjudica sus niveles de acceso no sólo a la administración de la justicia, si no a la justicia como tal. Por tanto, resaltó que espacios como el taller dan acercamientos entre la sociedad civil y quienes administran la justicia permiten intercambios que potencian el rol de ambos.
Por su parte, del colectivo Unidad Color Rosa de Honduras, Gabriela Redondo, comentó que disfrutó el aprendizaje colaborativo que permitió que las personas de las comunidades LGBTIQ+ compartieran sus experiencias y necesidades, y que estas fueran reconocidas por las personas funcionarias, quienes a su vez se apuntaron a la búsqueda de soluciones.
La alianza entre ambos sectores, es vital para las mujeres trans pues “es importante saber que podemos confiar en ellas y ellos”, según indicó.
Libre de Ser busca contribuir a mejorar condiciones para salvaguardar la vida y la integridad y el avance de los derechos de las personas LGBTIQ+ de Centroamérica, con particular énfasis en las personas trans, mediante:
- El mejoramiento de datos para facilitar la implementación de medidas de seguridad integral efectivas.
- El posicionamiento de nuevas narrativas y estrategias de comunicación que visibilicen sobre la discriminación y la violencia que las personas LGBTIQ+ enfrentan.
El programa se implementa en cinco países del territorio centroamericano: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, con foco en los países del triángulo norte.