La Fundación Luz, Sonrisa y Salud, espera devolver la vista a siete costarricenses de todo el país, uno por provincia, donándoles una cirugía para eliminar su catarata, mediante la segunda edición de la campaña “Volvamos a ver la Navidad”. 

Para ello, invitan a pacientes, familiares y cercanos a nominarse o nominar a una persona que padezca la enfermedad y que por alguna razón no haya podido realizarse una cirugía.

Las nominaciones se deben realizar llenando un formulario en línea a través de la página https://volvamosaver.com/ desde ya y hasta el 14 de noviembre. Los pacientes seleccionados se anunciarán el 17 de noviembre y serán operados en diciembre en un hospital privado.

Cada paciente recibirá el donativo de cita de diagnóstico de fondo de ojo con un oftalmólogo con todos los exámenes preoperatorios necesarios, una cirugía de catarata, honorarios médicos, lente intraocular, gastos e insumos de sala de operaciones, medida de la potencia del lente intraocular, kit de medicamentos y tres controles post operatorios.

Según José Pablo García, director de la fundación:

La catarata es una de las causas de ceguera más importantes en el mundo y es completamente tratable con cirugía; además es un padecimiento que tiene a tope las listas de espera en la seguridad social de nuestro país, y que, al igual que otras cirugías, se han afectado con cancelaciones y atrasos producto de la pandemia, así que decidimos tenderle una mano a esta población afectada por segundo año consecutivo".

En 2020 se realizó la primera edición de esta campaña, la cual contó con la participación de más de 1000 postulaciones y ocho cirugías realizadas. Además, con las personas que no resultaron elegidas para el programa completo de cirugía, pero que por sus condiciones sí eran candidatos, se logró coordinar 16 procedimientos adicionales con descuentos y beneficios especiales para cada uno de ellos.

De acuerdo con datos de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB), la catarata sigue siendo la primera o segunda causa de pérdida de visión en todas las regiones del mundo, afectando principalmente a personas mayores de 60 años. Entre los principales síntomas de este padecimiento se encuentran: visión borrosa, deslumbramiento o dificultad para ver frente a luces brillantes, por ejemplo, al conducir.

A medida que la enfermedad avanza se puede llegar a la ceguera total, por lo que una operación oportuna es la mejor forma de no alcanzar este punto.