La parataxonomía es el monitoreo comunitario de la diversidad biológica. Los y las parataxónomas contabilizan la biodiversidad en áreas específicas con el fin de implementar estrategias de manejo y conservación. Exploran la biodiversidad en su pueblo y divulgan los hallazgos. Los parataxónomos son parte de la comunidad, viven cerca de un Parque Nacional, de una Reserva Biológica, o dentro de un corredor biológico: son residentes de esa zona y la conocen de toda la vida. De manera que, esa persona puede comunicar a sus vecinos y a sus parientes lo que encuentra en el campo. Cuando hay conocimiento de la biodiviersidad es más fácil cuidarla, pues uno ama lo que conoce y cuida lo que ama.

La información generada por los y las parataxonomas se utiliza para definir planes de manejo, atraer turistas, fomentar la investigación científica y académica. Mediante un inventario de biodiversidad se sabe cuáles organismos viven en la zona; dónde están; cuánta superficie de terreno necesitan para sobrevivir; se conoce la efectividad de un corredor biológico para mantener conectadas a las poblaciones. El inventario determina los ecosistemas (bosque, potrero, cafetal, río) que hay en una zona y su fragilidad. En el distrito de Vara Blanca, del cantón de Heredia, se ubica parte de la reserva forestal de la cordillera volcánica central ¿Estará cumpliendo su función de proteger los árboles para asegurar una producción nacional sostenible de recursos forestales? Con el inventario de biodiversidad lo podremos saber, además de buscar estrategias para la reproducción de las especies forestales, mantener las poblaciones sanas.

Ya existe un programa de parataxonomos y parataxónomas exitoso en el Área de Conservación Guanacaste , la experiencia de dicho programa se puede aprender e implementar en otras partes del país.

Corredores biológicos: conectividad y desarrollo sostenible.

Recuérdese que un corredor biológico conecta paisajes, ecosistemas, hábitats, áreas boscosas fragmentadas para evitar el aislamiento de las poblaciones de flora y fauna. Asimismo, generan conectividad entre la gestión ambiental, social, económica y espiritual. Son formas de administrar el paisaje que conserva su riqueza tanto natural como cultural; integra a las comunidades; genera divisas y que las personas pueden conectarse con ellos mismos y con los demás.

Costa Rica ha tenido varias ideas brillantes a lo largo de la historia de la humanidad y que son ejemplo para el mundo: (a) abolir el ejército; (b) apostar por la protección y conservación de más el 30% del territorio nacional y, (c) el Programa Nacional de Corredores Biológicos. Según datos del Sinac el 33% del país está cubierto por los 44 corredores oficializados hasta la fecha. Y es que el corredor biológico no solo genera conectividad entre fragmentos de bosques, también fomenta la conectividad entre los actores y actoras de cada lugar. Por ejemplo: supongamos que se quiera conservar la población de jaguares entre el Parque Nacional Volcán Poás y el Parque Nacional Braulio Carrillo sector volcán Barva. Un programa de parataxónomos facilita el monitoreo participativo y comunitario de los felinos. Se invita a participar a los y las pobladores locales, se atrae al turismo nacional e internacional. ¿Qué ganamos con el monitoreo? Conocer si el corredor está cumpliendo su función principal de mantener la comunicación entre ecosistemas naturales. ¿Quién les da de comer a los participantes? La señora que hace un arroz con pollo delicioso y la familia que cultiva hortalizas ¿Quién los lleva y los trae? El señor de la buseta. ¿Quién los guía? El o la parataxónoma. ¿Dónde se quedan a dormir? En el hotelito, en las cabinitas de la zona.

El objetivo último es que la sociedad integre las áreas protegidas y de los corredores biológicos a su vida diaria para que se perpetúe su conservación. La gente se dará cuenta del valor que tienen, pues la biodiversidad y los ecosistemas ofrecen bienes y servicios que, si se aprovechan sin causarles daño, son de un gran valor productivo. Los proyectos de este tipo trabajan directamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); se pueden mencionar varios: ODS 6 garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible, y el saneamiento para todos; ODS 12 garantizar modalidades de consumo y producción sostenible; ODS 15 proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques de forma sostenible, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de la diversidad biológica.

Si un territorio se gestiona con un corredor biológico en el cual participan los y las pobladores, entonces se puede mejorar los sistemas productivos; generar cadenas de valor, favorecer la conservación de la biodiversidad, el recurso hídrico, el recurso forestal; y, la conectividad biológica se mantiene. Nuestro país se conoce por su belleza escénica, le da un uso productivo y renovable al recurso hídrico (para consumo humano, riego generación de electricidad, rafting y turismo de aventura). Muchos turistas, nacionales y extranjeros utilizan las rutas rurales para disfrutar del paisaje. Llegan preguntando donde comprar queso, leche de cabra, tortillas de queso, dónde hay senderos, dónde pescar, dónde se consiguen moras... Es, entonces, necesario promover paisajes productivos con sistemas agrosilvopastoriles, el ecoturismo y la acuicultura entre otros. La gente es parte del medio ambiente. Sus acciones pueden dañarlo o preservarlo. Por eso, y por todo lo expuesto anteriormente, si son conscientes de la riqueza de la biodiversidad, ellos y ellas pueden conocer la riqueza natural de la zona, sabrán cómo protegerla.

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