El auge de capital de riesgo y fondos de inversión para el sector tecnológico en Latinoamérica continúa batiendo récords. Esta tendencia viene repuntando desde antes del COVID-19. Analistas coinciden en que vivimos una era dorada de fondos de riesgo para startups tecnológicos.

Existe un interés visible alrededor del mundo por las nuevas empresas regionales, especialmente en áreas de software, biotecnología, aplicaciones móviles, fintech, agrotecnología, bienes raíces, etc. SoftBank Group Corp estableció un fondo tecnológico para América Latina de US $5 mil millones en el 2019. Ha invertido $2.3 mil millones hasta el momento con miras a continuar durante este 2021.

Startups en países como Brasil, Argentina, y México, cruzan frecuentemente el umbral de unicornios —empresas con valuaciones de mil millones de dólares o más— en tiempos récord, 5 - 10 años. La mexicana Kavak, fundada en 2016, y proveedora de la plataforma digital para la compra y venta de vehículos usados, alcanzó una valoración el pasado mes de abril de $4 mil millones al cerrar su última ronda de inversión con $485 millones.

Brasil es el país de Latinoamérica con más fondos de capital riesgo para sus startups y uno de los principales en el mundo. En el año 2019, por ejemplo, la afluencia de capital de riesgo alcanzó aproximadamente $2.49 mil millones. Según la Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina  (LAVCA), las inversiones se repartieron en 222 acuerdos. Argentina también reporta récords en inversión de capital de riesgo. En 2019, se invirtieron $290 millones en 29 acuerdos.

¿Qué es lo que se necesitaría para apostar por la región latinoamericana e incentivar a la inversión en espacio?

Mientras existe esta exuberancia de fondos y entusiasmo para apoyar a emprendedores en la región latinoamericana, el sector espacial permanece al margen del boom. La empresa argentina de satélites Satellogic, fundada en el año 2010, ha capturado un total de $110 millones de fondos de inversión desde sus inicios según Crunchbase. Satellogic es una de las pocas empresas latinoamericanas espaciales que batió récord en su historial de recaudación de fondos en el 2019 con un total de $50 millones.

Esta discrepancia entre la inversión en sector tecnología y sector espacial también sucede en la India. Este país es uno de los líderes globales en cantidad de unicornios en el sector tecnológico. En los primeros cuatro meses del 2021, 11 startups en India alcanzaron valoraciones que superaron los mil millones de dólares. A pesar de que ninguna de ellas forma parte del sector espacial, hay un mayor auge de apoyo financiero para las nuevas startups. Pixxel, encargada de microsatélites, recibió $7.3 millones en marzo. Skyroot Aerospace, recaudó $11 millones este mayo para desarrollar sus sistemas de propulsión (cohetes).

En la región Latinoamericana, los emprendedores encuentran dificultades con las expectativas de los inversionistas. A diferencia del software y sus aplicaciones, el hardware espacial requiere mano de obra altamente calificada y materiales de vanguardia; y lo más importante, tiempo. No es posible alcanzar valoraciones de unicornio en un período corto en el sector espacial, especialmente cuando hay una ausencia de ecosistemas fuertes locales y regionales, y cadenas de suministro y negocio.

Hay startups que innovan a través de la región a pesar del acceso sumamente limitado a oportunidades comerciales locales y la reticencia de los inversionistas. También navegan los cuellos de botellas en legislaciones y paradigmas de industria desactualizados, que a su vez dificultan la comercialización de tecnologías y servicios espaciales.

La era moderna espacial no puede ser dirigida sólo por el gobierno, el sector privado, o los sueños de algunos valientes emprendedores. La industria depende de ideas frescas para abordar los problemas más complejos. Por eso, las potencias mundiales en el espacio prestan muchísima atención a los nuevos emprendedores.

Latinoamérica tiene actualmente a su alcance ventajas competitivas. Aparte de gran talento humano y altamente capacitado, los unicornios tecnológicos en la región continúan madurando y abriendo camino. La región goza de una de las tasas de crecimiento de startups más altas del mundo. Ya existe una afluencia canalizada de fondos de capital de riesgo para estas nuevas empresas que superan los miles de millones de dólares cada año. Existen programas de ingeniería e investigación considerados entre los mejores del mundo.

Encontramos una combinación perfecta que debería renovar el entusiasmo para facilitar capital de riesgo e inversión en Latinoamérica para la industria espacial. Pero para aprovechar las oportunidades que brinda la era espacial, las startups no pueden continuar al margen del boom. Se requiere una mentalidad de inversión a largo plazo. Y también se necesitan estructuras fuertes que apoyen los distintos emprendimientos. El futuro ya llegó.

//
Crédito de fotografía en el banner: ALMA (ESO / NAOJ / NRAO), T. Tsukui & S. Iguchi. Esta imagen representa a la galaxia BRI 1335-0417. Es la galaxia más antigua con morfología en espiral que ha sido encontrada recientemente por científicos del observatorio ALMA. ALMA posee el radiotelescopio más grande del mundo. Se construyó en el desierto chileno gracias a la alianza entre el gobierno de Chile con el European Southern Observatory - ESO (Observatorio Espacial Europeo), National Astronomical Observatory of Japan - NAOJ (Observatorio Astronómico Nacional de Japón), y National Radio Astronomy Observatory - NRAO (Observatorio Nacional de Radioastronomía de EEUU).

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.