Apenas ayer, 22 de abril de 2021, se registró la cifra de casos nuevos más alta de toda la pandemia. Más de un año después de haber iniciado la emergencia mundial, Costa Rica tiene sus peores números. El porcentaje de ocupación en las camas UCI para pacientes críticos es de 92.7%, quedando libres solo nueve camas. La ocupación de camas UCI para pacientes severos se sitúa en 82.46%, quedando libres 37 camas.

Los datos alertan y hacen mella en los funcionarios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). El riesgo de que el sistema de salud vuelva estar al límite, impacta emocionalmente a los funcionarios quienes hoy trabajan con agotamiento físico y mental acumulado tras 15 meses de pandemia.

El presidente ejecutivo de la CCSS, Dr. Román Macaya Hayes, reconoció el cansancio y la ansiedad en todos los niveles de la organización. El jerarca, no obstante, confía en que el personal pueda continuar con el trabajo y la misión de proteger a la población.

Muchos funcionarios trabajan en el anonimato con la motivación de ser conscientes de su rol en la protección de los ciudadanos”, reconoció Macaya. 

Desde el inicio de la pandemia la Organización Mundial de la Salud calificó al personal sanitario como grupo de “riesgo laboral” por estar expuesto al alto estrés y por el desgaste gradual, acumulativo y profundo que va debilitando su capacidad de acción y cognición.

En la Caja los especialistas en medicina de trabajo, los psicólogos y trabajadores sociales consideran que hay peligro real de que funcionarios entren en episodios críticos en cualquier momento tras el agotamiento acumulado.

Consultados para evaluar la situación actual, los expertos califican el estado general de “estrés crónico”, una condición que tiende a aumentar con las noticias de la nueva ola de contagios.

Al respecto, el profesional en psicología y parte de la Coordinación Nacional de Psicología de la Caja, Alfonso Villalobos Pérez, comentó:

Son situaciones emocionales, cognitivas, que se vienen modificando y es esperable que así sea porque este un tema para el que nadie en el planeta estaba preparado. Aunque seamos sistema de salud pues también somos personas". 

La CCSS enfatiza que el personal sanitario se siente:

  1. Frágil, por la alta exposición al contagio;
  2. Desorientado, por los contantes cambios en los protocolos de trabajo según se ajusta la atención al avance de la pandemia
  3. Sobrecargado, por las jornadas que muchas veces alcanzan 90 horas laboradas a la semana.

La "tercera ola" en el país dispara la sensación de angustia y ansiedad mientras las autoridades institucionales emiten alertas a la población para que aumenten las medidas sanitarias.

Un funcionario resume así la difícil tarea de equilibrar los deseos propios con el deber:

Cuando vemos las aglomeraciones de gente sin protección sentimos como una ola gigante de enfermos que se nos viene encima y nos cuesta comprender por qué nosotros nos sacrificamos por personas sin deseo de cuidar su propia salud".

Los servicios de Psicología, Trabajo Social, Enfermería en Salud Mental y personal de Psiquiatría han desarrollado y llevan a cabo procesos de educación en salud mental y los equipos de salud ocupacional implementan acciones para detectar y coordinar acompañamiento a quienes lo soliciten.

Además un grupo interdisciplinario organizado desde la Gerencia General trabaja junto con gestores en las regiones del país para monitorear e impulsar acciones para contener la fatiga mental entre los funcionarios.

Dentro de ese contexto se reconoce que la mayoría de los funcionarios de la Caja vive algún tipo de síntoma. La institución detalló que dentro de lo detectado se encuentra:

  • Frecuencia cardíaca rápida, palpitaciones, tensión muscular, dolores de cabeza, temblores, dificultad gastrointestinal, náuseas, incapacidad para relajarse cuando no está de servicio, problemas para conciliar el sueño o quedarse dormido, pesadillas.
  • Aumento o disminución en los niveles de energía y actividad y, cuando ya tenían algún consumo desde antes de pandemia, aumento en el consumo de alcohol o tabaco.
  • Sentimientos negativos: enojo, frustración, irritabilidad, tristeza profunda; dificultad para mantener el equilibrio emocional.
  • Dificultad para pensar con claridad: desorientación o confusión, dificultad para resolver problemas y tomar decisiones, dificultad para recordar instrucciones.
  • Comportamientos problemáticos o riesgosos: toma de riesgos innecesarios, no usar equipo de protección personal, negarse a seguir órdenes o abandonar la escena, poner en peligro a los miembros del equipo, aumentar el uso o mal uso de medicamentos recetados o alcohol.
  • Desgaste personal: sensación de un cansancio crónico, donde la persona si bien realiza sus actividades laborales cotidianas, se siente cansado más de lo esperado al final del día o antes de que termine la jornada.
  • Conflictos sociales: irritabilidad, ira y hostilidad, culpa, capacidad reducida para apoyar a los compañeros de equipo, conflictos con sus compañeros o familiares, retraimiento o aislamiento.
  • Aumento de peso por ansiedad.