La Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica presentó el día de hoy los resultados de su Encuesta anual de actualidades, que es parte del trabajo práctico que deben realizar los estudiantes de tercer año. El estudio usualmente mide la percepción de la población sobre diferentes temas, pero en esta ocasión se enfocó en distintos aspectos de la pandemia por COVID-19 en el país.
Dato D+: La encuesta se realizó a 1287 personas mayores de 18 años por vía de teléfono móvil. Tiene un error de muestreo del 2.7% y se le aplicó un ajuste por no respuesta con base en la Encuesta Nacional de Hogares del año 2019.
Entre los principales resultados que se pueden destacar de la encuesta está el hecho de que en la población persiste un alto nivel de creencia de mitos relacionados con el origen de la COVID-19, pues más de la mitad de la población (55.9%) aseguró estar de acuerdo con la afirmación de que el virus “fue creado en un laboratorio”, mientras que un 47% aseguró estar de acuerdo con que el virus fue creado para “disminuir la población mundial”, y un 48% estuvo de acuerdo con la frase de que el virus “es un arma biológica”. Adicionalmente, 1 de cada 5 personas (20.2%) considera que la pandemia se originó por “comer carne de murciélago”.
Dato D+: Para resumir las posiciones de las personas en cuanto a las conspiraciones, la investigación construyó una Escala de Conspiraciones, encontrando que un 38.2% tiene una alta creencia en conspiraciones, mientras que solo un 24.9% de las personas encuestadas tiene una baja creencia en las conspiraciones.
Adicionalmente, el informe señala que las preocupaciones causadas por el COVID-19 en el país son altas, ya que más el 89% de las personas encuestadas afirmaron que les preocupa mucho quedarse sin dinero, y a un 78,7% le preocupa ser una persona asintomática. Además, 2 de cada 3 personas manifestaron preocupación por su salud mental (66.6%) y física (70.6%). Además, 1 de cada 10 personas (9,9%) presentó manifestaciones de ansiedad debido al COVID-19 en las dos semanas previo a la encuesta.
Para revisar la percepción de la ciudadanía de las regulaciones impuestas para prevenir el contagio de la enfermedad, se construyó una escala para agrupar las diferentes medidas, encontrando que las que tienen que ver con cierres de actividades comerciales tuvieron una aprobación más alta (8.3 en una escala de 0 a 10), mientras que las relacionadas con limitaciones al tránsito vehicular o desplazamiento de personas recibieron menores niveles de apoyo, con 5.3 y 5.8 respectivamente.
Por medida, la que recibió el mayor apoyo fue el lavado de manos al entrar a un local comercial, con 98.3% de las personas manifestándose muy de acuerdo o de acuerdo con la medida, mientras que la que tuvo menor apoyo fue el cierre de parques públicos, que solo fue apoyada por un 45.2%.
En cuanto a la práctica de las medidas preventivas, se encontró que 3 de cada 4 personas usa mascarilla al salir de la casa —un 21% acompaña la mascarilla con una careta—, mientras que casi la totalidad (96.4%) utiliza algún método de desinfección de manos al regresar a sus casas.
Dato D+: Un 17.2% de las personas encuestadas aseguró que todavía acostumbra a saludar con contacto físico a personas que no viven en sus casas.
Según los datos de la encuesta, un 28.6% de la población se expone continuamente al contagio del virus, y al analizar los datos por nacionalidad se pudo identificar mayor prevalencia de la exposición en costarricenses, pues el 29.8% no cumple con las medidas preventivas, mientras que para las personas extranjeras el porcentaje fue de un 18.8%.
La encuesta también encontró que la población que tiene grandes necesidades económicas se expone menos al virus (al cumplir en mayor proporción las medidas preventivas) que las personas con mayores ingresos, con 23.7 y 39.3% de esos grupos que incumplen las medidas preventivas, respectivamente.
En cuanto a la disposición a realizarse la prueba de COVID-19 un 84.1% de la población aseguró que estarían dispuestos si se realizará una campaña de testeo masivo en el país y 9 de cada 10 estaría dispuesto a realizarse las pruebas con muestra de saliva. Adicionalmente, se encontró que 2 de cada 3 personas (69.6%) considera que sería efectivo realizar pruebas masivas para controlar la pandemia.
Sin embargo, cuando se midió la disposición de las personas a pagar por la prueba de COVID-19, se encontró que un 37% de las personas no estaría dispuesta a pagar por realizarse la prueba y solo el 16% estaría dispuesto a pagar 21 mil colones o más por realizarse la prueba, que es el costo de la prueba en el mercado.
En cuanto al acatamiento de las medidas de distanciamiento durante la época de fin y principio de año, la encuesta encontró que aunque una mayoría de la población reportó que planea pasar la noche del 24 y 31 de diciembre con su burbuja familiar, casi 1 de cada 4 personas planea romper su burbuja para esas fechas, sometiéndose a riesgo de infección.
La encuesta también midió la afectación económica que han vivido los hogares a raíz de la pandemia encontrando que casi 2 de cada 3 hogares (63.2) se han visto perjudicados por los efectos del coronavirus, relacionado con el ingreso subjetivo, es decir si las personas consideran que los ingresos les alcanzan para cubrir sus gastos.
Dato D+: La encuesta comparó los resultados con la encuesta del consumidor de agosto de este año, encontrando pocas variaciones a lo reportado al mes de octubre.
Según el desglose por magnitud de la afectación, más de la mitad (57.5%) de los hogares que reportaron una afectación en sus ingresos ha sufrido una reducción de entre un 50 y un 100%.
La encuesta también midió la variación en el consumo de los hogares a raíz de la pandemia. Entre los hallazgos destaca que en su mayoría el gasto de los hogares también se vio reducido por la afectación del virus, siendo los rubros dónde más hogares rebajaron sus gastos los de ropa y zapatos (44%), comidas fuera del hogar (41.6%), entretenimiento (40.5%) transporte y combustible (39.7%). Sin embargo, hubo también rubros donde más bien el consumo aumentó como alimentos preparados en el hogar (37.2%), telefonía (52.1%) y servicios básicos (agua y luz con 57.1%).
Adicionalmente, el informe señala que en casi 1 de cada 3 hogares (31% ) con grandes dificultades económicas se reportó una disminución del gasto en alimentos preparados dentro del hogar, lo que según el informe “es una muestra más de las manifestaciones de desigualdad que aún bajo los peores escenarios se puede presentar en el país”.