El femicidio de la doctora María Luisa Cedeño ha causado un fuerte impacto en la opinión pública costarricense debido a las circunstancias en las que se produjo, la persona que lo sufrió y recientemente a un video noticioso de seguimiento del caso que emitió el programa 7 Días de Teletica Canal 7.
La indignación y rabia que ha provocado el malogrado video, llevó al canal a eliminarlo de la parrilla de contenido del programa y a una inusitada disculpa pública del director del programa, el periodista Rodolfo González. Este tipo de acciones son muy, muy poco usuales en medios de comunicación y es probable que el gesto marque un antes y un después en las dinámicas que se están consolidando entre medios y audiencias.
Dicha disculpa es digna, apropiada y justa por parte del periodista, aunque muchas personas no la consideren suficiente y no conozcan a fondo la dinámica editorial de un medio y cómo se construye la agenda noticiosa de contenido.
Aleccionamiento para mujeres autónomas
Un femicidio con violencia sexual resulta una gran tentación para muchos medios y periodistas sensacionalistas que alimentan con ellos la perversidad y curiosidad humanas. Forma parte de esa cultura milenaria que mancilla, usa y se regodea en el cuerpo femenino, el ejercicio del poder físico –los golpes, las violaciones y asesinatos-- y en perpetuar los mandatos culturales de sumisión y desigualdad que pesan sobre las mujeres.
La ciudadanía en general no es consciente de este mandato naturalizado por la sociedad, la cultura, la educación y todos los elementos simbólicos y concretos que dan estructura a nuestras sociedades.
Se trata de mensajes simbólicos que conminan a las mujeres a no alejarnos de nuestro “hogar” ni nuestro “deber ser social”; es decir, debemos ser “buenas” mujeres, caseras, comedidas, de bajo perfil, obedientes, sumisas, no ostentar nuestra autonomía e independencia personales, preferiblemente ser afectas a las labores domésticas y la maternidad de propios y ajenos, en fin, no perder nuestra “naturaleza de entrega a otros y otras.
Si nos salimos de esas normas con acciones como estudiar, viajar solas, trabajar fuera de casa, caminar, correr o desplazarnos por calles, parques y sitios públicos, puede significar que nos secuestren, nos violen o nos maten.
¿Qué mensaje subliminal queda para las mujeres cuando nos enteramos de femicidios como los de María Luisa Cedeño y Luany Salazar, la desaparición y probable asesinato de Allison Bonilla?
La doctora Gioconda Batres explica en sus redes sociales y en sus escritos sobre la violencia de género, que en nuestra sociedad prevalece un movimiento ideológico en contra de las víctimas, especialmente de la violencia sexual, que consiste en organizar grupos que plantean propuestas en medios de comunicación y en el sistema judicial a favor de los ofensores. Dichos grupos pueden estar compuestos por “expertos” que usan literatura no científica o datos tergiversados sobre los procesos de investigación.
Esas narrativas concertadas que tienen como caja de resonancia algunos medios de comunicación, “cuestionan a las víctimas y desprestigian las intervenciones judiciales, lo que constituye un atentado contra la democracia y significa un nuevo abandono de las víctimas”, explica la doctora Batres.
“Las mujeres no murieron por andar visitando solas un lugar, ni por llevar ropa ajustada o corta, ni por querer terminar una relación, murieron a manos de asesinos”, recordó la Embajadora de Costa Rica en España, Ana Helena Chacón, durante la clase magistral de la Escuela de Psicología de la Universidad de Costa Rica del 4 de setiembre.
Los femicidios no son anécdotas, sino un reflejo cruel de la desigualdad sexual y el ejercicio de poder del sexo masculino sobre la población femenina de manera sistemática y amplia. Las mujeres asesinadas fueron seleccionadas por su sexo, no por su apariencia y eso provoca en la mitad de la población del planeta el vivir con un miedo constante de movernos por el mundo.
Ir más allá de las apariencias
Teniendo claro el panorama sobre la narrativa noticiosa que se usó para el video sobre el caso de la Dra. Cedeño, deseo contribuir con mejorar esos enfoques y señalar cuál podría ser el abordaje más apropiado desde el punto de vista periodístico. Estas son algunas propuestas.
- Una forma de resarcir el daño provocado por el enfoque del video de 7 Días, podría ser elaborar un reportaje que ahonde en el trasfondo y las consecuencias nefastas que generan los femicidios en la sociedad, explicando de manera sencilla y con fuentes fiables, el significado del término violencia de género y las características de estos femicidios. Un excelente ejemplo de un análisis de datos sobre los femicidios en Costa Rica en los últimos 15 años, es el de la periodista Hassel Fallas que puede servir de base para profundizar en esa inaceptable conducta machista de matar a las mujeres que se “aman”.
- Otro enfoque urgente es escuchar a micrófono abierto y sin prejuicios a las mujeres y nuestras demandas. No culpabilizarnos y entender el profundo significado simbólico de “El violador eres tú” de la colectiva chilena LasTesis.
- Nuestras mujeres jóvenes están sufriendo una particular violencia y son especialmente vulnerables a la trata de mujeres con fines de explotación sexual, por eso jamás debemos juzgar ni menospreciar las desapariciones de las chicas jóvenes, haciendo creer que se escaparon con un novio o se fueron de su casa. Tampoco debemos obviar la violencia sexual callejera constante que sufren ellas con los mal llamados “piropos”. Los más atroces femicidios de este año han sido de chicas muy jóvenes.
- Investigar sobre grupos organizados de mujeres que han surgido para combatir la violencia machista estructural. Además, hay iniciativas muy loables de instituciones gubernamentales, internacionales y de la sociedad civil que procuran concienciar a hombres de todas las edades sobre la normalización de la violencia machista.
- Y un tema grueso y poderoso: investigar los nefastos efectos de la pornografía sobre las mentes masculinas de todas las edades. Para nadie es un secreto que con los movimientos conservadores que procuran anular la educación sexual desde temprana edad, las generaciones de hombres están “aprendiendo” nociones equivocadísimas de sexualidad a través de la pornografía que es consumida por niños, adolescentes y hombres jóvenes. ¿Qué relación hay entre esas ideas erradas sobre las mujeres y los femicidios y agresiones contra mujeres? No dudo que hay investigaciones profundas y serias alrededor del mundo sobre este tema.
- Las violaciones grupales que cada vez se están reportando más en cualquier parte del mundo y que de seguro han sucedido en Costa Rica. O las violaciones en cita, documentadas y algunas juzgadas en el país y que han significado penas de cárcel para compañeros de clase, profesores y hasta jefes.
- ¿Y los suicidios de mujeres porque fueron violadas y fueron duramente juzgadas en sus comunidades por haber denunciado el hecho? Hay abundantes testimonios y hasta un crudo documental en Netflix.
Esos son 7 propuestas de enfoques noticiosos para programas como 7 Días, un espacio periodístico profundamente valioso y necesario para la opinión pública costarricense, en un momento en el que los medios masivos de comunicación también están sufriendo la pérdida de buenos profesionales para realizar tareas periodísticas de gran calado.
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