Todos los días vemos noticias con relación al aumento de personas infectadas de COIVD-19, de la cantidad de muertes diarias no solo en nuestro país si no fueras de nuestras fronteras, preocupándonos cada día por el bienestar de cada uno de los miembros de nuestra familia, evitando el contacto con otras personas, siendo el tema salud física el centro de nuestra preocupación diaria. Pero, ¿nos hemos puesto a pensar en la afectación emocional que esta problemática genera en nuestros población infantil? Más allá de nuestras preocupaciones de salud física, también debemos de enfocar nuestra atención en la parte emocional de nuestros niños y niñas. Un cambio tan repentino en su rutina diaria y sus relaciones sociales son aspectos que también afectan al niño y niña.  Por lo que debemos de preguntarnos: ¿Qué sucede en esos hogares donde hay niños y niñas?, ¿logran mantener relaciones con sus iguales? ¿Cómo se comunican con su grupo de pares? ¿En qué les ha afectado el no mantener contacto con ellos? Les hemos preguntado ¿qué es lo que extrañan de no asistir a la escuela?

Las relaciones que establecen los niños y niñas desde el ingreso al sistema educativo son esenciales, permitiendo el desarrollo de habilidades sociales, cognitivas y emocionales.  En cada interacción con el grupo de iguales se favorece la comunicación, el intercambio de ideas, ellos tienen la oportunidad de externarle a sus pares lo que les gusta, disgusta, desean o tienen temor. Por tanto, las relaciones de pares son aquellas donde se promueven las relaciones de amistad, el intercambio de actitudes, ideas, pensamientos, donde inicia la confianza en el otro, promoviendo el compañerismo, reconociendo y adoptando las normas para convivir en sociedad.

Con esta pandemia, nuestra niñez tiene la necesidad de contar con aquellas personas de su misma edad, pero, les hemos dado nosotros, los adultos a ellos la posibilidad de mantenerse comunicados con su grupo de amigos o amigas.  Muchas familias creen que, los adultos podemos suplir la necesidad de cada uno, al sentarnos a conversar y escucharlos, pero, ¿hasta dónde satisfacemos su deseo de continuar en contacto con quienes consideran sus amigos, de jugar, de observarse y escucharse?

Debemos de pensar que, si como adultos tenemos la necesidad de comunicarnos con otras personas solo para hablar, los niños y niñas que tenemos a nuestro cuido también, ya que ellos extrañan esos momentos de juego, de compartir e incluso de discutir con su compañera y compañero, para luego, continuar siendo amigos.

¿Qué podemos hacer las personas que estamos con ellos? ¿De qué manera puedo hacer que se continúen estableciendo las relaciones entre pares?

Si eres padre, madre de familia:

  • Pregúntale a tu hijo o hija, qué es lo que más extraña, ya que es esencial para ellos que los escuchemos, y que tengan conocimiento que estamos ahí para ellos.
  • Puedes mantener contacto con la o las familias con quienes tus hijos o hijas establecen mayores relaciones, con el fin de permitir en horarios establecidos por ambas la comunicación vía telefónica.
  • Si tienen la posibilidad de realizar reuniones por otra herramienta, tal como zoom, Google meets, video llamada de Whatsaap u otras permitirles que se vean rocra a cara.
  • Organizar eventos virtuales que sean de agrado de los menores, fiestas de pijama, un día de película, o simplemente que ellos jueguen de lo que deseen a través de la virtualidad.
  • Como padres-madres pueden crear grupos de trabajo, donde los menores se puedan acompañar y ayudar con las diferentes asignaciones que les deja la institución, ya que entre ellos se pueden ayudar, explicar, generando diálogos variados acerca de los temas en estudio.

Si eres docente:

  • Permite que cada uno de los niños y niñas se escuchen, comenten de sus experiencias y de lo acontecido en estos tiempos de Pandemia.
  • Realiza entre una clase y otra clase espacios para que los menores tengan la oportunidad de conversar del tema que deseen para que sientan un clima en el que se está abierto al diálogo, estimulante, observador y que permite que ellos pueden comunicarse con sus pares.
  • Establecer actividades que les permita realizar trabajos en sub-grupos desde virtualidad a los estudiantes, que les permita participar e interactuar para construir nuevos aprendizajes.

Es trascendental que reconozcamos que las relaciones entre pares favorecen las acciones positivas de compañerismo y ayuda mutua, y que en estos momentos de COVID, nuestra niñez tiene la gran necesidad de conversar y sentir el apoyo de sus iguales. Si les permitimos mantener comunicación con su grupo de compañeros y compañeras haremos de estos momentos un espacio en el que ellos, a pesar de su encierro pueden apoyarse y sentir que aun sus relaciones de amistad no se han perdido, permitiéndoles ser escuchados y comprendidos por su grupo de amigos y amigas.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.