85% de las personas consultadas expresó su respaldo a la implementación de una licencia menstrual remunerada.

La compañía Essity y la organización Nosotras Women Connecting, responsables de la iniciativa Cambiemos La Regla, presentaron el primer estudio nacional sobre salud menstrual y gestión de la menstruación en espacios laborales y educativos en Costa Rica.

El estudio, que consultó a más de 600 personas de diversos contextos —zonas urbanas y rurales, comunidades indígenas, personas con discapacidad, población LGBTIQ+ y estudiantes—, reveló que el 48% reporta una afectación en su desempeño laboral debido al dolor, la fatiga o el malestar físico asociados con la menstruación. Además, un 44% indicó que la falta de productos menstruales en el lugar de trabajo también limita su productividad.

En el ámbito educativo, el 39% de las personas encuestadas señaló haber faltado a clases por no tener acceso a productos, y el 35% afirmó que su rendimiento académico se ha visto afectado por síntomas menstruales.

Uno de los hallazgos más relevantes es que apenas el 31% de las personas cuenta con algún tipo de apoyo institucional en sus espacios laborales. Por otro lado, el 85% expresó su respaldo a la implementación de una licencia menstrual remunerada, tanto para personas trabajadoras como para estudiantes.

El informe también expone que:

  • El 62% ha sentido vergüenza o miedo de mancharse por falta de productos.
  • El 31% ha tenido que sacrificar necesidades básicas como alimentos o medicinas para comprar productos menstruales.
  • El 50% de las personas indígenas y rurales enfrenta dificultades económicas para acceder a estos productos.

Además, el 92% de las personas encuestadas considera que el acceso gratuito a productos menstruales en centros educativos, de salud y trabajo debería ser un derecho colectivo.

Alejandra Pulido, directora de comunicación corporativa de Essity México y Centroamérica, afirmó que el estudio evidencia la necesidad de que las empresas asuman el tema como un asunto de salud pública y derechos laborales. “Más de 500 millones de personas carecen de insumos básicos para gestionar su menstruación con dignidad”, señaló.

Marysela Zamora, directora de Nosotras Women Connecting, agregó que “las políticas menstruales no son un lujo ni un privilegio, sino una herramienta para cerrar brechas de género y garantizar condiciones laborales dignas”.