Una de las preguntas reiteradas durante las conferencias de prensa en las que el Ministerio de Salud actualiza la cifra de casos de COVID-19 en Costa Rica es ¿existe ya en el país transmisión comunitaria?

La respuesta a esa interrogante hasta el 1 de julio del 2020 fue que el país aún no la tenía confirmada. Ese panorama cambió el 2 de julio de 2020, cuando se declaró transmisión comunitaria en la Gran Área Metropolitana.

¿Pero qué significa y por qué es importante?

A diferencia de las 6 fases para una pandemia definidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y aplicadas durante la pandemia de gripe AH1N1 del 2009, para el caso del COVID-19 causado por el nuevo coronavirus, la organización emitió un listado de cuatro fases para definir la situación en cada país:

Fase 1: Países sin casos.
Fase 2: Países con 1 o más casos, importados o detectados localmente (casos esporádicos).
Fase 3: Países que experimentan grupos de casos en el tiempo, ubicación geográfica y/o exposición común (conocidos como clusters en Inglés).
Fase 4: Países que experimentan brotes más grandes de transmisión local (conocido como transmisión comunitaria).

Costa Rica oficialmente se encuentra en la fase 4, ya que durante la semana 18 de la pandemia al 65% de los casos nuevos registrados no se les ha podido investigar el nexo epidemiológico.

La fase 3 se caracteriza por la posibilidad de las autoridades sanitarias de rastrear el origen de cada caso confirmado: importado o local. Que Costa Rica se encontrara en fase 3 significaba entonces que las autoridades sanitarias habían logrado establecer cuál fue la persona que originó otros contagios en el país.

A ello se le llama "rastreo epidemiológico" e incluye ubicar e identificar a todas las personas que tuvieron contacto con ese caso confirmado para ponerlas bajo observación en caso de que desarrollen síntomas de la enfermedad, para así evitar que estas a su vez contagien a otras, rompiendo la cadena de contagios.

La fase 4 se presenta cuando las autoridades no logran establecer el origen local del contagio de los casos confirmados. Podría decirse coloquialmente que la gente empieza a “enfermarse sin motivo aparente" y ocurre un explosivo crecimiento de los casos confirmados, con un consecuente colapso del sistema hospitalario, como se ha visto en Italia, España, Chile y ahora en algunos lugares de Estados Unidos.

 

Las recomendaciones de la OMS

La Organización Mundial de la Salud ha emitido recomendaciones para los países dependiendo de la fase en la que se encuentran.

Para aquellos entre las fases 1 y 3 la recomendación genérica es: detener los contagios y prevenir su transmisión. Para aquellos en la fase 4 (transmisión comunitaria) es: ralentiza la transmisión, reduce el número de casos diarios y mitiga la transmisión comunitaria.

Para las naciones entre las fases 1 y 3, la OMS detalló un plan de seis puntos para poner en marcha durante el tiempo ganado al haber implementado toques de queda, distanciamiento social o físico, cierre de escuelas, entre otras medidas de aislamiento:

  • Primero: Expanda, capacite y despliegue su fuerza de trabajo de atención médica y salud pública.
  • Segundo: Implemente un sistema para encontrar cada caso sospechoso a nivel comunitario.
  • Tercero: Aumente la producción, la capacidad y la disponibilidad de las pruebas.
  • Cuarto: Identifique, adapte y equipe las instalaciones que usará para tratar y aislar a los pacientes.
  • Quinto: Desarrolle un plan y un proceso claro para poner en cuarentena los contactos de los casos confirmados.
  • Sexto: Reenfoque todos los esfuerzos del gobierno en suprimir y controlar el COVID-19.

El director de la OMS, Dr. Tedros Adhanom afirmó en la conferencia de prensa de este miércoles que las medidas de aislamiento o distanciamiento social impuestas por muchos países, incluido Costa Rica, no mitigan pandemias ni epidemias: brindan tiempo que debe usarse para atacar el virus, lo cual en este momento solo puede hacerse rompiendo la cadena de contagios.

Otros lineamientos de la OMS para países en la fase 3 de contagio incluyen:

  • Intensificar la ubicación de casos, rastreo de contactos, monitoreo, cuarentena de contactos y aislamiento de casos.
  • Expandir la vigilancia contra el COVID-19 empleando los sistemas de vigilancia en hospitales (aplicar otros paneles respiratorios que detectan otros patógenos frecuentes).
  • Promover la higiene de manos, protocolo de estornudo y tos, y aplicar el distanciamiento físico.
  • Referir al aislamiento domiciliar los casos leves solo cuando el sistema esté sobresaturado.
  • Hacer la prueba de COVID-19 a toda persona que entre dentro de la definición de “caso sospechoso”.
  • Tratar a los pacientes sospechosos de COVID-19 que acuden a centros médicos en salas especializadas, alejadas de los demás pacientes.