En mi calidad de ex trabajador del ICE, dada mi reciente renuncia en abril del 2018, quisiera darle la bienvenida a la señora Irene Cañas a la Institución. Soy José Ugalde, ingeniero electricista y trabajé más de 26 años en lo que hoy se llama Negocio de Transmisión. Allí desempeñé el puesto de Administrador de Contratos y de Director de Proyectos. Fui además sindicalista en ASDEICE y candidato a diputado por el partido Frente Amplio en las recientes elecciones.

Ya con el panorama claro, en cuanto a la presidencia ejecutiva del ICE me reconforta el hecho de que una persona a todas luces incompetente para llevar las riendas de la Institución no continúe en su puesto. Advertir que al decir incompetente no estoy poniendo en tela de duda la capacidad técnica y los méritos de su antecesor, sino simplemente que, para la época actual, se requieren en el puesto de la presidencia ejecutiva del ICE, además de conocimientos técnicos, otras competencias o destrezas blandas que tal vez no eran tan necesarias años atrás. Hoy se necesita de alguien que sea tolerante, respetuoso, transparente, con la capacidad de trabajar en equipo, que tenga la virtud de saber escuchar, en fin, alguien con una inteligencia emocional alta. Espero que el señor presidente de la República haya visto esas cualidades en Ud. doña Irene y que de allí nazca su designación.

Y es que los retos que Ud. se va encontrar en el ICE son mayúsculos y deben afrontarse en conjunto con todos los actores. Se encontrará un panorama financiero adverso, dadas las malas gestiones en ese campo que se dieron en el pasado reciente, aunado al hecho de que el ICE pierde clientes todos los días, no solo en telecomunicaciones sino también en energía. Deberá lidiar además con una serie de entuertos que deja la administración saliente, a saber Hidrotárcoles, PMAF, implementación al 100 % de las normas NIIF… Se encontrará también con jefaturas carentes de destrezas en el campo de la gestión de proyectos, culpables de “joyas” que van desde la construcción de una subestación eléctrica inalámbrica en Cóbano, hasta un mausoleo que pasó de 600 millones de dólares estimados a más de 1400 millones de dólares, que para variar tuvo un retraso importante y que para colmo de males tiene meses sin generar un solo Watt por culpa de una fuga en la represa. Esto aunado a que el crecimiento de la demanda eléctrica no es el estimado por los expertos del ICE.

Pero el mayor obstáculo que encontrará, según mi opinión, será el resultado de lo que yo llamo el “CECUDI” que se ha instaurado en la Institución en los últimos años. Ese que ha permitido, gracias al propio estatuto de personal, el contratar en puestos estratégicos a ineptos y peleles.

Históricamente el estatuto ha permitido que los puestos de confianza en el ICE se llenen a dedo, confiando en la buena escogencia de las jefaturas inmediatas y dejando de lado los criterios técnicos de los expertos en el ramo de los recursos humanos. Al principio esto funcionó bien. Eso fue allá por el tiempo de don Mario Hidalgo y de otros hombres ilustres y de grata memoria. Pero llego un día en que algunas escogencias no fueron las mejores o simplemente no había dentro de la institución personas con las competencias necesarias.

Fue así como llegaron a puestos claves algunos ineptos. Lamentablemente esos ineptos tuvieron luego que escoger a otras jefaturas dentro de su negocio. Por razones de supervivencia, lógicamente muchos de ellos escogieron a otros ineptos y además peleles para tal fin. Esto con el fin de que no significasen a futuro un peligro para su propia carrera dentro del ICE. Nada mejor para un inepto que tener un montón de ineptos a su alrededor para sentirse seguro. Sostengo que el mayor obstáculo que Ud. doña Irene se va a encontrar en la institución será ese que apunto, la ineptitud de muchas jefaturas estratégicas.

Sin embargo, siempre he creído que los problemas son también oportunidades de mejora. Por ello quisiera proponerle algunas soluciones que creo le pueden ser útiles para afrontar estos retos:

  1. Invite a los actuales jefes con edad de pensión a retirarse de una buena vez. Sus competencias ya no son las requeridas en la coyuntura actual.
  2. Mande a todas las jefaturas estratégicas que se va a encontrar en el ICE a realizar una evaluación de sus competencias a la Dirección de Talento Humano. Me refiero específicamente a los gerentes y directores de negocio y de división. Ya se dará Ud. cuenta con qué tipo de gente cuenta en esos puestos estratégicos.
  3. Derogue de inmediato el artículo 16-7 del Estatuto de Personal, mismo que ha permitido a lo largo de los años y en especial en la última administración, la proliferación de ineptos y peleles dentro de los puestos estratégicos de la Institución. Lo transcribo a continuación, para su información: “En caso de nombramientos directos, la dependencia justificará ante la DCH la existencia de candidatos que se encuentren en los niveles inmediatos de la serie o de ingreso a la serie. De existir más de uno, la DCH establecerá procedimientos de selección dentro de la dependencia para asesorar al coordinador en la escogencia del mejor candidato. En todos los casos, deberá verificarse el cumplimiento de los requisitos y competencias del personal.”
  4. Implemente en el corto plazo una Gerencia de Talento Humano que tenga plenas potestades para poder seleccionar, de acuerdo solamente con criterios técnicos, al personal de la institución, especialmente a aquellos que son estratégicos para la gestión del mismo. Lo anterior para acabar de una vez por todas con los amiguismos y revanchismos presentes en la selección de puestos. Como consejo añadiría que esa persona debe ser seleccionada fuera del ICE pues en la institución, pienso yo, no existe nadie con las competencias necesarias para tal responsabilidad. Además, es preferible que sea mujer, para dar una señal a nivel institucional de que los tiempos del patriarcado han llegado a su final.
  5. Siéntese a dialogar con los sindicatos y lleguen a un acuerdo que se transforme en una convención colectiva en donde ganen todos. La gestión del ICE se debe modernizar y ajustar a los nuevos tiempos y a su esquema corporativo. Por otro lado los sindicatos deben entender que el panorama financiero no es alentador y que se deben dar ciertas concesiones, especialmente en lo que a remuneración se refiere.

Le reitero la bienvenida al ICE y me pongo a su disposición para brindarle detalles de los temas que aquí le comento o de otros que siendo más delicados, no conviene externar públicamente.

Como le digo a mis amigos y amigas del ICE… Yo me fui del ICE, pero el ICE nunca se irá de mí.

Bienvenida, saludos y suerte.

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