Aún está fresca en nuestra memoria la congoja de habernos enterado de que un grupo de padres y madres molestos con los programas de educación para la sexualidad y afectividad del Ministerio de Educación Pública (MEP), decidió cerrar varios centros educativos en la zona Norte de nuestro país.
Fresca no solo porque no entendíamos por qué se cerraban escuelas, visto que no es allí donde se imparten las lecciones, sino también porque la “protesta” nos volvió a colocar en titulares de medios internacionales por razones, digamos, desafortunadas.
Para esta edición de Democracia Salvaje, entrevistamos, con la ayuda de los integrantes de Inteligencia Colectiva, a la ministra de Educación, Sonia Marta Mora. El encuentro tuvo lugar en su despacho, en San José, el 13 de febrero, fecha en que se anunció que no se toleraría más el cierre de centros educativos.
¿Qué llevó al Gobierno a tomar esa decisión? ¿Es cierto que las guías se aprobaron ilegalmente? ¿Qué opina sobre la “ideología de género”? Por esos senderos transitó nuestro intercambio con la ministra.
El diálogo y la educación
Ha habido mucha información y desinformación respecto de estos programas. Ese cúmulo hace que la mayoría de la gente esté confundida, así que empecemos desde cero. ¿Qué son los programas de afectividad y sexualidad?
— Lo que tiene que ver con educación para la sexualidad integral es un debate que se viene dando en el medio educativo en las últimas décadas, en el sentido de que si se quiere dar una formación integral en las personas menores de edad, jóvenes de secundaria, y si se quiere que haya una garantía real de otros derechos, además del derecho a la educación, como el derecho a la salud, el derecho a una vida sin violencia, el derecho a la propia educación... el consenso ha sido considerar que la educación para la sexualidad integral es un derecho de los jóvenes.
La ministra afirma que hay una serie de información que debe estar accesible a los menores y que esa información debe ser tanto de naturaleza biológica, como social, cultural, de salud, sanitaria y de otro tipo.
“Ellas y ellos deben tener información sobre infecciones de transmisión sexual y cómo prevenirlas. Deben tener información sobre el tipo de relaciones que se pueden dar entre seres humanos y qué son relaciones abusivas; deben tener información sobre el desarrollo del cuerpo, información biológica y entre otras; para con ello tener la capacidad de tomar decisiones de manera autónoma, responsable e informada. Eso ha llevado a que muchos países, en cuenta Costa Rica, dieran ese paso”.
Doña Sonia recuerda que cuando fue anunciada como ministra designada del MEP, y aún sin haber asumido, le preguntaron dos grandes logros del sistema educativo nacional y que uno de los que mencionó fue haber logrado aprobar e impartir en las aulas un Programa de Afectividad y Sexualidad Integral.
“Estos programas han enfrentado debates de diferentes tipos donde han participado distintos sectores y ha habido en muchas ocasiones resistencia para poder implementarlos. En el caso de Costa Rica, esta discusión se dio en el 2012, los programas se empezaron a impartir en 2013 en sétimo, octavo y noveno como una unidad del programa de Ciencias”.
Con la llegada de las nuevas autoridades, se planteó impartir esas lecciones en la educación diversificada (décimo o undécimo)
Inclusive, así se plasmó en el Plan Nacional de Desarrollo Alberto Cañas Escalante.
“Además de lo que se ha avanzado a nivel de la legislación nacional, lo que dice el Código de la Niñez y la Adolescencia y muchos otros instrumentos nacionales normativos e internacionales, están los datos del Poder Judicial sobre violencia hacia las mujeres, están los datos del Ministerio de Salud y CCSS sobre embarazo adolescente, datos del Hospital Nacional de Niños sobre abuso infantil y muchos otros estudios e investigaciones que muestran que en Costa Rica todavía hay mucho terreno que caminar en materia de afectividad y sexualidad integral, sana, responsable, que le permita a las personas jóvenes seguir su modelo de vida y no verlo truncado u obstaculizado”.
La jerarca recuerda que en el año 2015 realizaron una evaluación sobre la implementación de los programas y su resultado.
“Si lo resumo: fue muy positivo. Los jóvenes estudiantes señalaron que era un espacio muy importante para ellos, que lo valoraban, señalaron que había temas sensibles en los cuáles faltaba capacitación de parte de los docentes. Los docentes de Ciencias señalaron que era una lección muy importante, confirmamos que eran pocos los casos de familias que hubiesen exonerado a sus hijos de llevar esa asignatura, porque cuando el debate nacional se dio, acudió a la Sala Constitucional y la Sala emitió un voto en el que reconoció dos cosas: primero, que comprende los retos en materia de salud pública que tiene el país, pero también que las familias tienen libertad para decidir si sus hijos llevan o no esa asignatura”.
A raíz de esa sentencia, el Ministerio desarrolló un mecanismo ágil y sencillo para los padres que quisieran exonerar a sus hijos de esa clase. Se trata de enviar una nota indicándolo expresamente. Igual a la que se manda para no recibir Religión.
“Yo he estado insistiendo mucho en que es muy importante en que antes el papá o la mamá se informe, porque es una decisión que implica tanto un derecho como una importante responsabilidad”.
La Segunda Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva del año 2015, desarrollada por el Ministerio de Salud, mostró que más del 85% de la población estaba de acuerdo con la educación para la sexualidad y afectividad, con independencia de la adscripción religiosa.
Fue bajo ese escenario que el MEP planteó una actualización de los programas de tercer ciclo (séptimo, octavo y noveno), aunque siguen siendo un componente de la unidad de Ciencias, a la cual hay que dedicarle una hora semanal, impartida por docentes de Ciencias.
Otra modificación es que para los estudiantes de décimo año se agregó una nueva asignatura, impartida por docentes de Psicología y se agregó el contenido relacionado con las relaciones impropias, a raíz de la aprobación de esa Ley.
“La lección no es que el profesor se pare a dar definiciones, sino que genera dinámicas, lo que llamamos situaciones de aprendizajes: Imaginemos que ustedes son invitados a una fiesta, hablemos de cómo puede ser esa fiesta y de quiénes pueden estar invitados. Se les pregunta, ¿puede estar invitada la música? ¿pueden estar invitados amigos de ustedes? ¿pueden estar invitadas sus parejas? ¿puede estar invitada ropa íntima/sexy? ¿puede estar invitado el alcohol? ¿pueden estar invitadas las drogas?”.
Lo anterior se hace para producir una reflexión crítica en los chicos sobre lo que representa una fiesta, tanto en entretenimiento como en los riesgos que puede haber, por fiestas que se han ido generalizando en algunos países y a las cuales son invitados los jóvenes.
“Obviamente el docente puede en ese caso compartir información sobre noticias que salieron de una fiesta de adolescentes, violaciones en el marco de una fiesta, algún caso que se haya documentado de drogas o por el contrario, algo muy positivo alrededor de una fiesta, o verlo de pronto en un segmento de una película, que presente una fiesta de adolescentes...”.
Esas son las llamadas ”dinámicas de aprendizaje”, las que los grupos opositores a los programas han dicho incitan a la orgía.
“Más bien lo que suponen es producir una reflexión crítica, porque es imaginar que se le invita, no hacer la fiesta, para que ese reflejo reflexivo-analítico le sirva al estudiante en caso de que haya recibido invitación, para ponderar los riesgos a los que se puede exponer”.
Calor electoral
Si estos programas tienen su tiempo, se aprobaron en el 2012 y se imparten desde el 2013, ¿por qué hasta ahora vemos esa oposición radical de un grupito de gente contra estos programas. No sé si ustedes lo tienen identificado, qué fue lo que sucedió, un error de comunicación, cambio de programas, no se capacitó a docentes?
— No es algo nuevo, los padres ya lo conocían y había estudios científicos que indicaban su posición. La prioridad nuestra fue capacitar al personal docente, en este caso de Psicología de décimo año y fortalecer la capacitación de profesores de Ciencias.
El programa se aprobó en mayo de 2017, hubo diferentes reportajes de medios de comunicación nacional y no hubo ningún debate al respecto, afirma la ministra, que señala que “la polémica se empieza a dar en los últimos meses del 2017 y se recrudece “en las últimas semanas”.
¿Coincide con la campaña electoral?
— Efectivamente. Lo que le puedo decir, porque tengo prohibición para referirme a temas de naturaleza electoral, es que a pesar de toda la información disponible, que fue un proceso transparente del Consejo Superior de Educación, porque hubo foros, preguntas en la prensa, preguntas que se me hicieron en la televisión, capacitación en diferentes regiones y docentes de diferentes localidades asistían, no había este debate hasta tiempos recientes.
Usted mencionaba que hubo un proceso de consulta, ¿en qué consistió y a quién se le preguntó?
— Todo programa de estudio se elabora teniendo en cuenta el equipo de expertos del MEP en materia curricular, pero ese grupo de expertos consulta a entidades expertas en la materia. Por ejemplo, si es un programa de Estudios Sociales, se puede convocar a los directores de Historia de las universidades… dependiendo de la naturaleza de programa y este fue el caso también.
Cuando se elaboraron los programas se consultaron instancias expertas, estudios, investigaciones, personas consultoras expertas en la materia y cuando llega al Consejo Superior de Educación se hace otra consulta. Se consultó a las organizaciones magisteriales del MEP, a las universidades públicas, al Colegio de Licenciados y Profesores, al Ministerio de Salud, se realizó un foro con estos representantes y se recibieron criterios y observaciones de diverso tipo.
Según la Ministra, algunas de esas observaciones se tradujeron en mejoras, en afinar un tema o que se extendiera un periodo que el programa tiene para un tema.
“Se recibieron criterios favorables de la Escuela de Psicología de la UCR, del Colegio de Licenciados y Profesores, de la ANDE... Además, el Consejo tenía la evaluación de los programas que habían estado vigentes hasta este momento”.
¿Qué diferencia los programas del 2012 de estos que están en marcha?
— Tienen el mismo enfoque en materia de derechos humanos, el mismo enfoque de integralidad, abordar lo biológico pero también lo social y lo cultural y lo económico. Una diferencia importante es que hay normativa nueva que se incorpora, como la Ley que sanciona las relaciones impropias; una diferencia importante es que se amplía el tiempo para desarrollar las distintas temáticas, se hace un programa cuya asignatura ya no está dentro de Ciencias, sino que la asignatura se llama Afectividad y Sexualidad Integral, y se decide que sean profesores de Psicología los que lo impartan.
Con los nuevos programas también se pide mayor coordinación de las áreas y se pide que orientación, psicología y ciencias estén coordinadas para que haya un abordaje interdisciplinario.
Así, según la Ministra, si se descubre un caso en el que un chico agrede a su novia, el caso no será abordado únicamente por el profesor de ciencias, sino también por la profesora orientadora.
Esa coordinación, además, permite para calibrar cómo va el desarrollo del programa e identificar si hay una temática que tenga dificultad o mayor interés de los estudiantes, si ha habido alguna inquietud de un padre de familia y cómo canalizarla.
San Carlos
¿Qué le dice el hecho de que los centros educativos que se cerraron al inicio de este curso lectivo estén en las zonas rurales? Esta es una pregunta que hicieron en el grupo de Inteligencia Colectiva y mencionaban como hipótesis la diferencia en el tipo de educación que se imparte en la zona rural y el GAM. ¿Existe esa diferencia y puede atribuirse ese hecho a lo que ocurrió?
— El caso merece una investigación detenida. Por ahora yo no tengo datos para asociar esto con una diferencia urbano-rural. Si puedo decirle que en el caso de Aguas Zarcas, donde nosotros estuvimos y donde está la mayoría de centros cerrados, nosotros tuvimos una reunión con padres y madres de la región… lo que le puedo decir es que observamos una organización con dirigentes, que se reunían, preparaban un documento en conjunto, decidían quién era vocero….
No era algo espontáneo…
— No era una reunión con padres y madres solamente. Yo hice varias veces un llamado porque quería escucharlos a todas y todos, no solo a la persona designada. Respetuosamente insistí en ello y lo conseguí bastante. Más personas de las inicialmente programadas conversaron y compartieron sus inquietudes.
Después de esa reunión, a la que intentó colarse la asesora educativa de Fabricio Alvarado, la Ministra fue enfática en que no era su potestad suspender los programas.
“Era algo ilegal si yo lo hacía, sobrepasaba mis potestades porque el único ente aprobado para aprobar planes de estudio es el Consejo Superior de Educación, que es un órgano constitucional. Al no haberse dado esto fuí enfática en que el gobierno no iba a permitir el cierre de los centros educativos”.
Por lo que usted describe parece que no había disposición de diálogo, que esa reunión era para escuchar las exigencias de ese grupo organizado. La consigna era "O se van las guías o se va la Ministra"...
— Es interesante, porque a lo largo de mi vida he estado en el seno de movimientos estudiantiles, de educadores, de comunidades también… me tocó como rectora de la Universidad Nacional ver movimientos de comunidades exigiendo que no se diera un cambio de sede universitaria o que se abriera una, pero en aquellas ocasiones me enfrentaba a un diálogo que conforme fluía podíamos alcanzar acuerdos. Podía haber desconfianza al inicio, pero a lo largo de la sesión se daba la confianza en la palabra de cada quien, había voluntad de contrastar opiniones y de que algún argumento podía cambiar, entender cuando una de las partes señalaba que a eso no podía acceder porque tenía restricciones legales, como las que yo enfrentaba.
Yo encontré una diferencia importante y es que esa apertura, esa permeabilidad no existía en Aguas Zarcas. La actitud general era ‘nosotros tenemos razón, ya leímos esto’... que las razones que se aducen no son las verdaderas, que es negativo y representa un temor, una desconfianza muy grande.
Doña Sonia recuerda que por momentos era difícil que se escucharan por los gritos afuera del recinto de la reunión.
¿Pesó esa actitud hostil, negativa, confrontativa del grupo para que no se toleraran más los cierres de centros educativos?
— Pesó porque este es Gobierno de diálogo. En este periodo ha bajado drásticamente la conflictividad social. Pesó que pude comprobar en el terreno que las exigencias no eran razonables… no es razonable si un ministro dice que esa no es una potestad (e insistan). Lo que puedo hacer es escuchar y llevar estas inquietudes al órgano que tiene en sus manos la decisión y les garantizo que van a ser analizadas con mucha apertura y van a ser tomadas en cuenta, pero no es potestad mía suspender los programas y hay posiciones tanto a favor como en contra.
La jerarca reiteró que no es su potestad suspender los programas y que es un derecho de los estudiantes ingresar a las escuelas.
“No es razonable que haya un cierre de centros educativos si no se accede a esto. En algún momento se me dijo que suspenderlo por al menos 3 días y yo insistía en que no era la duración, sino mi potestad. El hecho de que eso no se escuchaba me llevó a valorar en el terreno que había un punto de no encuentro”.
Previo a la reunión con los padres de la zona Norte, el Gobierno había establecido una estrategia de diálogo: el jueves dialogó la dirección regional, el viernes un equipo nacional en representación de la Ministra y el viernes se firmó un acuerdo para el diálogo, con el cual Mora aceptaba dialogar con los padres, siempre y cuando no cerraran los centros educativos.
“Lo que esperábamos es que tuviéramos un acuerdo razonable, como un compromiso de mi parte de analizar las propuestas, de contestar personalmente algún plazo, presentarlo al Consejo Superior, solicitudes razonables. Eso no se dio y el Gobierno había considerado que la semana anterior era un plazo prudencial para escuchar argumentos”.
Otra pregunta que se hacía la gente era por qué el Gobierno no recurrió a la Fuerza Pública para abrir esos centros educativos que estaban cerrados... ahora entiendo que usted me dice que la disposición era dialogar.
— Hay un protocolo que tenemos para que el director abra el centro educativo. Se hace presente el supervisor si es necesario. Si es necesario se hace presente el representante regional y si es necesario, ayuda de la Fuerza Pública.
¿Qué acciones, en la eventualidad de que sigan cerrados centros educativos, se pueden reprochar contra estas personas? ¿Penales? ¿Administrativas?
— Lo dije en la reunión, porque se me reclamó que en un artículo que publicó La Nación el domingo señalaba como hecho de violencia el cierre de centros educativos ¡claro que es un hecho de violencia, legal y simbólico! ‘Nosotros, que somos un grupo de personas que no queremos que nuestros hijos el día de mañana -porque era un centro educativo de primaria-, reciban las clases, impedimos que todos entren’, ¡aunque haya padres que tengan necesidad que sus hijos estén en el centro y en pleno derecho!.
Es un acto que se sale de la normativa. Nosotros, lo que podemos afirmar es que este es un gobierno de diálogo, sereno, el espíritu dialogante va a existir hasta el último día, así nos lo ha instruido el señor Presidente, pero eso no significa que no seremos firmes en que escuela donde haya intento por cerrar, la escuela será abierta.
¿Tiene sospechas o reportes de posible instigación de funcionarios del MEP para el cierre de centros educativos?
— He tenido algunas observaciones pero sin nombres, sin datos que pueda verificar. Por eso siempre hacemos un llamado muy fuerte a nuestros funcionarios a que si ellos tienen dudas o inquietudes tienen todos los mecanismos internos para aclararlos.
¿El MEP tiene mecanismos para sancionar funcionarios que se presten para estas acciones?
— Claro que existen mecanismos sancionatorios. Hasta ahora no tengo denuncias concretas, he escuchado comentarios pero no tengo denuncias expresas.
Siempre en materia de docentes, ¿tiene reportes de docentes que hayan pedido un permiso o una autorización para no impartir esta lección por motivos religiosos o morales?
— No tengo reporte de ninguno.
¿Se maneja ya un número de padres que haya enviado la carta para eximir a sus hijos de recibir estas clases?
— Todavía no tengo esa información, estamos dándole seguimiento a la asistencia a clases, y como he estado reiterando, ese derecho y responsabilidad, será un dato al que le daremos seguimiento a nivel estadístico.
Esa potestad, usted lo mencionaba, viene a raíz de un voto de la Sala Constitucional. Para usted ¿que opinión merece ese voto de la Sala, que por un lado reconoce que es un asunto de salud pública, pero por el otro dice que es una potestad de los padres no mandar a sus chiquitos a esas lecciones? Tal vez suene exagerado, pero ¿esto no abre la puerta a que alguien vaya y reclame que no quiere que a su hijo le enseñen algo de Historia, Estudios Sociales o de Matemáticas o esto otro de Ciencias?
— En general respeto el voto de la Sala porque fue importante en su momento. Los temas de afectividad y sexualidad han estado por siglos rodeados de mitos, prohibiciones y estereotipos. No es únicamente que una sociedad se va a abrir a discutir temas de vivencia de la sexualidad de manera desprejuiciada, son cambios culturales fuertes y este voto de la Sala le permitió a las familias hacer esa transición.
Doña Sonia afirma que una vez, en una tienda en la que estaba, una mamá le comentó que en un principio tuvo el primer impulso de eximir a su hija, pero que de pronto valoró y dejó que fuera para ver qué le decía.
“Después de 4 semanas le preguntó y el diálogo que tuvo con la hija la convenció de no enviar la nota. Jugó un papel porque le dio confianza a los papás y los datos que tenemos es que no hubo impacto numérico en el pasado mayor, ahora después de esta campaña de desinformación podría tener algún impacto, pero habría que ver”.
Resultados de los programas
En el impacto que han tenido estos programas, ¿hay números que puedan decir que bajó la incidencia de embarazos en menores de edad a raíz de la implementación, tiene números para defenderlos?
— Estos cambios, el impacto en estadísticas es lento, son cambios culturales lentos. Donde he visto cambios es en el nivel de visibilidad y de facilidad con que los chicos hablan de ciertas cosas... hablan con la misma apertura y derecho con que los ve debatir un tema de historia.
Me impresionaba muchísimo cómo hemos avanzado en bullying y repetir que el bullying es inaceptable. Creo que ha incidido en que podamos hablar de manera más clara sobre igualdad de hombres y mujeres, sobre la sexualidad como una dimensión maravillosa de la raza humana y empezar a romper prejuicios.
Creo que se ha ido encendiendo una alarma creciente sobre el uso responsable de redes sociales en temas ligados a la vivencia de la afectividad y sexualidad, en algunos jóvenes hay conciencia de que es mejor ser prudente para aceptar una invitación de una persona desconocida y me pidan una foto de determinado tipo y yo la pongo a recorrer.
Los resultados los veríamos a largo plazo...
— Sí. Una reforma a una asignatura matemática, ciencia, español, se dice que los cambios, las mejoras en el currículum normalmente dan fruto a los 10 años. Con mucha más razón cuando se trata de costumbres, temas ligados a las creencias a los credos como son los casos que tradicionalmente se trataban los temas de sexualidad.
Usted ha dicho que los programas educativos son perfectibles, no son perfectos, pero ya viendo los puntos a favor y en contra, ¿tiene visto algo como que usted diga, esto puede mejorarse?
— Por definición todos los programas son perfectibles. Se me han hecho reflexiones de personas que defienden los programas y otros de quienes las critican, que dicen que ciertos temas deberían estar en otro año. Eso es algo que debemos analizar.
¿Se ha planteado crear o impartir charlas a raíz de esta negativa, dirigida a padres de familias que tenga dudas? ¿Cómo se maneja hoy si un padre tiene una duda con respecto al programa, a quién se la dirige, quién se la evacúa?
— Existe una cultura en el MEP para evacuar dudas. Normalmente el padre se dirige al director y él busca quién es la persona más capacitada... si es tema de evaluación, de asignatura, etc. Eso se venía tramitando de esa manera, pero a raíz de la campaña y creciente preocupación emití una circular específica con lineamiento extraordinario: priorizar, especialmente en primeras semanas, atender a padres y madres de familia, darles información, que el director se hiciera acompañar del personal más capacitado en el tema, que si era necesario acudir a un asesor regional o nacional se nos dijera, abrir espacio en mi agenda, cancelar algunas actividades para tener yo misma más espacio para hacer lo que hice en San Carlos… Orientación está haciendo un trabajo importante, desde esa área del MEP se está en contacto con orientadores de todo el país, para propiciar un trabajo específico de acercamiento a los padres, siempre eso es importante pero es ahora es indispensable.
¿Por qué no hacer eso antes de la polémica?
— Si usted me lo pregunta hoy es muy fácil pensar que hubiese sido positivo, pero no había nada en el horizonte que indicara que podía surgir una campaña de este tipo. Tenemos 6 años, a mi antecesor le tocó esta polémica, pero hace 6 años se imparte, no había dudas importantes en los padres, había una encuesta y un estudio del MEP que decía que la mayoría estaba de acuerdo, había habido una gran inversión en capacitación en el Ministerio, divulgación en los medios del nuevo programa, no tenía nada en el horizonte. Las cosas han cambiado en los últimos meses.
¿Esta situación le deja como experiencia que esa forma de implementar cambios no debería implementar así para el resto de cambios del resto de programas?
— Me hace reflexionar en el sentido de que los cambios que se están dando en el país hay que tenerlos en cuenta y hay que tenerlos en cuenta en la política educativa.
En las redes han aparecido capturas de lo que supuestamente son las guías... entiendo que eso es un glosario...
— Así es.
Entonces me voy a remitir a las preguntas sobre el supuesto contenido... Hay detractores que afirman que no se tocan temas de valores, amor o que las guías están plagadas de la famosa “ideología de género” ¿Tocan esos temas? ¿Son falsos esos señalamientos?
— Sí. Se han construido una serie de mitos sobre los programas de sexualidad y afectividad. Los programas son perfectibles, podría haber algo que mejorarse, pero se han construido mitos muy fuertes alrededor de los programas.
Doña Sonia afirma que se han utilizado capturas, que en realidad son montajes, se pone un título y dice página 21, pero la cita resulta ser del glosario de la página 65, un glosario que se adjuntó al programa, dirigido a los docentes, con definiciones técnicas.
“Es como que un papá le haga captura del glosario de Matemática del programa de sétimo año. El chico viene saliendo de sexto grado, entra a sétimo, le mandan esas capturas y el papá se va furioso al centro educativo y dice ‘qué barbaridad, a mi hijo lo van a evaluar sobre contenidos que son universitarios’ ¡diay claro! porque son definiciones para el profesor que es profesional de Matemática. Exactamente lo mismo”.
Para la Ministra, se ha implantado la idea de que el profesor va a sentarse a leer una definición de prácticas sexuales, cuando en realidad esa definición es para que el profesor la maneje y pueda, con prudencia, manejar una situación que se de en el aula.
“Aquí claramente ha habido una manipulación. En uno de esos montajes se quitaba una parte del texto y se colocaba una definición de Wikipedia. Y la gente lo leía sin sucesión de continuidad, pensando que eso era parte del programa oficial... se han adulterado los textos, esa es una de las formas groseras en que se ha querido manipular la buena fe de los padres y madres”.
Ideología de género
¿Qué se le viene a la cabeza cuando le mencionan el término “ideología de género”?
— Ideología es un conjunto de pensamientos sobre el cual probablemente me quieren convencer, adoctrinar e imponer. Eso es una ideología. Es una manera única de pensar, me van a unir a un grupo y me van a sacar de otro. En los programas no hay ninguna ideología, los programas respetan las creencias y credos de las distintas familias, son programas que tratan de respetar las diferentes creencias y nunca hay definiciones que se aprenden de manera impuesta, porque las situaciones de aprendizaje que explicaba son de debate y reflexión. El docente inteligentemente parte de lo que los mismos jóvenes ponen en discusión, para graduar los temas a su edad y grado de madurez.
El segundo es ideología de género… aquí hay toda una arremetida contra un avance muy importante de la ciencia social del último siglo, está muy claro que desde el siglo XX se viene dando un movimiento de mayor participación de las mujeres en la vida en sociedad y esto ha sido acompañado por análisis científicos esas diferencias biológicas entre hombres y mujeres. Como parte del mito se decía que en los programas no se estudiaba, eso es falso.
Se parte de las diferencias biológicas como un dato fundamental para distinguir hombres y mujeres, pero en los programas se estudia no porque el MEP quiera introducir estas ideas, sino porque es un avance de la ciencia social, y la ciencia social es tan importante y legítima como las ciencias biológicas... es como que se me diga que no estudiemos ciertos avances de la química y los mantengamos en la alquimia.
En las ciencias sociales hoy desconocer lo que es un enfoque de género sería un rezago de más de un siglo, porque se ha asociado a la identidad biológica roles sociales que nada tiene que ver con la “naturaleza de ser hombre o mujer” ¿por qué nos dicen las pruebas internacionales, por ejemplo las que realiza la Unesco, que las niñas se sienten más inseguras al responder preguntas de Matemáticas que los chicos, y que esa inseguridad influye negativamente en los resultados? ¿Qué es eso? ¿Que genéticamente el hecho de ser mujer me hace a mi tener menos capacidad para la Matemática que los varones? ¡Por supuesto que no, son roles sociales! Entonces, eso hay que discutirlo, porque nos permite, para el ejemplo que estoy usando, que más chicas se atrevan a estudiar ciencias, ingeniería y eso le hace bien al país y le hace bien al mundo…
Es que si no hay un enfoque de género no podemos resolver las desigualdades sociales. Esas desigualdades también tocan a los varones. Si a los varones se les enseña que sólo un comportamiento machista legitima el hecho de que son hombres, eso fomenta una cultura de violencia, y eso fomenta violencia en las familias. Cuando a mi se me dice que esto puede atentar contra la unidad familiar, yo creo que lo que atenta contra las familias es el abuso infantil, es el feminicidio, es la desigualdad entre los hombres y mujeres. Estos programas, al contrario, pueden llevar a relaciones más equitativas. O que atentan contra la vida…. Bueno, resulta que en lo que va del año 2018 ya han ocurrido 5 femicidios. Si estos programas nos enseñan a que las cosas se resuelvan afectivamente, por medio de las relaciones de diálogo, afectividad sana y si hablamos de superar esas relaciones de violencia, vamos a proteger la vida de las mujeres y vamos a proteger la vida de los hijos.
Si por ejemplo se me dice que en los programas se incita al aborto porque hay una actividad en la que se pregunta a los chicos cuáles son los derechos humanos, y se dice, elegir el número de hijos que quiero tener ¿Es un derecho humano sí o no? Elegir si quiero tener o no hijos. ¿Es un derecho humano sí o no?... Eso se ve como un llamado al aborto, pues claramente esas preguntas se le están haciendo a jóvenes en el aula que no están en edades de casarse y además, que el supuesto es que son jóvenes que no están embarazadas.
Llevar esas preguntas a un tema como el aborto, que jamás se toca en los programas, es lo que llamo una lectura inadecuada, que es inadecuada, que lleva falsedades y construye mitos sobre los programas, lo cual ha generado intranquilidad a algunas familias.
Doña Nidia Jiménez había dicho en el Plenario que los programas eran ilegales porque el Consejo Superior de Educación no aprobó primero la Política sobre Afectividad y Sexualidad y luego los programas. ¿Es cierto o no?
— Ha habido un problema de desconocimiento. En el 2016 el Consejo Superior aprobó una política curricular, dentro de la cual se inscriben todos los programas, 33 programas nuevos que hemos aprobado en este Gobierno, así que hay una política curricular que respalda los nuevos programas. Pero además, en el caso Sexualidad y Afectividad, ya había un paso importante con los programas anteriores y eso era un marco importante para los nuevos programas. No hay ninguna ilegalidad en la aprobación de los programas. Se siguieron los procedimientos establecidos.
La ministra señala como logros importantes de su actual administración la transformación curricular con 33 nuevos programas, ya no organizados por contenidos y objetivos, sino por habilidades que promueven el desarrollo de habilidades en los chicos.
También menciona que los comedores escolares abiertos en vacaciones iniciaron en este Gobierno y se incrementaron las becas de transporte y alimentación siguiendo mapas sociales y con criterios muy rigurosos alrededor de la condición de las familias.
Asimismo, menciono el programa Costa Rica Saludable que se está implementando en 2018, y con el cual se alimenta a 700 mil personas al día en el Sistema Educativo de diferentes quintiles.
Con miras al futuro, para doña Sonia los retos de la educación Costarricense para próximos 20 años son, principalmente, mejorar la calidad sea educación, sobre todo la privada.
Su idea es que todas las instituciones respondan a una norma nacional de calidad.
“Usted no puede mejorar la calidad de la educación que se imparte en las aulas de primaria si no incide en la formación inicial de esos educadores”.
Otro reto que menciona es seguir avanzando en materia de conectividad.
“Hemos avanzado en conexión de Internet de banda ancha en muchos territorios del país, no solo en el GAM, sino en costas, fronteras, llegamos a la Isla de Chira, para citar un ejemplo. Seguir avanzando en equidad para asignación de ayudas a chicos ligados al rendimiento escolar, ligado al análisis de situación social, de permanencia, hemos bajado los índices de exclusión. Esa es una lucha por la equidad que hay que seguir dando”.