Ya para nadie es ajena la situación crítica que vivimos con el ambiente. Basta con asomarnos por la ventana de la casa para encontrarnos con el problema de los residuos o de las aguas residuales. El cambio climático nos ha puesto en una situación de sobrevivencia como especie.
Es por esto, que uno pensaría que dado la gravedad del problema los futuros gobernantes de nuestro país establecerán como prioridad la mitigación y la adaptación a esta situación en sus planes de gobierno y así mantener la imagen de Costa Rica Verde que se proyecta al mundo.
Por este motivo, me di a la tarea de estudiar los planes de gobierno de los trece candidatos en materia de ambiente, bueno de doce, porque al cerrar la redacción de este artículo la candidata Stephanie Campos del Partido Renovación Costarricense no lo había presentado. La forma cómo haré el análisis de las propuestas será de menos a más, o sea de aquellos partidos que no tienen ninguna claridad en sus propuestas a los que presentan medidas más firmes y concretas.
Comienzo con el Partido de los Trabajadores, y confieso que fue una de las mayores sorpresas con lo que me topé, pues al leer la escasas 26 páginas no me encontré con ninguna propuesta en materia de ambiente, ni siquiera con una consigna al respecto.
Seguidamente, encontramos el plan del Partido Acceso Sin Exclusión (PASE), aunque ya aborda la temática ambiental la mayoría de las medidas que se mencionan están abocadas más a lo relacionado a la ley 7600, y tiene una gran cantidad de incongruencias.
En general, el PASE evidencia un desconocimiento en materia de ambiente y de las prioridades que el país requiere para hacerle frente al problema.
Con la misma calificación coloco el plan de Mario Redondo y el Partido Alianza Democrática Cristiana. Propuestas simples y generales, basadas en obviedades que no aportan ni solucionan nada. Rescato únicamente la propuesta de una Política Nacional de Mar para proteger y ordenar el recurso marino, aunque no la profundiza.
Sin mejorar mucho, encontramos la propuesta del Partido Restauración Nacional, que inicia mejor que los anteriores, sin embargo su enfoque se basa en el desarrollo humano, más que en la protección ambiental. Preocupa dos medidas en específico, la primera se refiere a establecer controles estrictos de la fauna peligrosa que se ha instalado en ríos y costas, a lo que uno podría interpretar que estaría proponiendo la caza o exterminio de lagartos, cocodrilos u otras especies que amenazan a ciertas actividades humanas. Otra de las medidas que llama la atención es la promover un nuevo código de minería, que no deja claro si está proponiendo la explotación de estos minerales o a controlar los tajos. Por general sus propuestas son igualmente básicas y escuetas que los candidatos anteriores, queda sin abordar temas esenciales y deja en evidencia que la protección ambiental no es un tema relevante en su propuesta.
Con Juan Diego Castro me encontré con una propuesta que enfoca la temática ambiental con el desarrollo económico, por lo que no fue extraño escucharlo decir en los medios que apoyaría la explotación de petróleo y de oro en el país. Dentro de su plan el PIN no propone nada novedoso, el plan no es concreto y las pocas son vacías y demagógicas. Nuevamente el tema de mitigación y cambio climático queda por fuera.
En el caso de Rodolfo Hernández, del Partido Republicano Cristiano, esperé que en el tema ambiental fuera más amplio, pues cuando abrí su plan de gobierno me topé con más de 300 páginas y una sección amplia en esta materia, pero al leerlo me pareció más un estado de la cuestión, pues está saturado de datos y en información, pero a la hora de realizar las propuestas, que la mayoría son paliativas y no las profundiza. Entre los puntos más negativos que encontré es el de promover la incineración de los residuos que más que una solución se convierte en un problema, esto también lo menciona el PUSC y el PIN. Ya en este plan se mencionan medidas en relación al calentamiento global, pero no van más allá de mantener el trabajo que gobiernos anteriores han hecho en esta materia.
De manera más resumida pero con deficiencias semejantes, encontramos la propuesta de Liberación Nacional. Dentro de lo positivo del plan, señala como prioritario el trabajo que se debe de hacer en temas de mitigación y adaptación del cambio climático, sin embargo al avanzar dentro de las propuestas se puede ir dilucidando mucha demagogia y burocracia que no surtirán efecto positivo en la situación actual. Otro punto positivo que se menciona, y que se encuentra también en el plan de Sergio Mena (Nueva Generación), es el establecer un plan que busque el tratamiento de aguas en las zonas costeras. El resto de las propuestas del PLN no aportan nada significativo.
El programa de Sergio Mena no es tan extenso pero posee fortalezas importantes, como el de priorizar el quehacer ambiental, ampliar la protección del recurso marino y el carácter público y constitucional del recurso hídrico. Sin embargo, se nota desconocimiento en la aprobación de estrategias recientes, como la de saneamiento y de los procesos de obtención de c-neutralidad. Tiene puntos positivos en materia de suelo, agua, tratamiento de aguas y plantea darle continuidad a políticas ya establecidas.
Después de los planes anteriores, las propuestas van mejorando un poco, al menos en amplitud de ideas. En esta segunda parte, encontramos la propuesta de Otto Guevara y el Movimiento Libertario. De los puntos negativos es que abiertamente establece que promovería la explotación petrolera y de gas natural.
El Movimiento Libertario al igual que el PUSC divide su estrategia ambiental por agenda, ambos coinciden en una agenda azul para trabajar el tema del agua, donde se rescata la propuesta de ML de promover la declaración de este recurso como un derecho humano. Una agenda café para ordenamiento territorial, donde lo más destacado es la creación de un plan regulador para la zona marítimo terrestre. Una agenda verde sobre biodiversidad, donde al igual que Rodolfo Piza, así como el resto de los candidatos hasta ahora no mencionados, se propone el fortalecimiento del Sistema de Áreas Conservación, aunque Otto Guevara hace énfasis en no crear más áreas protegidas. Una agenda gris sobre residuos que no hace más que redundar en lo ya establecido en la legislación sobre gestión integral de residuos, y al final ML establece medidas sobre reformas institucionales en esta área y medidas sin mayor peso en lo concerniente al cambio climático.
Rodolfo Piza del PUSC, ofrece inicialmente un plan sustentado en el modelo de desarrollo sostenible sin generar una barrera para el desarrollo económico. El PUSC divide la agenda café que consiste a residuos y amarilla a energía, en las cuales posee grandes carencias. La agenda verde y azul plantea acciones puntuales, alcanzables y bastantes certeras, donde sobresale la prioridad a la educación ambiental. En materia de calentamiento global queda debiendo muchísimo.
Las mejores propuestas son las del FA y la del PAC
En el caso del Frente Amplio es enfático en todo el documento el señalamiento del cuido de la casa común. Plantea medidas importantes y necesarias como la moratoria a monocultivos y para la expansión hidroeléctrica, proponiendo en cambio una meta país que establece que al 2050 se aproveche el 100 % del potencial eólico del país y para el 2025 todos los centros educativos utilizan energía solar y sean autosuficientes en ese sentido. Introduce de manera concreta medidas en temas que no abordan otros candidatos, como el tema de minería y agrocombustibles.
Sobre el recurso marino costero plantea medidas concretas y busca el defensa de las poblaciones marítimo costeras. Propone la reforma de RECOPE para que inicie el refinamiento del crudo, medida que sorprende por el alto costo, que puede generar endeudamiento y es poco sustentable, aunque en esta propuesta se proyecta que esta institución implemente la producción de otras fuentes de energía. Otra punto débil es en materia de calentamiento global, que no hay un enfoque claro de trabajo.
En el caso de Carlos Alvarado (PAC) posee puntos fuertes como impulsar una ley para prohibir la explotación petrolera, establecer un Programa de Capacitación a Municipalidades en materia de ambiente, un Plan Nacional de Desarrollo Forestal y un Plan Nacional de Recurso Hídrico, así como un fondo solidario para parques nacionales. Plantea metas país notables al igual que FA, como por ejemplo que en el 2030 se dé la renovación vehicular a flotilla eléctrica.
En materia de cambio climático, es quien realiza las mejores propuestas ya que además de mantener las medidas de descarbonización del país, pretende ampliar el ámbito de trabajo al impulsar el Carbono Azul, que se refiere a utilizar el territorio marino como sumidero de carbono. Entre los puntos más débiles encontramos que a pesar de que en esta administración PAC la participación ciudadana ha sido reducida en muchos ámbitos de manera drástica, Carlos Alvarado señala el fortalecimiento de los procesos de participación y gestión comunitaria que permitan seguir avanzando en un esquema de conservación de la mano de las comunidades, por lo que puede sonar contradictorio o demagógico. No toca el tema de los monocultivos, especialmente al sector piñero y no hace ninguna mención a la pesca de arrastre.
De forma generalizada, podemos concluir que a pesar de que la situación ambiental nos demanda un cambio radical en nuestros sistemas políticos, sociales y económicos, pocos partidos asumen el reto de priorizar este tema, en muchas ocasiones ninguneándolo o escribiendo obviedades como para decir que se abordó. Ningún partido plantea una transformación que nos lleve a solucionar la situación desde la raíz pero si hay propuestas importantes que algunos partidos realizan en esta materia.
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