En un nuevo año de conmemoración del Día Internacional de la Mujer es importante recordar por qué seguimos demandando cambios estructurales.

El objetivo del urbanismo con perspectiva de género no es construir una ciudad para mujeres o para hombres, sino inclusiva, para todos y todas.

No existe ningún país del mundo, ninguno, donde las mujeres y hombres destinen el mismo tiempo al trabajo no remunerado.

Las llamadas brujas eran mujeres sabias.

Las mujeres dedicamos entre 1 y 3 horas más que los hombres a las labores domésticas, y entre 2 y 10 veces más de tiempo diario a la prestación de cuidados.

Actuémos como homo sapiens y demandemos a nuestras autoridades de todo el mundo para que actúen como tal.

Hoy decimos con fuerza que “el fútbol sí es cosa de mujeres”, y puede ser jugado por mujeres y seguido desde distintos países del mundo por mujeres y niñas, tal como sucedió en el reciente mundial.

Quiero describir algunos de los síndromes culturales masculinos que existen, pero de los cuales hablamos menos.