Iniciativa fue presentada por el diputado de Nueva República, Yonder Salas Durán.
El Patronato Nacional de Ciegos (Panaci), institución autónoma creada por Ley N.° 2171, manifestó su preocupación y oposición técnica y jurídica ante el texto sustitutivo del proyecto de ley denominado “Ley para la Regulación de Perros de Asistencia, Animales de Apoyo Emocional y Perros para Intervenciones Asistidas” (expediente 24124).
Según consta en el registro legislativo, el proyecto fue presentado por el diputado de Nueva República, Yonder Andrey Salas Durán, y su exposición de motivos reconoce la colaboración de la Fundación Animalium en la elaboración del texto.
El Panaci aseguró que su postura en contra se alinea con las del Ministerio de Educación Pública (MEP), CONAPDIS, la Universidad Nacional y organizaciones de personas con discapacidad visual. Sostienen que la iniciativa afecta directamente la seguridad, la movilidad y la autonomía de las personas ciegas y con baja visión. Además, lamentan que la propuesta haya sido construida sin un proceso de consulta técnica y participativa con las organizaciones representativas del colectivo.
Marco Chavarría Ramírez, presidente de la Junta Directiva del Panaci, comentó:
Una legislación que regula la vida y la seguridad de las personas con discapacidad visual no puede redactarse sin escuchar a quienes serán directamente afectados. La ausencia de diálogo con la comunidad y con las instituciones técnicas especializadas genera vacíos y errores que podrían tener consecuencias graves en la práctica”.
Retroceso legal
El Panaci recordó que la Ley N.° 2171 garantiza el derecho irrestricto de las personas ciegas a ingresar y permanecer en cualquier espacio público o privado acompañadas de su perro guía, sin necesidad de registros o permisos adicionales.
Dicha norma, junto con la Ley N.° 7600 (1996) y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), reconoce la accesibilidad, la autonomía personal y la no discriminación como pilares del Estado costarricense.
El texto sustitutivo del expediente introduce registros, certificaciones, sellos de calidad y controles administrativos innecesarios, que representan barreras burocráticas contrarias al principio de progresividad de los derechos humanos, aseguran desde Panaci.
Además, equipara los perros guía con animales de apoyo emocional.
Mientras que un perro guía se entrena durante más de dos años en escuelas internacionales acreditadas (como The Seeing Eye, Leader Dogs for the Blind o ONCE), los animales de apoyo emocional carecen de adiestramiento especializado”.
Esta confusión pone en riesgo la seguridad física y la vida de las personas ciegas, así como la integridad de los propios perros guía, advirtió Panaci.
Ante esto, cuestionan:
¿Acaso puede un perro sin entrenamiento garantizar la vida y orientación de una persona ciega en la vía pública? ¿Puede el legislador equiparar una herramienta de movilidad y autonomía con una mascota de compañía, sin comprometer la seguridad ciudadana y la responsabilidad del Estado?".
Privacidad, competencia técnica y obligaciones internacionales
El texto también impone la creación de registros con información sensible, incluyendo datos personales, fotografías y microchips de los perros guía, lo que contraviene el artículo 24 de la Constitución Política y la Ley N.° 8968 sobre protección de datos personales, según señaló Pocaci.
Asimismo, otorga competencias de certificación a entidades sin especialización en discapacidad visual ni movilidad, lo que genera inseguridad jurídica y posible discriminación indirecta.
Responsabilidad legislativa y llamado al diálogo
El Patronato Nacional de Ciegos insta respetuosamente a la Asamblea Legislativa y, en particular, al diputado Salas Durán, a establecer de inmediato una mesa técnica conjunta con participación de personas usuarias de perros guía, especialistas en orientación y movilidad, y organizaciones del sector discapacidad, con el fin de revisar y corregir los aspectos técnicos y jurídicos del texto.
Chavarría Ramírez dijo:
No se trata solo de una discusión legal. Estamos hablando de la seguridad, la dignidad y la autonomía de quienes dependen de un perro guía para desplazarse. Cualquier ley que toque estos derechos debe hacerse con conocimiento, responsabilidad y respeto”.
El Panaci reiteró su disposición a aportar criterios técnicos, jurídicos y científicos que garanticen una legislación moderna, segura y alineada con los estándares internacionales.