Como ingeniera en el sector energético, he participado en proyectos clave para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe, desde la electrificación de comunidades rurales hasta la integración de energías renovables y redes inteligentes. Estas experiencias me han permitido constatar no solo el potencial transformador del sector, sino también una realidad persistente: la escasa participación femenina en áreas técnicas y de liderazgo. Esta brecha limita la diversidad e innovación necesarias para afrontar los desafíos energéticos actuales.
A nivel mundial, la presencia de mujeres en el sector energético sigue siendo baja. La Agencia Internacional de Energía (IEA) estima que solo el 20% de la fuerza laboral del sector está compuesta por mujeres, y menos del 15% ocupa cargos directivos. En áreas técnicas como la instalación de paneles solares, la participación femenina no supera el 3%. Esta subrepresentación no solo refleja inequidad, sino también una pérdida de talento crucial.
En América Latina y el Caribe, la situación es similar. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las mujeres representan en promedio el 21% del personal en empresas de electricidad, gas y agua. Sin embargo, su participación se concentra principalmente en áreas administrativas, siendo mucho menor en funciones técnicas y cargos de liderazgo. En el sector de energías renovables, las mujeres representan el 36% del personal en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y el 48% en funciones no calificadas. No obstante, persisten barreras como estereotipos, escasez de referentes y brechas salariales.
En el ámbito del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), un informe regional de CECACIER y SICREEE (2023) señala que las mujeres representan apenas el 26,5% del personal en empresas energéticas, y solo el 2,3% corresponde a ingenieras. En Costa Rica, el IX Informe del Estado de la Educación (2023) indica que solo el 34,4% del estudiantado en carreras STEM son mujeres. En la Universidad de Costa Rica, por ejemplo, en el año 2025, apenas el 18% del estudiantado de Ingeniería Eléctrica y el 17,6% de Ingeniería Mecánica son mujeres.
Ante este panorama, el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica (CFIA) ha asumido un rol activo en fomentar la participación de niñas y jóvenes en carreras STEM, mediante programas de divulgación, formación y comisiones de género. Desde estas comisiones, se promueve mentorías y se comparte las experiencias de ingenieras para inspirar a más mujeres a ingresar al sector técnico.
Las ingenieras tenemos mucho que aportar: además de competencias técnicas, integramos sostenibilidad, liderazgo colaborativo y sensibilidad social. Impulsar nuestra participación fortalece la transición hacia un sistema energético más inclusivo, resiliente y justo para todas las personas.
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