El presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias Sánchez, dio este lunes su réplica al informe de labores presentado por el presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, en la apertura del cuarto año de labores del Congreso.

Arias, quien asumió la presidencia del Congreso por cuarto año consecutivo, comenzó su intervención reconociendo el carácter institucional del acto: “la vida política obliga siempre al rito sagrado de la escucha respetuosa y la respuesta apropiada”. Sin embargo, no tardó en marcar un contraste entre lo expuesto por el mandatario y la realidad que, a su juicio, experimentan miles de costarricenses.

No parecieran ambos mensajes hermanados en la misma realidad. Parecieran, más bien, surgir de mundos ajenos, donde la ambición contrasta con el descontento (...) Hay disonancia, entre las voces satisfechas de Monterán y el murmullo de desconcierto de Purral".

Si bien Arias reconoció que el gobierno ha mantenido una política fiscal saludable —“en parte heredada”, aclaró—, el jerarca legislativo criticó que los resultados macroeconómicos se hayan obtenido “en detrimento de las necesidades más básicas de nuestra población”.

Las finanzas sanas son medio, no un fin en sí mismas. Sus olvidos destilan la indiferencia de un mandatario que prefirió ser mejor contador que gobernante".

Uno de los señalamientos de Arias se dirigió al “deterioro sistemático” de la educación pública, al indicar que el presupuesto destinado al sector pasó del 6.3% del PIB en 2021 a un 4.9% presupuestado para 2025.

La llamada 'Ruta de la Educación' nunca existió, más que en la mente de la entonces ministra. Este Parlamento censuró a la ministra, no por razones ideológicas, sino por su manifiesto incumplimiento del deber. Una decisión ignorada en una clara muestra de indiferencia".

En materia de salud, denunció que 5793 personas han fallecido desde 2023 esperando atención médica en la Caja Costarricense de Seguro Social. “Esas son más de siete personas que mueren al día para poder ser atendidas. ¿Ese es el paraíso que usted quiere presentarnos hoy?”, cuestionó.

También criticó el rezago en la entrega de bonos de vivienda y el incremento del 44% en las viviendas en condición de precario durante el último año, una situación que, advirtió, “genera condiciones propicias para el avance del narcotráfico y el crimen organizado”.

Arias puso en duda la celebración oficial por la baja inflación, advirtiendo que la disminución se explica por bienes de consumo asociados a sectores de mayores ingresos, mientras los productos esenciales para los sectores vulnerables siguen encareciéndose.

Su promesa estrella de aliviar el costo de la vida desde el primer día ha terminado convertida en una amarga ironía para quienes más apoyo necesitan".

Tras esa frase, miembros del partido oficialista realizaron muestras de desaprobación desde sus curules, lo que llevó a Arias a llamarlos al orden en dos ocasiones.

En seguridad, recordó que el país ha superado las 2500 muertes violentas durante esta administración. Cuestionó que el presidente Chaves se haya retirado de la mesa tripartita entre los poderes del Estado para construir una política de seguridad conjunta. Para ello, citó en reiteradas ocasiones la frase pronunciada por Chaves en una conferencia de prensa: “Si saben contar, no cuenten conmigo”.

Avisada quedó toda Costa Rica de que no cuenta con el presidente de la República Rodrigo Chaves. Su decisión no solo fue una retirada institucional: fue una renuncia al deber".

El presidente del Congreso también recordó que fue necesaria la muerte del subdirector del OIJ en Guápiles para que el Ejecutivo girara recursos previamente aprobados por la Asamblea para fortalecer a las fuerzas de seguridad.

Arias también acusó a Chaves de emprender una ofensiva sistemática contra los otros poderes de la República y los medios de comunicación.

Ha dirigido sus embates contra la Corte Suprema de Justicia, la Sala Constitucional, el Tribunal Supremo de Elecciones, la Contraloría, el Ministerio Público, el OIJ y esta Asamblea Legislativa".

Además, repasó una serie de insultos atribuidos al mandatario en sus conferencias de prensa en contra de los miembros del parlamento, entre ellos: “chantajistas”, “ratas”, “cucarachas”, “rebuznadores”, “desgraciados” y “mejor no sigo”.

¿Así quiere usted negociar con esta Asamblea Legislativa? ¿Así espera usted que le aprueben las legislaciones?".

A su juicio, estos ataques forman parte de una estrategia populista que “sigue un libreto ya conocido” y que podría derivar en autoritarismo si no se le pone freno.

La amenaza real de perder nuestra democracia nos obliga a despertar de esa modorra conformista en la que se había ido diluyendo nuestro sentido de urgencia".

Aunque gran parte de su mensaje fue una crítica al mandatario, Arias cerró su intervención con un llamado a la "esperanza" y a la "unidad" en defensa del sistema democrático.

La democracia costarricense ha resistido embates antes y volverá a hacerlo, si cada uno de nosotros asume su parte en la defensa de lo que nos une".

Arias concluyó su discurso con un mensaje a Chaves:

Señor presidente, nos queda un año de trabajo. Construyamos, no polaricemos. Resolvamos, no acusemos. Solucionemos, no dividamos. Eso es lo que el pueblo espera, y merece, de nosotros".