Prevost tiene además la nacionalidad peruana, y habló en español durante su primer discurso.

La Iglesia Católica eligió este miércoles a Robert Prevost como el nuevo líder de los 1400 millones de fieles en todo el mundo. El cardenal estadounidense, de 69 años, se convierte en el primer papa originario de Estados Unidos en la historia de la institución y adoptó el nombre de León XIV.

La elección se hizo oficial a las 6:07 p.m. (hora local de Roma), cuando la fumata blanca salió de la chimenea de la Capilla Sixtina, indicando que los cardenales reunidos en cónclave alcanzaron el consenso de al menos 89 votos requerido para elegir al nuevo pontífice.

Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el nuevo papa saludó a la multitud: “La paz esté con ustedes”, fueron sus primeras palabras como sumo pontífice, en un llamado a la paz y al diálogo “sin miedo”.

“Soy agustino, pero soy ante todo cristiano, y soy obispo, para que podamos caminar todos juntos”, dijo en italiano. Luego cambió al español, recordando su experiencia como misionero y arzobispo en Chiclayo, Perú.

Prevost es miembro de la orden de los agustinos y lideraba hasta ahora la Congregación para los Obispos, una de las oficinas más influyentes del Vaticano, encargada de vetar y nombrar obispos en todo el mundo. Fue designado a ese puesto por el papa Francisco en 2023, lo que muchos consideraban una señal de su posible sucesión.

Aunque su nacionalidad estadounidense parecía ser un obstáculo —históricamente se ha evitado un papa de EE. UU. debido al poder geopolítico del país—, su ciudadanía peruana y su amplia trayectoria en América Latina allanaron el camino para su elección.

Miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro estallaron en vítores, lágrimas y aplausos al ver el humo blanco. Muchos ondearon banderas de distintos países, mientras las campanas repicaban en señal de júbilo por la llegada del papa número 267 de la historia.