Más de medio millón de personas están atrapadas en condiciones de inanición y amenaza con extenderse.

Más de 500.000 personas en Gaza viven atrapadas en un escenario de hambruna caracterizado por hambre generalizada, miseria y muertes evitables, según el nuevo análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC, por sus siglas en inglés) publicado este viernes. Es la primera vez que se confirma oficialmente una hambruna en Oriente Próximo.

El informe proyecta que la hambruna se extenderá en las próximas semanas desde la gobernación de Gaza hacia Deir al Balah y Jan Yunis. Además, estima que para finales de septiembre más de 640.000 habitantes enfrentarán niveles catastróficos de inseguridad alimentaria (fase 5 del IPC), 1,14 millones estarán en emergencia (fase 4) y casi 400.000 en crisis (fase 3).

Las agencias de Naciones Unidas que participaron en la evaluación —la FAO, UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la OMS— insistieron en que solo un alto el fuego inmediato y el acceso humanitario sin restricciones permitirán salvar vidas. Advirtieron también que una ofensiva militar mayor de Israel en Gaza capital agravaría la situación de civiles que ya sufren hambre extrema, entre ellos niños enfermos, personas mayores y con discapacidad que no pueden desplazarse.

El deterioro de la seguridad alimentaria es consecuencia de casi dos años de asedio israelí, desplazamientos repetidos y restricciones severas al acceso humanitario, que han paralizado el suministro de comida, agua y atención médica, así como el funcionamiento de la agricultura, la ganadería, la pesca, la sanidad y los mercados. Según el informe, en julio el número de hogares que reportaron hambre extrema se duplicó en comparación con mayo y se triplicó en la ciudad de Gaza. Casi cuatro de cada diez habitantes reconocieron pasar días sin comer, mientras adultos omiten comidas para alimentar a sus hijos.

La desnutrición infantil alcanza niveles sin precedentes. Solo en julio se detectaron más de 12.000 menores con desnutrición aguda, seis veces más que al inicio del año. De ellos, uno de cada cuatro presenta desnutrición aguda grave, la forma más letal. Las proyecciones señalan que el número de niños en riesgo severo de morir por desnutrición podría triplicarse de aquí a mediados de 2026, pasando de 14.100 a 43.400. Entre las mujeres embarazadas y lactantes, las estimaciones crecieron de 17.000 en mayo a 55.000 en el mismo periodo. Uno de cada cinco bebés nace prematuro o con bajo peso.

Las condiciones de vida se deterioran en paralelo. El 98% de las tierras cultivables están dañadas o inaccesibles, el sistema de salud se encuentra al borde del colapso, la falta de agua potable y saneamiento multiplica las infecciones resistentes a medicamentos y nueve de cada diez habitantes han sido desplazados de manera reiterada.

Los responsables de las agencias alertaron que la población agotó todas las estrategias de supervivencia.

El hambre y la malnutrición están costando vidas cada día, y la destrucción de tierras de cultivo, ganado, invernaderos, pesquerías y sistemas de producción alimentaria hace la situación aún más grave".
—Director general de la FAO, QU Dongyu.

Cindy McCain, directora del PMA, subrayó:

Las advertencias sobre hambruna han sido claras durante meses. Lo urgente ahora es un aumento masivo de la ayuda, condiciones más seguras y sistemas de distribución fiables. El acceso humanitario total y un alto el fuego inmediato son esenciales para salvar vidas".

La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, remarcó:

La hambruna ya es una realidad para los niños en la gobernación de Gaza y una amenaza inminente en Deir al Balah y Jan Yunis. Como advertimos, los signos eran inconfundibles: cuerpos demacrados, bebés muriendo de hambre y enfermedades prevenibles, padres sin nada que dar a sus hijos. No hay tiempo que perder".

Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, insistió:

Un alto el fuego es un imperativo moral absoluto. La hambruna creada por el hombre ha provocado muertes innecesarias. La desnutrición hace que incluso enfermedades comunes resulten fatales, especialmente en niños. Gaza debe recibir con urgencia alimentos y medicinas para salvar vidas y revertir la desnutrición. Los hospitales deben ser protegidos y los bloqueos de ayuda terminar".

Las agencias coincidieron en que además de comida se requiere el restablecimiento del flujo comercial, servicios básicos, producción local de alimentos y la rehabilitación del sistema sanitario para evitar consecuencias aún más devastadoras.